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jueves, septiembre 29, 2011

Zarpados

vamos a estar discutiendo
con todos
después habrá
poemas
después música
después fiesta


el volador lo hizo la hermana de @florenciovarela.
Saluden, che.


*

jueves, agosto 04, 2011

Infección

el libro como tubo
de
ensayo








Tampoco, ¿no? ¿Para qué mierda se levantan todas las mañanas? ¿Vos dormís de día? ¿Hay una razón para levantarte? Vos, ¿tenés una razón? Vos. Eso siempre me interesó, qué respuesta me das si te pregunto por qué te levantás todos los días. Yo encuentro que adoctrinarlos es una buena razón. A todos. Darles de comer ideas. Ideas absurdas, que no van a recordar después del primer pornoco que te encontrás, el primer sorbo del café. Tengo un sinfín de ideas que si tuviera delirios de grandeza y un psicótico poder de voluntad te arruinaría la vida. Te juro. O por ahí te la mejoro, ¿no? Sí… ¿Seguís diciendo ya me van a conocer el día que muestre esta idea y les cambie la forma de pensar? ¿Seguís pensando que te van a ir a buscar? ¿Sabés a qué viniste acá? No te lo esperabas, ¿eh? Claro, vos pensaste “voy a la presentación de un libro, qué puede pasar”. ¿No te cansaste de hacer todo lo que te dicen que tenés que hacer?

martes, agosto 02, 2011

Quién es Enrique Rivas

nueva presentación
nuevo autor
nueva forma de leer






5 relatos
2 bailarinas
1 actriz
40 ejemplares encuadernados a mano
amigos, familia, bebida, comida
y
vos

martes, julio 26, 2011

viernes, julio 01, 2011

Los periodistas culturales

entrevista con Fernando Córdoba para la Fundación Tomás Eloy Martínez


1) ¿Cómo surgió la idea de armar una editorial?
Está en el blog para no tener que responder más esta pregunta. No es mala onda. Se trata de una hermosa historia que si la cuento cada vez que me la preguntan se le va la magia.

2) ¿Creés que el boom (si se puede llamar así) de las editoriales cartoneras y emergentes en América Latina se debe crear un mercado alternativo a los grandes grupos que no le dan lugar no sólo a pequeñas editoriales sino también a redescrubir escritores jóvenes?
Primero, no se le puede llamar boom. Somos 5 tipos. Si te sirve para lo que estás armando, bien pero no voy a faltar a la verdad. No existe tal boom. No sé a qué se deben las creaciones de otras editoriales en América Latina, habría que preguntarles a ellos. No hay un contacto tan fluido como pretendés hacer creer en la pregunta. Pablo Strucchi, del )el asunto( viene trabajando en crear una red latinoamericana. Todavía no lo logró. Lo que sí se pudo es conseguir que se hicieran ferias para vender libros de todo tipo, nada más. Nada menos.
Por otro lado, no es responsabilidad de los grandes grupos darles un lugar o no a las editoriales chiquitas. El lector es el que impone lecturas, el que tiene la platita para comprar o no comprar un libro. Los periodistas llamados "culturales", que al hacer un recorte para ofrecer una mirada, la ofrecen mediada por un montón de intermediarios que no tienen que ver con la literatura (un ejemplo son los agentes o editores que tienen el vicio de "regalar" libros de sus autores para que se publiquen reseñas en los medios) son los otros agentes que entran a la hora de imponer lecturas.
Los grandes grupos publican todo el tiempo autores "nuevos" que ellos nunca publicaron. El periodismo cultural es el que debería ponerse las pilas, no los grupos. Los libreros, que cobran una cantidad obscena en porcentaje de venta de cada libro (40-45%, ¿te suena ese número?).
Es como pedirle al almacenero que fabrique mejores galletitas. Eso no depende de él. Un almacenero es un intermediario entre el escritor y el lector. Lo mismo que los periodistas.

3) ¿Por qué creés que en Paraguay, Bolivia, Perú, Uruguay, Brasil y Chile el libro artesanal tomó una relevancia que antes no tenía?
Esa pregunta no me animo siquiera a empezar a responderla. No soy sociólogo. Tengo conocidos sociólogos (Hernán Vanoli, Diego Vecino, Daniela Szpilbarg, Ezequiel Saferstein) que están intentando una respuesta a tu pregunta con respecto a una especie de antropología editorial o como chucha se llame. Los gugleás y aparecen muchísimos datos.

