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miércoles, octubre 27, 2010

Luto

dibujo en lápiz


Hoy falleció Néstor Kirchner y se realizó el Censo Nacional.
Todos recibieron la noticia en sus casas porque el feriado nacional se acató con entusiasmo. Una calma alegre que demostró el interés por la participación anónima, la participación en un gran proceso y proyecto.
Su muerte fue repentina, muerte súbita. Falleció en su hogar quién sabe si consciente de que no podrían revivirlo. Dicen que tenía pulsión insaciable de vida. Tal vez nunca se sepa con certeza. Los que quedamos tenemos esa expresión crispada, ambigua, entre el grito y el llanto. De todas maneras, también quedaron los perversos e idiotas así como los provocadores e ingenuos, los sutiles y verborrágicos.

En mi caso, que vivo momentos aciagos por otros motivos, tengo una profunda sensación de malestar. "Pura sangre..." me está purgando (valga la cacofonía) pero hoy el embarrado emocional que me tiñe las horas ha tomado demasiado protagonismo. Quisiera ser grande, aullar para muchos y que se me respete. Quisiera que hubiera un Néstor en mi partido, algo que admirar, una referencia intelectual, honesta, con fallas para tener que salir a dar mi apoyo. Porque si fuera perfecto no necesitaría el apoyo. Pero por lo pronto no lo hay a pesar de que en varios ámbitos se estén gestando referentes con estos hechos históricos como formadores de opinión. Hechos irrepetibles; herida profunda.

Estas "fallas" que han sido destacadas en el movimiento kirchnerista tal vez no sean tan así (y estoy pensando en voz alta). Quizás por eso haya tenido ese grupo de militantes tan apasionados y convencidos. Una persona con errores necesita de otras personas que lo justifiquen, lo legitimen, para bancarlo, para demostrarle que puede seguir. Y lejos de ser "errores", estoy convencido de que Néstor aplicaba "las fallas" como parte de una estrategia. Inteligente, sublime estrategia: "los cinco pal peso los ponen los militantes y con ellos hago el TODO".
Inteligencia, arrebato, convicción.
Los militantes como evidencia de un error ex-profeso por parte de un líder que busca la compañía y no la empatía.
En la Historia ha habido mejores refentes, pues claro. Algunos otros han abusado del error, un error poco convincente, un error que nada estimula. La construcción en este líder se ha edificado desde la positiva, en un contexto tercermundista repleto de falencias, intolerancia y bajezas intelectuales. Quizás con las centurias eso cambie y haya tantos puntos como íes en el discurso. Hoy se puede decir que no pero también se puede decir que se está madurando.

Este día, seguro, ha sido difícil.
Y siendo las 13 horas del día en que el país se mancomunó decidido a mirarse al espejo para contarse las arrugas, no deja de sorprenderme lo poético de su propia muerte.

Estoy y estaré en la vereda contraria pero no puedo dejar de lado mi sensibilidad. Es una jornada muy triste para gente que admiro y provoco. Gente que por unas horas perderá su combustible espiritual, otros que han perdido las convicciones y los menos que abandonan la lucha en este preciso instante. En hospitales, en los claustros académicos, en Bulnes y Perón, en Santa Cruz. Gente que está siendo arrebatada por el avasallante sentimiento de desgracia y resignación. Entristecida y abatida.
De ninguna manera es aprovechable este momento.
Rivales que me estimulan hoy están en pausa. Rivales que me desafían están de luto y creo que mi función, si me es dado pensar una función para mí en esta ciudad de mierda, es la de esperar lo que sea necesario para volver a la contienda con mis colegas. A la construcción desde la disidencia y el debate.

Mis amigos y enemigos necesitan este luto.
Y yo, nobleza obliga, voy a sumarme a él.



*

miércoles, octubre 14, 2009

Feliz cumpleaños, Maestro

hoy cumple 75 pirulos
nació el 14 de octubre de 1934
en Villa Diamante, Buenos Aires



Accavallo vs Takayama

El 1 de marzo de 1966, Accavallo conquista el título mundial mosca AMB (Asociación Mundial de Boxeo) ganándole al oriental Katsuyoshi Takayama en Tokyo, Japón. (FOTO)

La pelea era a 15 rounds estando en juego el título mundial mosca AMB en condición de vacante. Antes de sonar el primer campanazo, mientras se le colocaba el protector bucal al boxeador argentino, Takayama empezó a trotar hacia un Accavallo que estaba de espaldas y en el momento en que suena la campana, Accavallo se da vuelta para combatir encontrándose con Takayama quién le ubicó un violento ñoqui a "traición" que fue reglamentario (aunque no dentro del código de honor del boxeo). Se repuso con unos huevos bárbaros y, transcurridos los 15 asaltos, se quedó con la victoria y la obtención del título mundial por decisión dividida de los jurados siendo 73-69 (Accavallo) 71-70 (Takayama) 74-67 (Accavallo).


