¿Qué pasó el 25 de abril pasado?

Los Mudos inició hace unos meses su 2do año. Y para el inicio vino muchísima gente pero por desgracia tuvimos que organizarnos de manera más prolija: el primer encuentro del año apenas tenía luces.
El segundo encuentro, del cual vamos a hablar, tuvo lugar el pasado 25 de abril.

Y, por Dios, cómo me divertí.
Como tengo la soga atadal cuello y los morlacos se me derriten en el bolsillo, los escritores fueron confirmados a último momento. Pero allí estaban: Joaquín Linne, Ignacio Molina, Tatiana Depetris y Martín Seijo.

La música estuvo a cargo (como siempre) de Facundo Palazzolo quien ésta vez trajo dos novedades:
una) su padre cantando tangos interrumpiendo su jornada laboral taximetrera y confirmandonos que el próximo 9 de mayo estará allí y;
dos) en su pendrive trajo unas bases extrañísimas y contundentes que le sostuvieron los solos "para volar pelucas" como bien avisó antes de empezar. Y así fue, con sonido de recital (este año nos subvencionan el sonido) se volaron varias pelucas.

No hubo una multitud como siempre y para colmo empezamos una hora tarde por desperfectos con el vestuario de Funes. No pude anudar bien la corbata y casi me ahogo en el baño. Por suerte vino eMe, la hija de Alejandro Lerner y Silvana Di Lorenzo y me ayudó muy tiernamente a emperifollarme... aclaro, no usé forros.

Joaquín

A Linne lo había visto un 8 de diciembre en la lectura organizada por la Editorial Tamariscos . Leyó sobre su vida misma. Sobre sus obsesiones y me recordaba a Woody Allen, en el tono inclusive. Se llevó su birrita, se sentó con el paquete de puchos entre los pies y como si fuera el niushorkino se plantó con cierta neurosis a leer un texto un poco largo un poco íntimo un poco triste un poco todo.

Ignacio

Ignacio nos sorprendió a todos. Su cuento Sistemas tuvo la gracia del ready made; cuando lo creía conveniente, editaba el cuento sin que se notaran las marcas. Leyó de su libro pero lo que salió de su boca fue exactamente otro cuento, uno de ahí, uno dedicado a Los Mudos, uno que no pocos hubieran querido oír. Claro que en el inquebrantable tono Molina. El mismo y humilde que usó para que los asistentes se llevaran un cucurucho en la frente: unas seis personas agarraron Los Estantes Vacíos de Ignacio y leyeron al azar cinco líneas del libro hasta que, tras la advertencia del escritor bahiense ("leé dos palabras más y yo lo sigo"), continuaba de memoria sin ayuda ni de Funes ni del público ni de nadie s. In - creíble.

Tatiana

Lo de Tati, una chica hermosa, una chica graciosa, fue entre íntimo y ensoñador. De su Panamá natal sacó unas líneas de reflexión púber-lúcida y, con las piernas cruzadas arriba del escenario, nos enseñó cómo le dicen a los colectivos en Panamá y habló de su feliz infancia o como dice ella, de lo que busca y busca y busca y busca: "quiero felicidad caribeña no esa felicidad porteña medio pedorra".

Martín

A mí me agarró desprevenido. Porque sabía que su texto tendría algo de juapush (onomatopeya de látigo) y te daría en la nuca... pero con Claudia, ahí arriba, interpretando "Welcome to the Jungle" en la versión de los Gun´s and Roses pero traducido al castellano y a capella... bueh... ustedes se imaginarán. Martín leyó un texto de su diario íntimo (un día de su vida a los 12 años) pero que escribió hace dos semanas. Nos mostró su diario íntimo, con stickers de Independiente y aclaró con total autoridad y crudeza que "escribir un blog, no es lo mismo". Y tiene razón, qué mierda.

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Ahora solo te queda venir
para que puedas decir
como la Mississippi
"yo estuve ahí"

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Miércoles 9 de mayo
21.30 hs más o menos
entrada gratis
El Conventillo de Teodoro
Jota de Perón 3615
esq. Mario Bravo

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