4) A la hora de crear funesiana, ¿te inspiraste en Eloisa Cartonera, de Cucurto?
Primero, no sólo es de Cucurto. Había como 8 tipos más que empezaron el proyecto más otros que se agregaron con el tiempo. Y no. Eloisa es otra cosa, totalmente diferente y setecientas veces más compleja.

5) ¿Hay parámetros editoriales a la hora de elegir los autores que editan?
No entiendo la pregunta. En el blog está explicado cómo presentar un libro. Si me gusta se publica. Habría que (como autor que se interesa en formar parte del catálogo de la editorial) leer los libros anteriores para ver qué me gusta. De todas formas, arriesgo muchísimo. Y si viene recomendado lo pongo al final de la lista. Me gusta más encontrar que buscar. Y cuando encuentro lo hago sin "recomendaciones". Para eso voy muchísimo a lecturas en vivo, leo 20 blogs por día de distintas personas. A algunas vuelvo, a otras no. De hecho, solo dos títulos de los 15 que tenemos, han sido "recibidos". Todos los demás los hemos ido a buscar a algún lado.



Y agrego una aclaración, por las dudas.
Funesiana es la tercera editorial más chica de latinoamérica. Tercera. De Latinoamérica. Ese el slogan, el chiste, el factor "marketing - merquin - machine". Y no sale a buscar lectores porque con 40 ejemplares por título "no los necesita" (ahí tenés el título de la nota si trabajaras en RADAR). Ellos vienen a los libros porque les interesa. No pedimos reseñas, no pedimos entrevistas, no pedimos espacios de publicidad ni pedimos subsidios o ayudas económicas para publicar libros. Es una decisión de orden estratégica y editorial. Los libros los vendemos sin bajarle un centavo de su precio original. De hecho, a varios ya los hemos aumentado y, de todas formas, siguen siendo lo más barato en relación a "novedades editoriales" que hay porque el resto cobra precios delirantes. Un poco porque son unos chorros sin vergüenza y otro poco porque se venden a un público que los puede pagar, hiperescolarizados y más que recontra saturados de lo que se llaman "objetos culturales".


Fernando hizo una nota muy interesante
utilizando parte de este cuestionario


*

jueves, mayo 26, 2011

Cicatrices

una historia, un libro
una presentación




Cuando lo conocí a Enrique Winter, tenía miedo. Un miedo extraño, un poco inguinal, un poco cerebral y un poco muscular. El miedo inguinal me nacía en la vejiga porque me estaba meando. Me estaba meando hacía unas horas. Venía de “comer la once” con Fernando Ortega quien, muy gentilmente, me había acompañado a la terminal de ómnibus de Santiago de Chile y, después de un par de horitas de viaje hacia Valparaíso, tenía una cantidad de agua sobrante en mi cuerpo que, si no me equivoco, me hacía temblar las manos. Era domingo, había anochecido, hacía un calor de enero y yo apenas recordaba que Enrique tenía rulos. Y ahí radicaba mi miedo cerebral, podríamos decir. Lo había conocido el viernes anterior, en un taller que ya no se hace más y se había tenido que defender con capa y espada de unos violentos ataques a su poesía, a su origen, a su concepción de la literatura y hasta a su propia visión del mundo. Ojo, había respeto tanto en la violencia del ataque como en la espada del defendido pero eso, en mi barrio, se llama “buscar roña” y en ese taller, a Enrique, lo estaban buscando pero no lo podían encontrar. Para colmo había alcohol en la mesa. Y es por esa razón que olvidé su rostro. Entonces, llegué a Valparaíso y, al mirar los cerros por entre los cuales se perdían las callecitas de la ciudad me agarró el miedo muscular. Ver que todo Valparaíso es empinado, hacia arriba, sin pausa ni rampas, puros escalones, me dio un miedo bárbaro. Viajaba solo, por primera vez en mi vida salía del país y acaba de terminar una relación. Tenía unos pesos chilenos en monedas así que llamé por teléfono al celular de Enrique. En Chile se puede llamar desde un teléfono público a un celular con el valor del importe mínimo… y al que recibe la llamada no le cobran un centavo.