*

viernes, julio 24, 2009

Quiero pasear por la ruta 4

Tengo espasmos cuando veo
los 306 de plaza





Conduciendo mi camión
estoy viendo asomar el sol.
Respirando el amanecer,
las distancias intento vencer.

El insomnio de una noche sin luna,
se va muriendo.
Y el día nace mostrando la ruta
que andaré.

Se alimenta mi corazón,
del constante rugir del motor,
esforzándose por rodar
dieciocho ruedas sin lamentar.

En las horas del rural sacrificio,
nos están viendo,
como un sueño inalcanzable, perdiéndonos...

Perdiéndonos
en el constante llevar y traer
pesadas cargas ganando el sustento.
Conduciendo un camión
yo me echo a pleno viviendo este sueño

Al que mi vida entregué,
como mi padre hizo ayer.
En él está mi felicidad, no necesito más
por eso canto lo que siento, en un camión.

Mediodía en la ruta es
y yo intentando distancias vencer.
Pienso en los muchos que sabrán
mi canto guardar
Sólo de sentirse contentos en el camión
vivendo el sueño en el que estoy.

Haciendo un alto al atardecer
bajo unos árboles, guachos de tiempo.
Junto a mi camión
nos ve descansar el campo abierto.

En las banquinas me enredé
y sólo mi camión lo sabe bien,
las rutas y su soledad
mi canto guardarán
Sólo para verme contento
en el camión viviendo el sueño.

Al que mi vida entregué
como mi padre hizo ayer.
En él está mi felicidad, no necesito más
por eso canto lo que siento, en un camión.

En un camión...

Hermética
hoy en la lectura de
El Quinteto de la Muerte
El Mojón
Gallo 769
*

miércoles, junio 17, 2009

Semana tremenda

viejo pero no tan peludo


uno más que se apaga
falleció
Alejandro Doria
chochamus


*

lunes, junio 15, 2009

Falleció Daniel Muxica

y el Jorge le escribió
un recordatorio

Daniel Muxica
“Aprenderá que es soberbia
agregar adjetivo alguno a la muerte”



a Gabriela Pais y Ricardo Rojas

Es difícil comenzar a conjugar los verbos en pasado. Recién vuelvo a casa, y llega a mí una de esas noticias que remecen como un relámpago ciego: “murió Daniel Muxica”. Y como si no alcanzara a entender, modulo la sorpresa con los labios. Busco qué pasó con él, si quizás es una broma, pero no encuentro ninguna noticia, salvo un mail escueto y una nota en un blog.

A Daniel lo vi en febrero, y supe que viajaba invitado a un encuentro de poesía a Estambul; bromeamos con las odaliscas danzando –como en su libro sobre las bailarinas- mientras el poeta recitaba. Después de su paso por Europa trataríamos de que viniera a Chile con su amigo, casi hermano, Ricardo Rojas Ayrala. Conversamos mucho rato, como le gustaba a él. Es -insisto en presente- el típico argentino que habla en extenso, con gracia y humor narrativo, a lo que suma un puro a la boca. En Argentina he encontrado mejores personas que en Chile, seres humanos que no tienen ese recelo clasista, con dosis de resentimiento y desconfianza, tan típica de nuestro país. Se nota en algo que nosotros hemos perdido: el trato. La cortesía, esa forma de acogida gratuita, es una hospitalidad que la clase media argentina conserva. No pienses que soy un “maleducado”, me dijo Daniel, cuando una vez se colgó –como dicen allá- y olvidó dónde nos íbamos a reunir. Esa palabra –“maleducado”- no la escuchaba desde mi niñez, como varias palabras que uno oye en Argentina, dando cuenta no sólo de la resistencia a la tecnología propia de la vejez de Buenos Aires, sino también de ciertas formas de trato que persisten en su vida cotidiana.

Las veces que nos encontramos charlamos horas. Daniel tenía una manera característica de delinear su capacidad discursiva, unía la última palabra de una idea con otra, sin desmayo, de tal modo que cuando uno pensaba que podía intervenir, ya estábamos en un nuevo giro de la conciencia. Una vez, por ejemplo, cuando pasaba por Corrientes, calculando precios y libros como típico extranjero receloso, lo encontré de improviso en una mesa al medio de la calle; me invitó algo de beber y conversamos por largo rato junto a Ricardo Rojas sobre la escritura y la relación con la política (unión que es imprescindible en la mayoría de los escritores argentinos). Pasamos de Perón a establecer relaciones entre Racing y Wanderers, algunos poetas interesantes de nuestros respectivos países y la política de derecha que gobierna Chile. Daniel se esforzó en todas nuestras conversaciones por explicarme con detalle el peronismo; intentando, creo, exponer su relación con la izquierda peronista. Creo, porque todavía no comprendo exactamente la diferencia entre los movimientos políticos de Argentina.

