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jueves, marzo 04, 2010

¿Me pasás tu mail, chuchi?

"para ir calentando motores"
dijo el editor





la forma más inofensiva
para acercarse a Internet
[pronto en su librería amiga]

*

martes, septiembre 22, 2009

Quiero este libro

hacé click para agrandar



Escrito por Max Brooks


*

martes, agosto 11, 2009

Barrabasadas

mientras leía pensaba
en la "función" de mi blog

Lo lindo de dibujar en este cuaderno es que no tiene que estar bien. No tienen que ser graciosos, no tengo que rematar bien el chiste. Puedo hacer experimentos y cosas raras, y de los experimentos a veces sale algo publicable y funcional. Precisamente aquí abajo estoy caminando con un pingüino y pienso cuántos de éstos chistes incomprensibles van a poder publicarse antes de que me rajen a patadas. "No creo que muchos", creo que dice.




Liniers en
Confesionario II
Compilado por Cecilia Szperling
página 127
Libros del Rojas
*

martes, junio 30, 2009

David Wapner

Presenta un libro
felicitaciones, Deivid




Publicado por Editorial Macedonia
se presenta este jueves
2 de julio a las 20 horas
en Archibrazo (Mario Bravo 437)
también estará Sebastián Bianchi
presentando
Manual Arandela
misma editorial

-

El libro que estará presentando es un trabajo que estuvo haciendo desde su blog y al que mucha gente recurrió en un momento especial de la Historia. Deberíamos tenerlo todos. Ojalá que Macedonia quede satisfecha. Por mi parte, aclaro que la publicación del libro me deja satisfecho a mí: gran trabajo.

*

lunes, junio 15, 2009

Seis grados de separación

hasta Liv Tyler
no paramos




Amigos son los poetas
Uno ha escrito más libros que el otro
Ambos tienen una pasión en común
Y el de tapa azul es uno que se viene pronto:

[hacé click para averiguar]



*

lunes, enero 05, 2009

Pola Olaixarac


[ . . . ]
Lo publicaron en el periódico del colegio (los compañeros sugirieron que le cambiara el título por "Pegame y llamame Esma") y cuando fue a mostrárselo a su mamá ésta la abrazó y lloró histéricamente lo orgullosa que estaba de ella. Se sentó en el comedor diario de su departamento de Palermo Sensible, lindero con Villa Freud, y le ofreció otra taza de café. Mara aceptó con más lágrimas en los ojos; se venía una charla densa. La mamá abrió de par en par sus enormes ojos verdes y le acarició la frente amplia y preciosa: Mara, cuando papá y yo nos conocimos, papá tenía una novia y yo tenía otro novio. Yo era troska, él era monto. Mi mejor amiga y yo siempre discutíamos con los montos; no sé por qué, pero ahí estaban los más lindos. Todos con bigotazos, el pelo largo, intelectuales comprometidos. Una noche había elecciones en la facultad y fuimos a armar quilombo a la calle. Estábamos bastante en pedo, y Liliana se había enganchado a uno de las FAR. Bueno, que pin que pan, que qué boludos son los del PST (Partido Socialista de los Trabajadores, ¿te acordás que te mencioné, donde militaba el tío Rober y después se fue?), la cosa es que a mí me gustaba mucho el de Liliana pero hubo un apagón y terminé cogiendo con el amigo, Martín. A Martín lo mataron dos días después, y Rodolfo (el más churro) se fue a hacer el agujero en la muela al día siguiente. Me vino a ver a casa (yo vivía con Liliana, pero estaba claro que quería verme a mí porque cuando me asomé por la ventana de la ochava hizo una seña y yo bajé clandestinamente a encontrarlo en la otra esquina, hacía un poco de frío y lo hicimos contra la pared, ¿a vos no te jode que te cuente estas cosas no?) y me contó que salía para Formosa, que se venía una operación importante. Yo le dije: Juan Carlos, vos me gustás mucho, pero yo soy troska, soy troska a más no poder, y me dijo que la despertara a Liliana. A los dos los mataron en un combate. Siempre que veo la fecha pienso en vos y me alegro de haberme mantenido firme junto a mis ideales, a mi forma de ver la revolución, y pienso en vos y tu hermano y lo que pudo haber pasado de haber habido otro apagón, de no haber yo tenido la lucidez de decir: Sí, es muy lindo, es monto, qué sé yo; pero acá se trata de ideología, no de ver quién coge mejor.