No sé, fijate.




jueves, abril 28, 2011

Los Cayos

Maipú 555 1° entrepiso Buenos Aires Argentina






El sábado pasado fui a un programa de radio que se llama La hora pulenta. Lo conducen Juan Manuel Strassburger y Nicolás Lantos. Además Los Cayos tocó un acusticazaso en vivo para los muchos fanáticos que estaban conectados en Campana. Son tres, en realidad, pero el baterista no fue por razones que ahora no recuerdo. La foto es la número 105 pero no saqué 105 fotos. Habré hecho unas 40 pero que valieran la pena, quizás unas 20. De todas formas, para mí, esta es la mejor. Y como el Comité de Selección está integrado sólo por mí y, hasta ahora, no tuve la energía suficiente para sacar un fucking flickr, ésta será la única y mejor y más de zamora.

La charla que tuvimos fue cortita pero muy intensa. Además, hablé para el público de FM Nacional (kirchnerista, activo, prepotente, pulenta, medio reaccionario, seguramente rockero, fiestero y por qué no, drogón). Salvo lo de kirchnerista, siendo yo tan profundamente radical, fue muy estimulante para mí saber que había del otro lado gente como yo. Así que imaginé que no me conocía nadie. Y les hablé un poco desde lo básico de haber hecho la Editorial que ya va para sus cuatro años.

Si aún te parece que querés escuchar el fragmento, los chicos de La hora pulenta lo subieron a un archivo que podés descargar desde MegaP Lola (yo le digo así los jueves): click para bajar.

En otro orden de cosas,
les mando un beso grande.


*

martes, febrero 15, 2011

Mirá si voy a creer en milagros...

¡¡¡¡¡vení!!!!!
no seas
canutx





La idea es simple, muy simple.
Cualquier PDF de un libro se puede imprimir y encuadernar (básicamente es lo que hago en Funesiana - armo un PDF de un funesiano, lo imprimo y después lo encuaderno a mano) entonces, si conozco un encuadernador en otra ciudad, le mando el PDF de uno de nuestros títulos y le pido que lo venda en su comunidad, su zona, el lugar donde viva.

Llenemos de PDF la web para que todos los encuadernadores del mundo puedan distribuir los libros que hacemos, los autores que nos gustan. Que los lectores del mundo puedan tener a mano una editorial chiquitísima gracias a que el encuadernador “de su zona” se pone manos a la obra y construye el puente entre editorial y lector mediante su trabajo.

El proyecto está en su versión beta pero como toda versión beta, algún día empieza. Y el viernes 18 de febrero del año 2011 vamos a empezar a distribuir libros de una pequeña editorial artesanal de Valparaíso (Chile) en la Capital Federal de manos de los encuadernadores/as de Funesiana.

Para esta especial ocasión vienen Jorge Polanco Salinas y Rodrigo Arroyo. El primero poeta y filósofo, el segundo poeta y editor. Ambos representantes de la editorial Inubicalistas donde también trabaja como editor el poeta Felipe Moncada Mijic. Felipe no pudo venir pero en cambio, este viernes, vamos a tener TODO el catálogo de la peque editorial porteña a disposición de los lectores, escritores y editores que asistan a la Usina Cultural.
En futuros encuentros esperamos poder presentar otros títulos de otras editoriales pequeñas emplazadas en ciudades pequeñas (o no tanto). También esperamos que aportes con tu comentario o tus ganas de organizar esta presentación en tu ciudad, tu comunidad, tu lugar de influencia. Que te contactes con los encuadernadores de “tu zona” y formes parte de esta red de ediciones artesanales por el mundo para hacer llegar algo que nosotros queremos hacer llegar a todos los rincones del planetita.

Por lo pronto, este viernes vamos a leer fragmentos de todos los libros Inubicalistas. Para eso están invitadas a hacerlo las señoritas Natalia Moret, Daniela Pasik, Cecilia Eraso y Belén Iannuzzi.

Y como si esto fuera poco, el cierre estará a cargo de esa excelente formación que se llama Tom y el Niño Elefante, que tocarán los temas de su disco para terminar con una fiesta de cerveza, amigos, bailorrio y mucha mucha alegría.