En mi segundo viaje a Buenos Aires, me invitó a la noche para comer un asado. Su casa estaba ubicada en un sector áspero, cerca de Avellaneda, en Barracas. Llegué sin hablar una palabra tanto en el colectivo como en la calle para que no notaran el acento, intentando reconocer la dirección. Allí estaba su esposa, la poeta Gabriela Pais, Luis Tedesco y su familia, además de dos enormes perros que giraban alrededor de la parrilla y unas columnas griegas que me llamaron la atención, tal vez porque irrumpían de pronto en medio de la casa haciendo eco con la bella arquitectura anacrónica de la ciudad. Más que conversar de poesía, estuvimos hablando de política y, por ende, de Fútbol. Dos temas que a la larga terminaron unidos al ejercicio de la escritura. Había publicado hace poco su libro La conversación, y aparecía una reseña en la revista Hablar de poesía, escrita precisamente por Tedesco. Un poemario interesante en varios aspectos, que me propuse releerlo como un homenaje a Daniel, y tomé algunos, breves, apuntes afectivos.

Llama la atención, en primer lugar, la apelación constante al lector, hablándole directamente como si estuviera en una conversación -tal como el título del libro- pero no una cualquiera, sino una referida a la imagen, los deseos, las palabras, la muerte; es decir, un diálogo metafísico escrito desde la soledad. Porque a pesar de que el libro llama a una conversación, hay una voz desperdigada en la página con un tono reflexivo e interrogante de su extravío, asemejándose tal vez a algunas narraciones de Samuel Beckett. “EN EL FINAL/ querrá hablar/ aprenderá que el lenguaje es la última soledad/ tomará el teléfono para llamar a nadie (…) y no hay sótano más oscuro/ más húmedo/ más minucioso/ más ninguna parte/ que lo que cada uno dijo”. Y ese es el fin de la conversación.

Para alguien como Daniel, una persona tan llana, que desplegaba una amistad franca y acogedora, asombra el resultado de este libro, el tono de monólogo extraviado al que conjuga la mirada y la visualidad, junto con la inserción de frases autorreflexivas puestas entre paréntesis y cursivas, cerrando con una contraportada en que se incluyen solamente “X” y una pintura de Francis Bacon. En la gacetilla de prensa que acabo de encontrar en mi ejemplar, dice: “una poemática singular, un juego dialógico entre la imagen del sujeto camino a la muerte y el sujeto conversando con ella”. Cierto, pienso ahora, quizás la única manera de charlar con la imagen de la muerte, que es asimismo el paso del tiempo, sea el monólogo, el sin sentido al que queda uno expuesto en las vísperas. También muestra que, a pesar de la amistad y el cariño, la conversación y las palabras, hay algo de intenso monólogo como remanente de la experiencia. Algo que nos dice que no conocemos cabalmente a quien se encuentra a nuestro lado, algo no mencionado. Algo que me hace pensar en el Daniel que nunca conocí.

Sin embargo, en el mismo ejemplar que tengo de La conversación está el tríptico que anuncia el Encuentro de poesía donde nos conocimos en la ciudad de Tandil, el año 2006. Y da cuenta de varios datos que generalmente uno puede mencionar de una persona. Por ejemplo que publicó la revista Los rollos del mal muerto, una edición bellísima que se confiesa como una publicación incómoda, como de hecho lo es; fue director de La bohemia, una editorial dedicada a la poesía, hasta que dejó su cargo. Publicó varios libros de poesía y narrativa, y podemos agregar que estaba a punto de publicar un nuevo poemario por el hermoso sello editorial Bajo la luna, y una novela por la conocida editorial Mondadori. Las dos publicaciones debieran salir entre julio y agosto de este año. Esas cosas se pueden mencionar, pero lo más importante es que de sus conversaciones puedo decir que era un amigo afectuoso, era uno de esos poetas que recogen a través de sus palabras el aprecio y la admiración sin retorcimientos. Era una de esas personalidades de la celebración, con responsabilidad política y capacidad de escucha. Era, y es difícil decirlo, porque la muerte deja la sensación de un fraude, la indignación por una injusticia que quiere revocarse. O como acuñan sus propios versos: “estará usted entonces en la sensación misma/intentará sobreponerse/ distinguir detrás el relámpago que ciega”.


