lunes, mayo 21, 2007

De lecturas...

Hablando la otra vez con Osvaldo Bossi me llenó la cabeza de preguntas. Preguntas que todos saben que me hago y también les hago. En la misma mesa estaban Walter Cassara e Ignacio Molina. Y nos informábamos (hablo por mí) los unos a los otros sobre quién es cada uno. Salíamos de una lectura de poesía por el barrio de Palermo y hablando blablablando nos dimos cuenta que más o menos andábamos en la misma.
Que no hay vanguardia.
Que no hay pilas.
Que todo parece comprado.
Que a nadie se le cae una idea.

De a ratos congenio con ese pesimismo, de a ratos no. Todos saben que le pongo pilas y que merezco el Oscar a mejor Guión. Ahora, con un buen guión, no hacés la mejor película. Y solo querer hacer UNA gran película debería ser una ambición deleznable. Entonces, puedo cocechar algunos elogios por el trabajo pero con eso no aseguramos nada... ni hablar del abogado de Seguro.
Entonces aparecen las lecturas. En principio es toda una explosión que motoriza la narrativa. Pero ahí no queda todo. Porque de Alejandría no hubiera surgido nada. Esa explosión entre todos le queremos dar una forma, darle forma al hongo. ¡Es imposible! En esto estamos de acuerdo muchos: ninguna lectura es previsible. Por más que hayamos tratado, preparado, forzado, la noche se te escurre entre los dedos.

Lo importante, como decía Bossi aquella noche de asadito y molleja, es renovar. Una idea trae otra. Y no está mal que, por ejemplo, Los Mudos dure un par de años y nada más.

Lo importante, la búsqueda, lo nuevo, la audacia y adolescencia inconciente, hoy, no pasa por Los Mudos. Creo que sí merece un reconocimiento pero hay que darle un pequeño espacio a La Góndola (una maratón indomable de sensaciones y lecturas) y a las lecturas de Ensayos en Vivo.

No me olvido de las otras pero estas dos proponen dos cambios para mí más que importantes: en la Góndola se cobra entrada, algo con lo que estoy en desacuerdo (sí, ya sé que es para la rifa pero podés ir a Los Mudos y no te cobran nada por exactamente lo mismo) y en los Ensayos... la lectura está a cargo de un profesional (o futuro profesional) y no a cargo de un escritor. (Aclaro; escritor escritor somos todos, no se me pongan estrechas que exagero para la trocha gorda, tomáte la pastilla si no).

La Góndola propone un "todos a escena". Ensayos propone un "ven que no muerde?" Las dos son como bien lo describiera Agustín Valle alguna vez: "Es como un niño que empuja un globo hacia arriba. Solo sabe que va hacia arriba, si vuela al costado izquierdo o el derecho, no importa, lo que importa es que esté en el aire".

Creo que estamos de acuerdo en algo: para los que organizamos lecturas este es un momento que no se puede desaprovechar y en esto meto a todos los que empezamos hace poco, Alejandría, Es a propósito, Los Mudos, La Góndola, Pipi Cucu, El Quinteto de la Muerte, Los Tamariscos, Carne Argentina, El Interpretador, La Drucaroff y La manzana en el gusano de las últimas dos más recientes.


La pregunta, mis Bomberos, es ¿cómo hacer para no pisarnos la manguera?

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