En la chispeante feria habrá títulos de Funesiana, Inubicalistas y Mancha de Aceite. Todos libros artesanales. Todos pequeños proyectos editoriales. Todos felices de hacer leer a sus autores. Con esa ambición voraz, ganas de cambiar el mundo, en serio, trabajando y trabajando. Para que nadie más nos diga que, además de quejarnos, deberíamos hacer algo.

Este viernes, con el dulce esfuerzo de nuestras manitos,
vamos a estar haciendo "algo" y a vos te tocará
decidir
de qué lado estar

cuando
todo
esto
explote


*

miércoles, diciembre 01, 2010

Matar gatitos


Hay gente que mata gatitos para liberar la mala onda que le genera no poder decir lo que piensa. Otros, como se ironiza en American Pshyco, matan linyeras. Algunos organizamos fiestas. Quiero decir, en una época, decía lo que pensaba a través de organizar una fiesta.
Otra vez lo hice viviendo en condiciones paupérrimas (durmiendo en el camarín de un teatro). En esa época, lo que quería decir estaba específicamente orientado hacia mis padres. "Vean, miren de lo que soy capaz". Un rapto de lucidez me quitó de ahí, un tipo muy piola me tiró dos frases, me dio vuelta como una media y me salvó de que se me llenara la cabeza de piojos. Fueron como 6 meses de recomposición emocional a cargo de una de las personas que más amor tiene en su corazón.
Antes iba de putas, también. Era como transferir algo de buena onda hacia alguien y, en el camino, perder un montón de plata, tiempo y salud (porque me agarraba unos pedos tísicos que no podía ni recordar dónde vivía).
Pero esas épocas ya pasaron.
Encontré varias formas de decir lo que pienso y poner el cuerpo, al mismo tiempo. El problema es la coherencia. El mantener la línea, estar al tanto de lo que uno era y honrarlo porque a uno se le llenó la cabeza de mariposas y no las quiere dejar escapar. Pero no siempre se puede porque las mariposas viven re poco y además son demasiado frágiles.

Entonces salgo a la calle.
Y miro, busco.
¿Quién está diciendo cosas al mundo?
Y veo que todos... de mil maneras.

Hace poco hablaba sobre "organizar" con un amigo. Tiene una banda y les rompen el orto con las entradas, con los bares que les cobran fangote de plata o no te cobran nada pero tenés que salir a vender entradas.

salir
a
vender


Y me decía que prefería tocar en lugares donde fuera todo un reverendo bardo. Esas casas con livings gigantes y tres cajas de sonido. Pura desproporción. Lugares en donde a las 3 de la mañana cae la policía, un vecino armado o un inspector municipal merquero que ya viene pelado de buena onda. Decía que eso es mejor que caretearla con lugares donde es imposible cumplir con los requisitos para tocar o donde tocar no te sirve para nada en términos de "vender discos". De esa manera, la adrenalina está puesta en llegar a sonar antes de que el sistema los haga sonar.
-Ah, pero entonces, ¿vos vas a vender discos o a tocar?
-¿Y bocha? ¿Para qué organizás lecturas? ¿Para leer o para vender?
-Son varias cosas a la vez.
-Son varias cosas a la vez.
Creo que también estos eventos sirven para decirle al mundo "yo organizo de esta manera estos recitales, estas lecturas". Porque también creo que ambos (él como músico y yo como mini-editor) podemos hacer presentaciones más caretas, de esas que no sirven para nada más que para figurar ("caretas" sin ser peyorativo, eh, adolescentes abstenerse de comentar, gracias). Por ejemplo, ahora me llega un mail de un lugar que pide "por favor, no cuelgues esta fecha en el Facebook ni en tu blog ni en tu twitter ni nada ¡pero vení!"

Si no lo anuncio en ningún lado, ¿quién va a ir?

Bueno, en principio, vos (tendrían que decirme). Y todos los que reciban el mail. Si los eventos que organizáramos fueran árboles en el bosque, diría que hacemos la convocatoria para que todos vengan al bosque a oír cómo cae. De otra forma, queda "en evidencia" que NO hay árboles. Y lo curioso es que mucha gente no sólo no sabe que hay árboles: ¡algunos hasta desconocen los bosques!

Pregunto, pues, ¿las agendas culturales quedaron obsoletas? ¿Hay que ir a buscar ser invitado? Antes uno podía leer una agenda, ver dónde estaba la pomada y luego asistir o no asistir... sin ningún tipo de contacto ni relación con quien organizaba.
¿Eso cambió?