Cris, la mamá de Mara, todavía es muy bonita y ha decidido no volver a casarse. Prefiere tener novios "con cama afuera", como viene repitiendo en la creencia de que esa expresión todavía está de moda. Mara perdió la virginidad a los dieciséis, unos meses después de escribir el poema, con uno de los amigos de su vieja. Llorar la sensibilizaba mucho, y al cabo de esas sesiones de culpa histórica y visiones de botas de brutos aplastándose sobre las yugulares de chicas hermosas, le daba un placer irreconocible postrarse muda, con los ojos cerrados, y que unas manotas le sacaran despacito lo que en las traducciones gallegas de Henry Miller leía que llamaban "bragas". Después salió con un par de punks. En todo ese tiempo, debajo de esos hombres, a veces Mara lamentaba no haber nacido en el momento adecuado, haberse perdido una vorágine deslumbrante de valor y sensualidad, porque según dictaban sus imágenes -envuelta en murmullos, baba y jadeos, marcando con rayitas sus primeras hipótesis de lo que era un orgasmo-, no debía haber nada más hermoso en este mundo que trabajar por la Justicia y coger por la Patria.

Que es exactamente lo que yo venía haciendo, y en lo sucesivo veré de explayar.

[ . . . ]


Las Teorías Salvajes
páginas 94, 95 y 96


*

sábado, diciembre 27, 2008

Tarde pero seguro

Para vos que creías
que no hay ninguna fiesta
entre Navidad y Año Nuevo.

Para vos que pensabas
que la poesía sólo sucede
cuando estás a la siesta en la biblioteca Sarmiento
atacado por el tedio y el sudor.

Para vos que pensás
que el rock es una vieja sin dientes
chillando por las migajas del sistema

Para vos, joven Argentino,
nativo o por opción
entre 15 y 35 años,
que sentís un vacío inexplicable
al ver revistas sin tapas
en un consultorio de dentista

que buscás en cada jarra de plástico
con fernet aguado
ese aroma a tierra fresca
del reino perdido

Para vos
hay una remera
que dice lo que
sentís.

Ponetelá
que te queda bárbaro.


REMERAS
Poemas rockeros y sin rima
El primer libro de
Francisco Marzioni


La Presentación * ESTA NOCHE a la medianoche.
En la Quinta de Charly, calle GARRAPA 454. Rafaela

¿Cómo llegar?
Fijate acá:


Lecturas de Remeras, a cargo de FM
La música de Rethro y
la feature presentation de Pablo Morales
rockeando toda la noche

Entrada: 10 pesos ó 1 botella de algo

Remeras a precio promocional: 12 pesos.
¿Vas a correr el riesgo de perdértelo?

