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miércoles, abril 22, 2009

Eh, vo, luser



Los demás se van de a uno por la puerta, algunos miran para atrás para verla a ella, sentada, que no brilla como siempre pero sigue siendo quien es, y por eso la miran. Cuando quedan los que quedan, Luis, los dos muchachos y ella, Candelaria pide que la excusen un momento y entra al cuarto donde está Roberto. Cierra la puerta. Pasan algunos minutos. Cuando sale tiene lágrimas en los ojos. Vuelve a sentarse. De lejos se oyen las sirenas de los autos de policía que se acercan. Candelaria intenta hablar, pero la risa se lo impide.


Marcelo Guerrieri | Julián Urman | César Aira



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martes, abril 21, 2009

Eh, vo, Lolita


Ivana es alta y flaquísima. Usa gorro con visera y remeras gigantes. A los ocho años, tener quince es una fantasía inevitable.


Marina Kogan | Cecilia Pavón | Marina Mariasch
publicado en el libro
"Confesionario II"
página 103

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Ganadora de un cd:
La campeona de Nado


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lunes, abril 20, 2009

Eh, vo, Fiona

¿Así que según habías dicho el concurso es de campañas contra la discriminación? Pregunta el alemán a la alemana que dice: eso me dijo la ucraniana pero esta chica es actriz, ¿qué puede saber ella?, las chicas así sólo piensan en Broadway, en ver su nombre en neón junto a la cara de Shrek.


Laura Meradi | Sonia Budassi | Claudia Piñeiro


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domingo, abril 19, 2009

Eh, vo, lamparita

Parecía que nunca iba a terminar de decidirse, pero el electricista por fin la tomó entre sus brazos y la besó con pasión. Diana cerró los ojos y esta vez supo que sí, que podía entregarse por completo porque los que la rodeaban eran los brazos del hombre que amaba. Esa noche, esa mañana, durmió hasta las diez u once porque su madrina estaba en Chacabuco y porque en los días-sin-madrina el despertador no suena y el teléfono tampoco y entonces ella duerme hasta ser despertada por el electricista que de una vez por todas viene a cambiar esa lamparita que, precisamente, su madrina quemó y luego repuso en el supermercado.



Félix Bruzzone | Violeta Gorodischer | Damián Terrasa


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sábado, abril 18, 2009

Eh, vo, lamda lamda lamda


Respondiendo al lamento de la mujer policía, las estudiantes, dentro de sus departamentos, abandonan sus libros y se asoman a las ventanas de sus respectivas habitaciones. Llevan el pelo atado en coletas y remeras de colores suaves y alegres. Las estudiantes, a coro, se dirigen a la mujer policía.


Federico Falco | Daniel Link | Pola Olaixarac


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viernes, abril 17, 2009

Eh, vo, Gato

adivine quién escribió

-¿Vos no serás yuta, no?
-Volá de acá, infradotado. El Ropi que te tomaste no te deja distinguir un perro de un gato.
-¿Y vos cómo sabés si tomé Ropi? Tengo razón. Sos yuta...
-No, nene. Solamente el Rohypnol te pone la cara de boludo que tenés.
-¡Epa!... ¿Sabés que si yo quiero puedo golpearte acá, y nadie te va a oir?
-Que yo sepa los flecos no pegan. ¿Entendés, fleco deshilachado?
A veces puedo ser mala. Altanera. Herir con las palabras es lo que mejor me sale. Igual que Rodrigo. Al cico disfrazado de muerte lo dejé desarmado. A lo mejor sólo quería quedarse al lado mío un rato. Qué poco amistosa. No le di tiempo ni a que djara de balancearse, lo espanté con dos frases. Ahora ya es tarde, se fue nomás, puteándome por lo bajo, la mirada llena de sombras, abrochándose su campera de jean y cruzándose de brazos, como si mi descortesía hubiese dado en el blanco. Como si lo hubiera ensartado con un chucho de frío inesperado. Pobre pibe, encima se notaba que no era de por acá.



Samanta Schewblin | Lucila Román | Leonardo Oyola


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