Eso cambió. En algunos lugares.
En otros se sigue ofreciendo vino gratis (que paga un editor) y empanadas gratis (que paga un editor). También se diseña un flyer sin que nadie ponga un mango para el cráneo que lo piensa, mucho menos para el que va a leer o tocar. Eso sí, muchísima gente asiste porque hay vino y empanadas gratis. ¿Se vende algo? Por ahí sí... por ahí no. Eso no importa. Lo que importa es que a uno, como editor, lo vean capaz de figurar, de estar en "agendas", de tener esa PRESENCIA porque así se construye la imagen de la editorial, la editorial en sí.

¿Así se construye una editorial?
Eso (también) cambió.

...en algunos lugares...


*

miércoles, noviembre 24, 2010

Atenti la tosca

humo(r) negro






se viene pronto
nuevo título funesiano
con más novedades que la chucha


*

martes, noviembre 23, 2010

Semejantes

encuadernadores
del mundo
uníos





Respecto a la Editorial Funesiana, fundada en 2007, su editor Lucas Oliveira realiza tiradas de solamente cincuenta ejemplares encuadernados a mano, con la intención de venderlos en la presentación. Esta práctica propone – y genera- una extrema cercanía entre el autor y los lectores, mediada por el objeto que expresa que es único en el número que lleva impreso. Esta práctica implica, además, que el libro no circula en librerías y por ende no requiere de la mediación de distribuidores, todo lo cual implica también quitarle a las grandes editoriales la potestad imaginaria de la decisión de publicar. Por lo tanto, lo central de esta editorial es que se propone “abrir el campo”: buscando ampliar el número de editoriales en lugares del interior del país, para ofrecer a los escritores jóvenes un lugar y una posibilidad de publicar sin pagar una edición, y generando, al mismo tiempo, un número seguro de lectores. El objetivo es que editar no dependa de muy poca gente, que editar sea más fácil para todos. La motivación del editor transmite que el crecimiento de la editorial significa poder publicar a más autores en tiradas pequeñas.

¡Vamos las bandas!

...qué título de post
más pedorro y poco original...





Sábado 27 de noviembre
desde las 22
Go-Neko!
El Perrodiablo
Hacia Dos Veranos
Los Pus

domingo 28 de noviembre
desde las 19
107 Faunos
Paoletti y Los Acordes
Los Cayos
DChampions

¿Dónde?
En el >ZAS<
(Moreno 2320, Once)

¿Cuánto?
15p

Apoyan
FM Nacional Rock
La Tribu
ElAcople
Comiqueando
Funesiana
Nulú Bonsai
Laptra
Triple Erre
Hang the T-Shirt
Attom
Vamos a imprimir

*

jueves, agosto 19, 2010

Otra oportunidad

por si no viniste
a la fiesta
del viernes pasado



para charlar sobre
lo que significa
escribir
y hacer
libros artesanales

[ gratis + ameno]

*

jueves, agosto 12, 2010

Nuevo libro

nueva presentación



además
presenta en
Capital Federal

Bailanta
de Matías Gómez


vení, festejá y ganá


*

jueves, agosto 05, 2010

No paramos de leer

ni de escuchar



nunca empezamos puntual
pero empezar vamos a empezar
además, si ves la lista
se te hace agua la boca