Jorge Polanco Salinas
Valparaíso, junio de 2009



*

martes, abril 28, 2009

Idea Vilariño

que en paz descanse
18 de agosto de 1920
27 de abril de 2009


YA NO

Ya no será,
ya no viviremos juntos, no criaré a tu hijo
no coseré tu ropa, no te tendré de noche
no te besaré al irme, nunca sabrás quien fui
por qué me amaron otros.

No llegaré a saber por qué ni cómo, nunca
ni si era de verdad lo que dijiste que era,
ni quién fuiste, ni qué fui para ti
ni cómo hubiera sido vivir juntos,
querernos, esperarnos, estar.

Ya no soy más que yo para siempre y tú
Ya no serás para mí más que tú.
Ya no estás en un día futuro
no sabré dónde vives, con quién
ni si te acuerdas.

No me abrazarás nunca como esa noche, nunca.
No volveré a tocarte. No te veré morir.


*

martes, diciembre 30, 2008

4 años

eran 194

Agüero, Ezequiel
Aguirre, Fernando
Alegre Babich, Juan Pablo
Amaya, Gastón
Antón, Agustina
Antón, Paula
Aramburu, Milena
Arias, Martín
Arnaldo, Jorge
Arnaldo, Mariela
Avalos, José Leandro
Avendaño, Sergio Daniel
Azaar, María Victoria
Barbalace, Gisela
Becker, Carol
Bello, María Laura
Belascuain, Gustavo
Belzunce, Eduardo Rubén
Benítez, Mariano Alexis
Blanco, Lautaro
Bonomini, Sebastián
Bordón, Leandro
Bordón, Solange
Borras, Gabriela
Branzini, Romina Tamara
Broggi, Erica
Buitrón, Zaida Violeta
Cabrelli, María Angélica
Cabrera, Gloria
Cabrera, Silvia
Calderón, Matías
Calderón, Roberto
Canziani, Soledad
Castale, Abel
Castro Fuentes, Romina
Cayón, Julián
Colnaghi, Nicolás
Confino, Martín
Chaparro, David
Cordero, Ignacio
Cordero, Ricardo
Cortés Volla, Juan Carlos
Crivelli, Paola Analía
Cruz, Leonardo Gabriel
Cwierz, Macarena Sol
Cwierz, Sebastián Ricardo
Chaparro, Leonardo
Dagatha, Mayra
De Olivera, Mariana
De Rose, Liliana
Del Canto, Guido Nicolás
Díaz, Florencia
Díaz de Longo, Marisa
Diez, Florencia Laura
Dilva, Paz
Djerfy, Osvaldo José
Escalante, Liliana
Escobar, Sergio Antonio
Espínola Monje, Denis Aurelio
Espinosa, Pedro Gabriel
Farreras, Sebastián
Fermoselle, Juan Ignacio
Fernández, Laura
Fernández, Diego
Fernández, Mayla Soledad
Fernández, Sebastián Alejandro
Ferreyra, Franco
Ferucelli, Juan
Flores, Florencia Soledad
Flores, Romina
Fucci, Pablo
Funes, Andrés
Gamarra, Mercedes
Gambassini, José Luis
García, Alejandro Matías
García, Gastón Guillermo
Gavilán, Matías
Ginalt, Jorge
Gioffre, Claudia
Giovanini, Carla
Gómez, Analía
González, Abel Rodolfo
González, Federico Nahuel
González Cedrés, Patricia
González Fretes, Alicia
Guevara, Yamila Lucia
Guzmán, Lucas José
Ibañez, Roberto
Iglesias, Pedro Tomás
Jara, Teresa Marta
Juárez, Sebastián
Katz, Pablo
La Bella, Matías Ezequiel
La Via, Adriana Inés
Lamenza, Marcelo Alberto
Lanas, Noelia
Lanatta Dieguez, Juan Ignacio
Landoni, Carlos Nicolás
Lasota, Jhonatan
Ledesma, Luisana Aylén
Leiva, Julio Alberto
Linares, Paola
Lizarraga, Erica
López, Pedro Antonio
Lucas, Esteban Rodrigo
Luparello, Gabriel Maximiliano
Maggio, Diego Reynaldo
Malenovsky, Ariel
Mansilla, Jorge
Marchiano, Gustavo
Mastrángelo, Federico
Mazzeo, Mario
Mazzurco, Elisa
Medina, Fernando Horacio
Medina, Mariano
Mendieta, Evaristo
Migliaro, Leandro
Molteni, Federico
Morales, Sofía
Musante, Guido
Nieva, Nicolás
Novoa, Cecilia Irene
Novoa, Daiana
Orrego, Mauro Noel
Ortiz, Débora
Oviedo, Ana Laura
Pata, Walter Jorge
Peón, María Celeste
Peret, María
Pereyra Silva, Jorge
Pérez González, María
Pérez, Lucas Gabriel
Propato, Lucía
Ragonese, Carolina
Ramírez, Griselda Noemí
Ranieri, Silvina Noemí
Renna, Cristian Alejandro
Rodríguez Righi, Emiliano
Rodríguez, Hernán Leonel
Rojas, Fernanda
Rojas, Luis
Rojas, Marianela
Rojenzo, Carolina
Romieux, Cecilia
Rosengartt, Julián
Ruiz Canemann, Osvaldo
Ruiz, Sergio
Sanabria, Silvia
Sandoval, Rosa
Santana, Luis Alberto
Santanocito, Alicia
Santanocito, María Belén
Santillán, Jackeline
Santillán, Valeria Liliana
Schpak, Leandro
Segovia Ríos, Sofía Adriana
Sillak, Nicolás
Solís, Walter
Soraide, Pablo Mariano
Stempler, Romina
Taborda, Gustavo
Tolosa, Roberto
Torba, Leonardo
Torres, Mario
Torres, Mario Ramón
Torres, Jonatan
Trujillo, Alejandra
Urcullú, María Sol
Valsangiácomo, Mariano
Valsangiácomo, Verónica
Veigas Mendes, Cristian Mariano
Vera, Javier
Villalba, Viviana
Vitale, María Lidia
Yanni, Darío
Zacarías, Walter
Zalazar, Pablo Adrián
Zamudio, Hugo
Zapata, Osvaldo
Zárate, José Luis
Zerpa, Gustavo Ariel