PD: ¿Consultas?
FMARZIONI@GMAIL.COM

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jueves, diciembre 11, 2008

Romina Paula


[ . . . ] "Yo si te veo voy a querer coger con vos, esto es así y lo va a ser siempre, ya lo sabés. Cuando no te veo también, pero qué más remedio hay. Sabés que no me pasa con otras chicas o mujeres, esto también lo sabés, te lo digo siempre y no es romantiquería, simplemente es así. Es ahí donde me parece que lo de tu novia no es lo mismo que lo de Horacio porque vos ahí te estás enamorando de una mujer, sí, lo dije, gracias por ahorrármelo hasta ahora, igual creo que me resultan más hirientes los eufemismos, como el de la sorpresa, bueno eso, que te estás enamorando o ya te enamoraste de otra mujer que no soy yo y eso a mí nunca me va a pasar, nunca. Como yo te quiero y deseo a vos, nunca voy a querer a nadie. Todo lo demás son elecciones. Que tienen que ver con otras cosas, esto lo sabés también, yo no tuve opción. O creí que no tenía, no sé, ahora la verdad que no sé. Yo te amo a vos, Dani, nunca voy a amar a nadie así, eso lo sabés, eso lo tenés que saber. Yo no dejo de pensar que alguna vez vamos a poder estar juntas, tal vez en pocos años y me parece bien que tengas tus cosas, relaciones y experiencias, pero por favor no me reemplaces, no se te ocurra reemplazarme. Los días que nos vemos en el año para mí son los mejores, soporto / atravieso / tolero todo el año por esos días. Si me deprimo mucho pienso en esos días, en esas horas con vos, y con eso voy tirando. O pienso en cuando éramos chicas, en el campo mucho, ya te dije, en esas primeras cositas, ese deseo, que ya ni sé si era tan así en ese momento pero yo releo desde todo lo que te añoro ahora, o en el futuro, en eso también pienso mucho. Es decir, imagino nuestro próximo encuentro (ya falta menos, por Dios), y el otro futuro, el de más lejos, el de un par de años, recibiendo a los chicos, vienen con nosotras, van con el padre, ellos van a entender todo. Veo detalles de esos encuentros, de los que tuvimos, de los que van a ser y me tildo, me quedo en eso, permanezco. Me caliento mucho pensando en vos, ¿sabés? En tu cuerpo. Ni me hables de tu cuerpo con otra mina porque estallo, no lo puedo evitar, soy tan celosa con vos. Horacio es calentón y yo me doy cuenta de todo, de las minas que le gustan y eso, pero a mí me tiene sin cuidado. Ahora, llego a pensar por un segundo en Julie y vos tomando un café y riéndose, o en tu boca en alguna parte del cuerpo de una extraña, como ella, y estallo, me mareo y me dan ganas de vomitar, esto es así. Sabés que si llegás a faltar un verano me mato, o te mato o las dos cosas, ¿no? Sabés eso y sabés también que no es una forma de decir, ¿no?"

[ . . . ]
*

Historias de mujeres infieles
páginas 57 y 58
[Emecé Cruz del Sur]


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miércoles, diciembre 10, 2008

Florencia Monfort


[ . . . ] "Dos años después del viaje a Pinamar, papá y Alicia decidieron casarse. Iba a ser una boda sencilla, con poca gente, en el departamento de Tucumán y Rodríguez Peña que tenía Loles, la mamá de Alicia. La dinastía Belar, de la que Alicia era la primera hija, había perdido al hombre de la casa cuando Loles era muy joven. Víctima de un cáncer fulminante, el señor Belar se fue y no dejó nada, obligando a su esposa a salir a trabajar. Loles, una mujer chiquita con voz de pito, se dedicó entonces a lo único que sabía hacer: cocinar. Y así sacó adelante a su familia. Primero en el garaje de su casa, más tarde dando clases a domicilio y abriendo con mucho esfuerzo una escuela de repostería, se hizo un nombre en el ambiente y en los setenta fue convocada por el programa top de cocina contemporánea: el que conducía mi mamá.
Empezó cocinando en cámara, tan suelta que era, con ese tono bienudo de Barrio Norte que tan bien imitaba. Las espectadoras la reconocían por la calle y en poco tiempo consiguió que el productor del programa, mi abuelo, la dejara llevar a su hija mayor, Alicia.
Alicia y mi mamá hacen cámara juntas por primera vez el 5 de marzo de 1974. Se saludan cortésmente antes de grabar y dicen que mi mamá le dio algunas directivas sobre cómo saber qué cámara te está enfocando y cuánto tiempo quedarse en cada paso de la preparación. La receta era soufflé de choclo con aspic.
Trece años después, Alicia se casaba con mi padre, sin que mi mamá supiera nada. El gran secreto de la boda era mío y sólo mío.
Cuando entré a Tucumán, supe que todo tenía una magnitud diferente de la que me habían contado. Segura de que los otros son más felices que uno, siempre, bajo cualquier circunstancia, envidiaba a Chinche, que jugaba al elástico con una silla en la habitación del fondo.
Para matar el tiempo decidí abrir el placard de Alicia y entendí enseguida que el vestido celeste que estaba colgado en la contrapuerta era el que se iba a poner para casarse con mi papá. Me pareció grasa y antiguo. Mi mamá habría dicho que era de saldo, comprado en Once."

