viernes, julio 21, 2006

Cuatro contra cuatro

FUNES + TERRANOVA + DE AMBROSIO + MAIRAL
BARILARO + VICENTE + MAXIMO + MIGUEL

Me lo crucé a Terra en el chat de pura casualidad y me dijo que ya fue, que juguemos cuatro contra cuatro. Como soy un condescendiente de mierda, como escuché por ahí, le dije sí, sí, sí, señor y así fue, no me calenté por buscar a ningún jugador más. Entonces me chupó un huevo si había que correr; yo atajo. Y si había que pagar 32 pesos por un partido que duró finalmente 50 minutos porque no dábamos más (un par pensamos en ir directo al Italiano a recibir un enema de oxígeno). Es de reputón culo roto que ya no se tira pedos sino que se le caen quejarse por el precio de una cancha. Un verdadero choricero de la cancha de Deportivo Paraguayo no escatima en gastos y vuelve caminando hasta La Matanza pasando por Laferrere y el Puente del km 29 llegando a la casa en bolas a tomarse lo que queda del Uvita que dejó la hermana.

Corrimos lo que nadie en la puta vida. Te digo, eso no fue fútbol, fue huevo. Fue lo que nadie dejó en la cancha en todos los partidos de la selección durante el puto mundial. Fue como la reconciliación con la garra. El sorete más duro que cagaste en tu vida.
En varias jugadas había que esquivar pulmones que vomitaban de a uno para no llenar de sangre el pastito sintético (pastito también es de recontra puto masca huasca resentido). Los que se animaban a correr lo hacían de a tandas. Primero uno después el otro, tanto espacio libre quedaba que podías elegir con 76 horas de anticipación a quién darle el pase. Nadie marcaba si no entraba en el área chica. Los córners eran regalados. No le podían pegar al arco porque no había fuerzas para coordinar los ojos con el cuerpo y las neuronas.

No hubo casi diferencia de gol más allá de los dos goles. Uno hacía un gol el otro empataba y pasaba al frente. El otro empataba y pasaba al frente y le hacíamos un gol. Que de gol en gol (apenas uno cada 10 minutos) habremos hecho doce goles sumando a los dos equipos.

Cuando hacían un ful mejor te tirabas al piso y aspirabas arenita del sintético para exprimirle oxígeno y que te arregle los riñones. En un momento del partido tuve que salir porque mi Blas Giunta se me ahogó y la falta de aire me hizo sufrir. Creo que si me atornillabas un motor fuera de borda en la chota hubiera sufrido menos. Sufrías. Dolor que sentías en cada centímetro de los 6 metros que dura el intestino delgado.

El partido terminó con un gol a favor de ellos. Perdimos por un gol pero en realidad te juro no entendía para qué lado quedaba la salida. El mareo de mi vida.

Increíblemente estábamos más contentos que de costumbre. "Así quiero quedar cuando termino un partido" dijo Bari durante 3 minutos que tardó en decir la frase mientras se tragaba de vuelta el pulmón que había confundido con Máximo. Así como salimos de la cancha hicimos taza taza y cada uno fue a juntar fuerzas para escribir comments en este post.

7 comentarios:

Terra dijo...

Y eso que no nos cobrarron el gol que hice porque dijeron que me la llevé con la mano. Mentira.

Anónimo dijo...

Y... es que la mano se la perdonan a Dios nomás...
Dejo constancia de que me están gustando cada vez más sus no-crónicas futboleras y pregunto: ¿me parece a mí o siempre que juegan se turnan los equipos para meter un gol? acá la única diferencia sería que pusieron la cámara lenta y convirtieron un par menos...

Unknown dijo...

Mentira... mentira... pero cómo discutir una cosa así... se necesita oxígeno.

Unknown dijo...

Le extiendo mis agradecimientos a tan exagerados elogios, Lunita.

Pedro Mairal dijo...

fue así. estuvo bueno

Desdichada dijo...

"condescendiente de mierda"? queremos saber las condiciones de enunciación de semejante improperio. Denos de eso! El fútbol a nosotras a nosotras nos aburre.

Anónimo dijo...

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