*

jueves, noviembre 27, 2008

El Indio, un ejemplo



Cuando ya te ha ido bien y todo el mundo lo que quiere es un pedazo de tu torta, en realidad, ya no tenés los problemas que tenias cuando recién empezabas, de que hay un montón de consejos férreos que te dan los productores y todas las decisiones que toma la compañía por vos.
En éste momento seguramente, si yo firmara un contrato con la Warner o cualquiera, es para que haga lo que se me canta el forro de las pelotas porque está comprobado que funciona, simplemente quieren tenerte en su grilla, es eso lo que pasa.
Lo que está bueno es que no tengo que consultar con nadie, ni cronometrar con nadie nada, son las decisiones que tomo yo, nadie me presiona para que saque el disco, si yo lo voy a sacar cuando creo que está, entonces esas son las ventajas.
Económicamente, en realidad me estoy enterando lo que ganan los artistas, los grupos oficiales, y ganan bastante bien, en el caso mío, independientemente de que me va bien porque va mucha gente a verme, yo el show que tengo montado en éste momento necesito de 20 a 25 mil entradas para pagarlo y como no me gusta los sponsors, lo pago con el culo, es así de simple. A mi me va bien, pero tampoco lo que cree la gente, porque la mitad del público que me va a ver, en excelentes condiciones, que son 40.000 personas, se lo lleva el armado de los equipos, las pantallas, el costo de armar un show de éste tipo.
En realidad de lo que no tengo ganas, es de estar fichado en ninguna grilla, me fue bien hasta ahora, no necesité nunca de eso, y la contra es que te hace sentir el peso, te alquilan el equipamiento para que vos no lo tengas, aunque ya no lo van a usar, su relación con los medios es mucho mas aceitada que la tuya, mientras que vos das un reportaje cada mucho tiempo y no pagas prácticamente nada, y los medios de ésta gente paga páginas enteras de promoción, hace invitaciones muy cordiales porque en realidad paga todo los sponsors, lo mismo que la venta de entradas, vos compras un teléfono y te regalan 2 entradas, entonces económicamente es muy conveniente estar fichado. A nadie le interesa un modelo de éste tipo.


*

lunes, noviembre 03, 2008

En paz descanse, maestro... pero vuelva, eh...

foto vía Gustavo López




Hace muchos, muchos años, en una galaxia muy lejana, cayó en mis manos un pequeño libro donde escribían varios autores sobre José Luis Mangieri.
Mi relación laboral con mis jefes era lo que se dice de sapito; en algún momento me acercaba al agua y parecía que me ahogaba pero de puro jete rebotaba y seguía dando piruetas en el aire. Tarde o temprano, como todo canto rodado, me hundí en el agua y nadie me pudo sacar. Siguiente parada: librería del Rojas o como se me ocurrió una noche de borrachera en un Pancho 95, el Purgatorio.

Todavía trabajo en el Purgatorio pero algo cambió.