[ . . . ]
*


Historia de mujeres infieles
páginas 126-127
[Emecé Cruz del Sur]


*

James Ellroy


[ . . . ] "Pete se internó en los recovecos de la memoria.
Finales de 1949. Entonces llevaba a cabo algunos trabajos complementarios bastante provechosos: vigilante de partidas de cartas y procurador de abortos. El médico que hacía los raspados era su hermano menor, Frank.
Pete se alistó en el cuerpo de Marines de Estados Unidos para conseguir el permiso de residencia. Frank se quedó con la familia en Quebec y entró en la facultad de Medicina.
Pete aprendió a bandearse en sociedad pronto. Frank, tarde.
No hables francés. Habla inglés. Pierde el acento y vete a Estados Unidos.
Frank llegó a Los Ángeles con ansias de dinero. Convalidó sus títulos médicos y abrió su consultorio: abortos y morfina a la venta.
A Frank le encantaban las coristas y las cartas. Le encantaban los maleantes. Le encantaba la partida de póquer de Mickey Cohen los jueves por la noche.
Frank hizo amistad con un atracador llamado Huey Cressmeyer. La madre de Huey dirigía una clínica de raspados en el barrio negro. Huey tenía embarazada a su novia y pidió ayuda a mamá y a Frank. Huey cometió una estupidez y atracó la partida del jueves por la noche. Pete, aquel día, estaba de baja con la gripe.
Mickey dio el contrato a Pete.
A Pete le llegó un soplo: Huey estaba escondido en un apartamento de El Segundo. La casa pertenecía a un pistolero de Jack Dragna.
Mickey odiaba a Jack Dragna. Dobló el precio y dijo a Pete que matara a todos los que estaban en la casa.
14 de diciembre de 1949; nublado y frío.
Pete incendió el escondite con un cóctel molotov. Cuatro siluetas salieron corriendo por la puerta de atrás, tratando de apagar las llamas a manotazos. Pete los abatió a tiros y dejó que se quemaran.
Los periódicos identificaron a los muertos:
Hubert John Cressmeyer, 24 años.
Ruth Mildred Cressmeyer, 56 años.
Linda Jane Camrose, 20 años, embarazada de cuatro meses.
Françoise Bondurant, 27 años, médico y emigrado francoamericano.
Oficialmente, los asesinatos quedaron sin resolver. Pero la historia se filtró entre los que estaban al corriente.
Alguien llamó a su padre, en Quebec, y lo delató. El viejo lo llamó y le rogó que negara la acusación.
Quizá vaciló al hacerlo, o quizá rezumó algún sentimiento de culpabilidad. Aquel mismo día, los viejos se encerraron a inhalar monóxido de carbono."
[ . . . ]
*


América
de James Ellroy
traducción Hernán Sabaté
[ Ediciones B - Colección El Periódico ]