En aquellos primeros días, en los que me sentía en la Siberia de Mierda (otro apodo que recibió la librería porque estaba al lado del baño y cada vez que una vieja se tiraba un pedo hasta los autores de los libros se quejaban del olor) me sentía especialmente como el culo. Muy deprimido. Pero deprimido de esa manera que solo un amigo que te conoce y te ve piensa ¿a éste qué le pasa?
Miles de cosas me pasaban.
Había dejado de operar y mis compañeros me habían dejado en banda tanto que de un día para el otro pasé de estar en la oficina donde se coordinaban 600 cursos de todo tipo para terminar en un stand de libros donde vendía 2 por semana pero me la pasaba indicando que sí, que ibas bien para el baño, mientras te meabas o te cagabas.
Una completa desilución.
En esos momentos muchos prefieren salir, bardear, meterse en alguna bastante explosiva. A mí, en cambio, se me da por leer. Esos momentos son durante los cuales lloro mucho mirando películas o leyendo libros.

Me acuerdo que por esos días estaba pensando en arrancar con la Editorial Funesiana. Era una idea loca que no tenía respaldo de ningún lado. Pura intención. Todavía no estaba junto a todos los que después me ayudaron y ni siquiera sabía si tenía que dedicarme o no; sí sabía que no iba a ganar plata ni fama ni chicas y encima iba a perder tiempo para escribir. Lo que ningún rockstar quiere.

Y me llegó, de entre todos los libros, el de José Luis Mangieri. Otras épocas del Rojas cuando se ponían las pilas con los libros. Y porque estaba el gordo Fonderbrider que era insoportable pero que tenía unos proyectos que vos decías ¡no mames! Y te sacaba la biografía de la Maresca o del Mangieri o un par más que ahora no vienen al caso.

Lo que más me sorprendió del libro fue que mientras leía me costaba pensar que el tipo no estaba muerto. Todos hablaban en un tono que parecía que o estaba postrado o estaba muerto. Pobre tipo, pensaba mientras leía pero al rato se me dibujaba una sonrisa o me entusiasmaba saber que había uno entre varios que se pelaba el orto para que muchísimos escritores pudieran sacar a luz excelentes (o no) piezas literarias que nadie podía entender.
Toda su vida para mí era un descubrimiento.
Todo él era para mí estimulante.
Muy de a poco, en dos o tres días que duró la lectura reflexiva de aquél libro, me fui saliendo del estado nardo depresivo y me volvió el color a la piel.

El sábado pasado volvió a fallecer José Luis Mangieri. Un tipo que tenía mil vidas. Que en cada proyecto que se le terminaba, como le ponía el cuerpo y el alma, moría con las botas puestas.

Mientras leía su vida me parecía que un tipo así existe cada 100 años y también pensaba en los forros que no cuidan a tipos como él porque "no les parece". Mientras pensabas que había muerto junto al proyecto de esa editorial o aquella revista, mientras estabas de duelo, mientras pensabas y ahora cómo seguirá la cosa, quién tendrá la papota ahí estaba José Luis, con las botas todas rotas, montado a un caballo hermoso y enroscado en un nuevo proyecto literario que vos decías quijodepú, de dónde saca las pilas.

Ese libro es apasionante.

Un poco melancólico pero ya te digo, a los meses yo estaba muchísimo más decidido y puteando porque no había podido ir a una mesa donde el viejo hablaba sobre libros y editoriales independientes. Y tanto moco derramado al pedo, me decía. Ese tipo es más piola que todos nosotros juntos y encima está vivito y coleando.

Unos meses después lo veo en la presentación que hace Vox por la reedición de un libro de Fabián Casas en la librería Gambito de Alfil.
De ahí es esta foto que mandó Gustavo López.
Una presentación genial.
Todos contando cómo se conocieron. De dónde se habían conocido. Y riendo copa de vino en mano. Desmitificando millones de mis prejuicios y mis miedos. Haber sido testigo de aquél encuentro entre amigos también me edificó. Casas, Cucurto, Villa, Durand, Garamona, Bejerman y unos cuantos más que están y no están en la foto.
En el centro José Luis, con la boina loca, abrazado a Cucu.
-¿Quién es el viejo ese?- le pregunté a uno.
-¿El muñe de la boina? Mangieri.
¡El muerto!, me dije y me acordaba del libro en el Purgatorio, de mi depresión repentina, el olor a pedo de vieja, los consejos que le daba a todos y me los daba a mí como lector, agitador, escritor...
No, no... no me acerqué. No me dieron los huevos. No sabía qué decirle. ¿Qué le iba a decir? Sí, yo te leí, bah, no, leí a un montón de escritores hablando de vos... Sí, parecía que te habías muerto... pensá que yo no te conozco... Me gustaba tu forma de ver la vida, tus anécdotas, los años de plomo, cuánto huevo, viejardo, ¿y ahora en qué andás? ¡Qué grande! Siempre en alguna vos...

No... no me animé o en ese momento no se me ocurrió.
Y el sábado volvió a fallecer.

Te juro... Para mí que no murió. Para mí que te hace creer eso porque es un tipo así, que va hasta el final, que se la juega entera. Debe ser un invento de un Spam y varios periodistas se lo creyeron.
Yo todavía lo voy a estar esperando. En serio. Vas a ver. Va a aparecer arriba de algún corcel negro, a los gritos pelados, arriando escritores perdidos o confundidos al grito de ¡vamo´che, que hay que publicar, carajo! ¡Dejense de joder y ponganse a laburar!

Te juro, parece que no pero Mangieri tiene quichicientas vidas.
Y todas son una masa.


*

viernes, julio 18, 2008

Felicitaciones, amigo, te lo merecés

Me contó antes
Ale Parisi

Dice El País, de España
Biedma y Oyola obtienen el premio Dashiell Hammet de la Semana Negra

El español Juan Ramón Biedma, con El imán y la brújula, y el argentino Leonardo Oyola, con Chamamé, han ganado hoy el premio Dashiell Hammett a la mejor novela negra que concede la Asociación Internacional de Escritores Policíacos en la Semana Negra de Gijón.

[...]

El jurado del Hammett ha considerado "injusto" tener que desechar una de las dos mejores novelas presentadas este año y ha concedido el galardón "compartido" entre el español y el argentino. El imán y la brújula es una novela política de la España de 1926 con una trama de espionaje en la que abundan situaciones extremas con el trasfondo del fin de la guerra de Marruecos.

Chamamé (ritmo musical bailable tradicional del noreste argentino) es un relato trepidante de una persecución entre dos bandas de piratas del asfalto en un ajuste de cuentas por el robo del botín de un atraco, según ha explicado un emocionado Leonardo Oyola.

- - - - -
Y, por supuesto, felicitaciones también
a la Editorial Salto de Página
por la valiente apuesta
- - - - -
a esperarlo en el Aeropue´to
qué jodé


*

jueves, mayo 29, 2008

Un tipo que la sabe lunga


[...] Durante esos años —flaco y elegante— descubrí unas cuantas técnicas que el gordo roñoso que soy ahora (y que había sido antes) no conocerá nunca. La más importante ocurrió una mañana, y fue sin querer. Había pasado la noche drogado y me amaneció el hambre en la cabeza. Un hambre voraz y primitivo. Como ya era de día me vestí para ir a la redacción y de camino pasé por una panadería de la avenida Santa Fe. Yo estaba de punta en blanco, hermoso. ¡Ah, qué bien me quedaban los trajes en los noventa! Pedí media docena de medialunas y una empleada joven las empezó a poner en una bandeja [...]

la verdadera gran historia
sin censura
que salió el domingo en
la revista C de Crítica de la Argentina
Un pibe que de joven no tiene nada
pero como narrador le pasa el trapo a más de uno

[ historia completa ]


*
ah, postdata: aguantá gordo querido que te están queriendo colonizar. "hambre voraz y primitiva" suena como la recalcada, cajetuda y olorosa concha de la lora... pero no te cortes los dedos hasta que consiga la maquinita que tiene Stephen Hawking para dictar los textos...
después hacé lo que quieras


*

miércoles, mayo 14, 2008

El viernes a emborracharse

Por Héctor Urruspuru

Se cierra el círculo...
Mandala extraño de más de 10 años de vida.
Me voy. A fin de mes me retiro. "Todo tiene un final, todo termina" decía Vox Dei.
Me retiro de MALDITA GINEBRA
Si quieren, otros la seguirán. Ahí les dejo el guante...
Si quieren, continúenla, me tendrán quizás, algunas noches, como espectador, "del otro lado del mostrador"...
10 años en los que gané y perdí cosas, como en la vida, que parafraseando a alguien: "era eso que nos pasaba al lado" mientras soñábamos, bebíamos, y vivíamos en poesía...
Una larga noche de rostros me acompañan, innumerables y bellos, como las estrellas de ese cielo doloroso del Abasto.
No tengo ningún plan a futuro, en lo artístico... pero la poesía, como un río subterráneo, silencioso, corre, SIEMPRE...
Los primeros días de Junio me voy...