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martes, diciembre 09, 2008

Carolina Aguirre


" Sin embargo, en las escenas de transición de esa vida predecible, la faldera conoce a otro hombre. Un hombre muy distinto de su marido que la corteja con dedicación antigua. Y aunque al principio tienen miedo, tarde o temprano se entrega a las mieles del romance clandestino, feliz como en las novelas de la tarde. Se apropia de todos los lugares comunes del amor: fantasea con alquilar juntos un departamento con pisos de madera crujiente y balcón francés, proyecta viajes exóticos o imagina sus voces mezcladas en una conversación ordinaria sobre vacaciones y matrículas de colegio.
A pesar de su felicidad repentina, su marido nunca sospecha. Y no porque crea que su mujer es incapaz de engañarlo, sino porque no le interesa nada de lo que haga con su vida. No le importaría aun si recibiera un sobre anónimo con pruebas del adulterio. Para él, perderla es como tropezar con una mesa y tirar un jarrón al piso; un accidente incómodo, un mínimo vacío en un rincón del living. Se entera sólo cuando ella se lo confiesa, asustada de placer. Pero en vez de descalificarla con agresiones originales, se ríe con violenciato sarcasmo mientras la ayuda a hacer la valija a patadas. Apenas si le revolea algo de ropa y le dice que es una idiota media docena de veces. Y si bien en ese momento ella siente que se abre una ventana por donde entra luz y aire fresco, inmediatamente el viento se la lleva puesta."

[ . . . ]
*
Historias de mujeres infieles
página 165
[Emecé Cruz del Sur]


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domingo, noviembre 30, 2008

Keep rolling...

Lista con instrucciones para armar un stand de libros
revistas, fanzines, discos, remeras y/o medialunas

-Marca: es importante resaltar el nombre de lo que te mueve dentro de este grupo de gente loca. Si tenés una editorial, será el nombre de la editorial. Bien clarito y en letra que se entienda (podés hacer un plotter, obvio) el nombre de la editorial (es) que están representadas en el stand. Podés conseguir unas fotos de los autores (para nada convencionales) que podés colgar en las paredes del stand o colocar entre los libros para que identifiquen como el más exhibicionista. Los globos de colores también ayudan a memorizar la marca. En realidad, los colores, básicamente lo hacen. A veces es necesario asesorarse al respecto de "colores".

-Souvenirs: imprescindible para seguir la charla en otro momento y lugar más tranquilo. El souvenir tiene la función de pegarle como moco al dedo la marca y el último título que se presenta al cliente. Lo que más funciona en los stands de libros son los señaladores. Es lo que más sale. Pero se pueden mandar hacer globos con el nombre, lapiceras, etiquetas, bolsas con alpiste y dentro de la bolsa un sobrecito chiquito con el nombre de una página web a la que se puede ingresar para conseguir un código que va a servir en el cajero de la Red Banelco / Link solo cuando este no funcione y que al tipear el código aparecerá una imagen que será exactamente igual al logo de la editorial para luego expulsar un ticket / comprobante con datos de contacto del editor y el mail personal que sí responde y el speach necesario para convencerlo de publicar un libro.
Mientras más rebuscado el souvenir, más interesados estarán en tu stand o marca.

-Orden y Progreso: Aunque no parezca, los libros deben estar ordenados. Por colección, autor, tamaño, grosor, año de publicación, valor, color. Hay miles de criterios. Los más advenedizos aburren a simple vista pero los creativos de los stand han armado competencias internacionales sobre cómo acomodar los libros en el mantel. (Podés pensar que soy un pelotudo pero te juro, esto del premio internacional, es cierto). Algunos apilan 300 ejemplares de un título de manera tal que forme una torre con ventanas y dentro, una vela que ilumina un plotter con el título del libro. Y eso no es nada. Una vez, en la gran Feria del libro de Mongopichu, vi casi 1000 (mil) - sí, mil- ejemplares de un libro de Paulo Coelho apilados uno arriba del otro formando una arcada a la entrada de la editorial que lo editaba. La puerta que formaba estaba flanqueada por gigantografías con su cara de reventado cool a la que nos tiene acostumbrada su área de márketing.
Siendo menos pretensioso, podés conseguir algunos fierritos doblados de manera que ayude a mantener los libros casi parados para que el cliente que pasa al vuelo pueda, por lo menos, enterarse de lo que publicás o las tapas que hacés.
Puede parecer una estupidez (bah, a mí me parece) pero los clientes que pasan por un stand de libros son excesivamente tímidos. No es típico responder preguntas sobre autores, sobre el naciemiento del proyecto ni nada por el estilo. El cliente pasa, mira y se va. A lo sumo se acerca. A lo sumo se acerca y levanta un libro. A lo sumo lo levanta y dice "ah, éste lo conozco" (si es que viene acompañado - si viene solx, fuiste). A lo sumo dice "¿cuánto cuesta?". A lo sumo, si pregunta el precio te aclara "uy, no me alcanza" para conseguir un descuento.
Pero nada más.
Entonces, el orden ayuda al progreso. Si no te compran ahora, te comprarán mañana en otra feria a la cual irán con la plata que cuesta el libro (el que lo va a comprar ya sabe cuánto sale). Hay poquísimos clientes que se ven deslumbrados por el libro y lo compran sin conocer nada de lo que hiciste previamente así que tampoco entrés en pánico pensando que vas a tener que domar fieras con los bolsillos repletos de euros; don guorry, es más fácil esa parte porque viene todo aceitado.

-Caja chica: el mundo capitalista golpea una vez más las puertas sensibles del editor independiente. Viene la tía del autor, la ex - novia, el mejor amigo, los jefes o el mismo autor con un billete de 100 por un libro que sale 17 points y tenés que ponerte colorado porque no te alcanza la plata para darle vuelto. Por ignorancia de este punto, a lo largo de mi vida de stanciero, he perdido de vender muchísimos libros. Monedas, billetes de baja denominación y hasta caramelos (como hacen los coreanos de los súper) son herramientas necesarias para conformar una completa caja chica. Nada peor que no conseguir un lector porque te falta cambio. Y muchísimo más peor decirle que le cobrás 20 en lugar de 23 porque no te alcanza el vuelto. Denota falta de interés e ignorancia y maltrato a la función pública.

-Catálogo: otro imprescindible detalle. Más de uno viene para un touch and go. Y más de uno quisiera conocer todo lo que hiciste, hacés o vas a hacer. Entonces, es importante exhibir un catálogo de libros publicados o a punto de publicar. No tengas miedo de poner tus proyectos que "casi probablemente jamás concretes". Al momento de una venta, el excesivo entusiasmo pasa desapercibido. Ponele una onda y anotá libros que jamás podrías editar por el solo hecho de tener la capacidad de armar un catálogo.
Más de uno los cobra. Baratito. Pero se cobran al fin. Entonces, si vas a pedir un billete a cambio, lo mínimo que podés hacer es diseñarlo como D´s manda. Es una papa, acordate, los nombres, el autor, el precio, algún jotapegé. Si te sale choto o no tenés idea, le pedís a un diseñador. Estos laburos salen de onda con cualquier amigo con maña y buen gusto; metrosexuales, diseñadoras de ropa amateurs, etc.
Tampoco seas muy convencional: agregale a cada sinopsis algún detalle pintoresco. "Este autor se ha separado 6 veces en lo que va del nacimiento de esta editorial porque se la pasa escribiendo y le chupan tres huevos las relaciones amorosas"; " este autor se pagó la edición porque dijo que no podía creer que nuestros libros fueran tan feos"; "esta autora es mi mejor amiga y por eso la publico y elogio"; y los etcétera que se te ocurran.