*

miércoles, marzo 12, 2008

Triste de verdad


Jorge Guinzburg
3 de febrero de 1949 - 12 de febrero de 2008

Una de las razones por la que escribo en el blog tiene que ver con lo gracioso que puede ser. Con lo gracioso que tiene escribir un día que me corto el pelo al ras y encontrarme con amigos ansiosos por cagarme a pedos porque saben que pelado parezco salido de la tumba.
Otra de las razones por la que escribo en un blog tiene que ver con probar todo lo que se me ocurre. Probar estímulos. Probar si con tal o cual texto te puedo hacer reír, te puedo hacer pensar, te puedo convencer de que estoy enojado, triste, encabronado.
También, otra de las razones que me impulsan a escribir en un blog, tiene que ver con mandar una noticia bomba que nadie más va a tener. Poner el nombre de un escritor y su próximo libro antes que cualquier diario, antes que cualquier noticiero cultural, antes que Zunini, ponele. Tirar una noticia exclusiva y, como Crónica, decir: Exclusivo de The Stirrer Funes.
Una noticia, una exclusiva.
Algo que nadie tiene.
Algo que después van a tener todos.
A mí me gustaría que esta noticia sea un invento. Como el de ayer. Como el ejercicio que practiqué ayer. Que crean que estoy triste aunque no esté triste. Quisiera que esta vida sea un sueño y que este tipo no encabece el post. Quisiera que se borre su nombre de la lista.
-Dale, ¿qué te cuesta?


Sin Jorge Guinzburg en el mundo el mundo no es el mismo. Y perdón por los que creen que cambian el mundo pero para mí, el mundo vil, cruel, hijodeputa y trampero acaba de ganar una batalla. El mundo sin Jorge Guinzburg se vuelve un mal chiste.
Y ahora sí, me crean o no me crean, puedo decir que estoy triste. Es como que un hachazo me cruzó el entusiasmo que tengo todos los días para cagarme de la risa. Sin Jorge Guinzburg en el mundo no se si vale tanto la pena reírse.


Habría que suspender la risa por un día.
Un día entero de acariciarse el bigote.
O de vestirse de colimba y gritarle al oído a ese amigo del alma "¡¡Venga para acá, soldado y enjaboneme la espalda!! ¡¡Dígame cosas lindas al oído y acaricieme la nuca, soldado!!"
O pedirle a Fontova que se ponga el vestido y apoye el bigote en mi hombro, el bigote de Sonia Braguetti, en un abrazo largo, silencioso, para llorar juntos. Uno al lado del otro.
O que cada uno ponga un post, en honor a ese gran reportaje que armabas, y decir cómo fue la primera vez.
Jorge, Jorge, no te vayas, yo te cuento mi primera vez, dale, escuchame, es re divertida. Mirá, tenía 16 años, creo, ahora no me acuerdo bien. Con Carlitos íbamos a bailar y siempre terminábamos recalientes cuando salíamos de The End (Dien) ahí por Flores así que un día me dijo de ir a un cabaret por Directorio para no terminar tan calientes. Fuimos y me tocó una dominicana. Chiquitita, aburrida y asustada. Tenía los pezones re duros y no era mucho más grande que yo. Ni se me paró, un papelón. Bah, sí, al final. Fue como un silbidito. La dominicana ni me miraba. Estaba buena, por eso se me paró al final, pero la hora que pagué en aquél menemista '94 fue la más cara del mundo. Esa fue mi primera vez, Jorge.
No te vayas.
Pedíle a todos que posteen sus primeras veces. Tenés 3 millones de blogs para leer antes de irte, vago. Quedate un toque. Quedate a escuchar esa pelotudez que tiene que decirte el payaso Mala Onda. ¡Qué nabo es! No se... quedate para cantar conmigo, dale.
Jorge, esto sin vos, es medio un garrón, querido.
Ja.
¿Te acordás?

♪♫ ♪♫ ♪♫ ♪♫ ♪♫
las manos mágicas
le dirán
la forma de aprender
bonitos curros
que de garca son

el resto de pende de usteeeeed

las manos mágicas
le dirán
la forma de aprender
bonitos curros
que de garca sooooon

el resto de pende de usteeeeeeee



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viernes, noviembre 16, 2007

Lo que empieza en blog...


[...]

Se nos va Loyds, pero quiere volver pronto y ojalá.
Gracias a él, muchos de los escritores del otro lado del charco, buena parte de "la joven guardia" porteña que avanza a paso redoblado, lo ha tenido más fácil para hacerse conocer en el panorama literario madrileño, superpoblado, competitivo y a menudo oxidado


¿Vuelve? ¿Vuelve el gran operador cultural porteño a las Cañitas? ¿Me tengo que enterar de la posta por los medios como la Gorda Carrió? Por favor, atenti todos la tosca, guarda la batata, que si viene hay que darle un fuerte abrazo y no soltarlo más... hagamos una vaquita para alquilar una minuza que lo agarre de las bolas... esa es buena.

miércoles, octubre 17, 2007

Como zafaste Madonna

pero en el 2008 dice que te juzgan
que Viva el General, entonces
yo ya lo conté más o menos