-Eventos especiales: cuando la feria viene tranquila y no pasa de lecturas o presentaciones de libros lo mejor es imponer presencia a fuerza de eventos. La Funesiana armó un sorteo de libros. "Regalamos un libro mañana a las 17 hs, ¿querés participar?, vení, anotá una frase y volvé mañana". Eso ayuda para que, además de participar y estar ahí, puedan conocer tu cara y tus libros (claro, tus libros, fanzines, discos, remeras y/o medialunas que de ahora en más serán llamados LIBROS).
También son típicas las charlas con autores o firma de ejemplares pero de tan típicas y previsibles dejan una mala imagen de la editorial. Así que lo que mejor puede andar es ofrecer un tiro al blanco con alguno de tus autores; "mañana a las 17 hs vamos a traer unos dardos y unas cajas de cartón diseñadas por Nahuel Vecino y Javier Barilaro en las cuales vos podrás demostrar tu habilidad para el tiro al blanco junto a Bla (nombre de autor)".
Eso. Que le pongas una onda.

-Descuentos: esta es otra parte importante de un buen stanciero. Saber cuándo aplicar descuentos y cuándo no. De entrada, por ser un evento independiente y autogestivo, algunas ferias te sugieren que bajes los precios para vender más. No siempre es así. Con un buen vendedor, los descuentos no hacen falta. Los libros cuestan muchísimo trabajo. Y hacerlos trae alegrías y sin sabores. Con cierta actitud positiva se pueden destacar los pequeños acontecimientos de cada libro y eso solo ya lo vuelve interesante. Mi postura es la de apoyar al descuento cuando se trata de un cliente ávido que se lleva más de dos libros. Bajar a 10 un libro que cuesta 12 points es un despropósito. Creo que en ese caso vale más que te plantes en 12, te pierdas un cliente pero te asegures una fuerte personalidad. No solo estás respetando al autor del libro; también estás respetando tu trabajo, el trabajo de vender libros y el de tu mano de obra. Los descuentos los hace EKI, no vos.


domingo, septiembre 21, 2008

Pregunta

busco una explicación

¿Por qué los libreros me cobran 40% de comisión por la venta de un libro de la Funesiana? ¿Y por qué les cobran ese mismo porcentaje a una gran editorial? ¿No deberían hacer una diferencia? ¿Es demasiado ratonear pensar en eso?

Gracias


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jueves, agosto 07, 2008

Genealogía de Villa Celina


*

*
- segunda parte -

No pudimos grabar el baile del
final de la presentación porque
hubo varios movimientos de cadera
que no entraban en el plano de la camarita


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miércoles, julio 30, 2008

viernes, julio 18, 2008

Felicitaciones, amigo, te lo merecés

Me contó antes
Ale Parisi

Dice El País, de España
Biedma y Oyola obtienen el premio Dashiell Hammet de la Semana Negra

El español Juan Ramón Biedma, con El imán y la brújula, y el argentino Leonardo Oyola, con Chamamé, han ganado hoy el premio Dashiell Hammett a la mejor novela negra que concede la Asociación Internacional de Escritores Policíacos en la Semana Negra de Gijón.

[...]

El jurado del Hammett ha considerado "injusto" tener que desechar una de las dos mejores novelas presentadas este año y ha concedido el galardón "compartido" entre el español y el argentino. El imán y la brújula es una novela política de la España de 1926 con una trama de espionaje en la que abundan situaciones extremas con el trasfondo del fin de la guerra de Marruecos.

Chamamé (ritmo musical bailable tradicional del noreste argentino) es un relato trepidante de una persecución entre dos bandas de piratas del asfalto en un ajuste de cuentas por el robo del botín de un atraco, según ha explicado un emocionado Leonardo Oyola.

- - - - -
Y, por supuesto, felicitaciones también
a la Editorial Salto de Página
por la valiente apuesta
- - - - -
a esperarlo en el Aeropue´to
qué jodé


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jueves, julio 17, 2008

Mi hijo Down de Pablo Paredes Muñoz

Anoche, ayer, hace unas horas; estuve en el Purgatorio. Fui a escuchar a Alfredo Jaramillo quien leía en el festival Salida al Mar. Leyó muy bien en una Batato Barea casi llena. Lamentablemente tuve que irme antes de la segunda mesa pero la primera la vi, me llenó de energía y me fui. Cuando me fui me crucé con otra poeta que está empezando con el pie de elefente, a paso firme, pero un poco desencantada por algunos mierda que circulan en algunos ambientes literarios. Nada que se pueda hacer.
Y después, miré la mesita de los libros, la pequeña feria que armaron Cristian y Florencia. Una mesita con lo que sería la mejor poesía contemporánea. Y compré un libro. Compré un autor que hace dos años estoy tratando de ubicar. Compré un libro de un chileno que no edita acá, edita allá. Y compré lo que sería su último libro, Mi hijo down por la editorial Black & Verlmelho.

Y no puedo más que decir: genial.


Un hijo con Síndrome de Down | página 24

si tuviéramos un hijo con síndrome de Down sé que pondríamos una silla sobre el techo para que subiera a ser la bandera de nuestra patria.

Nada era borracho en ti / hasta que llegué yo rompiéndome. Ahora no parece importante la alfombra que tuve que botar por las manchas de vino / ahora brillo en tu rubor, así como slogan de maquillaje para señoritas adineradas, así como queriéndote en una desgracia tan linda.

En este cielo todo es diminuto como una estrella / te quería invitar a mi rabia para que la convirtiéramos en ropa / pero ni te imaginas MI amor. Es cierto, me viste llorar sin sentir asco de un fluido que no va a ninguna parte / anoche chocamos contra el vidrio como polillas creyéndose piedras / guardo todos tus movimientos como postales rotas / ni te imaginas MI amor.

Si tuviéramos un hijo con síndrome de Down yo le enseñaría a suicidarse sin morirse.

Anoche gastaste todo tu dinero en alcohol y todo eso fue para que yo durmiera a tu lado y soñara con arañas blancas que va pariendo el viento. Si tuviéramos un hijo con síndrome de Down me gustaría que soñara ese sueño.

Si tuviéramos un hijo con síndrome de Down le enseñaría a bailar mal y tú le peinarías los cabellos dorados con sus autos de juguete / Tenemos tanta tierra en los ojos / Tenemos tanta sed ahora que todo se nos quema y nos invertimos en lo que nos deja la noche. Sin embargo, mira cómo brillan las lágrimas de alcohol evaporándose rápido como angelitos transparentes.

Si tuviéramos un hijo con síndrome de down no podríamos dejar de amarnos ni aunque muriésemos masacrados por la pobreza.

Si tuviéramos un hijo con síndrome de Down tú le comprarías una ropa tan linda que yo no podría dejar de llorar y besarte / pero ni te imaginas MI amor / ahora piensas en que el sexo de toda cosa es un infierno sin darte cuenta de que saltan diablos boliviano de tu pecho al mío y el resto me importa un carajo / ahora piensas en nuestro hijo Down / piensas en su nombre de hombre y en la agüita bautismal que regurgitarás sobre su pecho.

Tenemos que dejar de dolernos así como si nos gustara mucho esa sospechosa categorización del amor. Si tuviéramos un hijo con síndrome de Down no podríamos dejar de amarnos ni aunque muriésemos masacrados por el aburguesamiento.

Mírale la carita a nuestro hijo / se parece tanto a nosotros que nos hemos convertido en Down y somos felices para siempre.

- - - - - - -
Entonces, este libro, que sale solo $ 15, debería venderse mucho. Porque en este libro hay mucha violencia, mucha lucidez, mucha energía. Ayer me preguntaban por qué me gustaba tanto este chileno y contestaba que más de un poeta debería aprender a leer en público como lee Pablo Paredes Muñoz. Leer en público tu obra es una forma de "venderte" como autor. Y él lo hace con una autoridad, con una simpleza y contundencia que es realmente admirable. A muchos les parecerá raro. Puede ser. Pero este poema la rompe. Y el primer poema del libro... uf... si no lo vas a comprar, contagiate un poco y leé el primer poema del libro. Tragalo si podés.


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update
- - - - - - - excelente crónica paztiche - - - - - - -
- - - - - - - de una doble jornada letal - - - - - - -

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