somos varios
y habrá de todo

*

martes, mayo 04, 2010

Montá tu editorial

nueve puntos
para tener en cuenta
aquí el octavo


Un octavo punto a tener en cuenta es que cuando enseño encuadernación, enseño por una cuota mensual. Una cantidad de guita que varía según quién tome las clases. En el caso de ustedes, que van a montar una editorial, y como siempre digo: no les voy a cobrar por aprender a encuadernar. Peor. Les voy a cobrar con especias. Desde mails larguísimos arengándolos a que continúen con un trabajo que no trae resultados inmediatamente hasta que me alojen una noche en un rincón de una casa en el hipotético caso de que me pelee con mi polola, les voy a quemar el gorro para que salgan adelante con el proyecto. La única regla que hay que tener en cuenta es PACIENCIA. Porque esto puede estar buenísimo (de hecho, lo recomiendo, recomiendo que la gente se ponga una editorial autogestiva y artesanal, todos los días y dos veces los domingos) sí, buenísimo, buenísimo; pero requiere de trabajo. Requiere que aprendan y conozcan gente o se muevan para conocerla. Que a veces no duerman preocupados por algo que no sale. ¿Plata? La plata la van a ver; que entra y sale. Y, seguro, más será la que entrará que la que saldrá. Pero si están pensando que esto de hacer una editorial es "un negocio" están fritos, mis amigos. Acá no hay ni fama ni plata. Lo que hay es un gran esfuerzo que muchos como ustedes pueden valorarlo. Y un esfuerzo que tiene como capital lo simbólico. El proyecto en sí garpa. A nivel dinero nunca perdí. Pero a nivel editorial se pierde y se gana, como en la vida. Así que está buenísmo que sean varios pero eso también obliga a que las decisiones tarden más en acordarse por lo que hay que abrigarse de PACIENCIA y dar pasos de elefante (como dice Juan Terranova, el primer socio que tuve y con quien arranqué todo esto): paso lento, pero seguro; donde se avanzó, no se retrocede.


lunes, abril 19, 2010

Suban, empujen, estrujen, bajen

Editorial Funesiana
miércoles 14 de abril
de 2010



los ejemplares de plutón canta de Ceci Eraso
aguardan en fila para la presentación
que
ya sucedió


*

sábado, abril 17, 2010

Hoy

el lugar es chiquito
pero lleno de amor



y esta noche bailamos al ritmo de Faith no more - King for a day fool for a lifetime | Alice in Chains - Jar of lies | Babasónicos - Trance Zomba | Beatie Boys - Ill Comunication | Blur - Parklife | Mano Negra - Puta´s fever | Metallica - Black album | Radiohead - Pablo Honey | Red Hot Chilli Peppers - Blood sugar sex magic | Nine Inch Niles - The Downward spiral | Pearl Jam - Vitalogy


*

miércoles, febrero 24, 2010

Ob – sessions

Publicado en la Contrarreforma #3
marzo − abril 2008


Me preguntaron quién iba a leerme. Yo no supe qué responder. Así que a cada uno que me contestaba el mail le preguntaba quién era. Mandaba mis cuentos y les explicaba que buscaba lectores de una manera no convencional. En el adjunto iba el cuento. Si les gustaba les mandaba más. Si no les gustaba los borraba del mailing.
Eso fue al comienzo. Porque después no explicaba nada. Después mandaba y listo. Era otra etapa. Era otra época; ya se había ido De la Rúa en helicóptero y el papel costaba dos huevos y una patada en la frente.
Con los mails era una historia; algunos ya sabían que te pueden copiar la dirección de correo electrónico desde cualquier mail masivo del tipo salven a las ballenas empetroladas que ya tenemos suficiente aceite para negociar con China y necesitamos levantar el turismo pero sin ballenas no se puede.
Un mail masivo era lo más punk que podías hacer en el mundo virtual. Era como abrir una caja de pandora; miles de respuestas que te decían que quién sos, que te amo, que dedicate al tenis, que ponete un kiosco, que te vendo una playstation, viagra, dildo, calculadoras científicas o teléfonos celulares. Epoca gloriosa donde Crónica te internaba con esas publicidades de 10 minutos. Hoy en día son comunes, no se las valora como antes; ahora dicen que afecta la reproducción de neuronas. Maricones.
Internet es un cúmulo de porquerías que no tiene nombre. Y por ahí empecé a distribuir mis cuentos. Claro, por el chiste fácil: si es el espacio para la porquería, era el lugar ideal para mis textos.
Con paciencia y saliva conquisté corazones y me armé un mailing de lectores que esperaban ansiosos mi texto. ¿Cuánto es paciencia? Paciencia, pensé cuando armé el proyecto, eran 12 años. A mí me costó solo cinco. Cinco años de mi vida recolectando direcciones de mail, enviando invitaciones, sintiendo el rechazo de los que se sentían invadidos, explicando a cada uno el sistema de entrega gratuita de cuentos a través de un simple email. Cinco años aprendiendo a navegar, conociendo los secretos del html y los distintos foros de discusión literaria y weblófila... que no eran muchos. Cinco años en los que trabajar significaba entrar a un cyber con teclados húmedos de pajas colectivas en sitios porno. Cinco años de manejar el Office Word. Cinco años de pelearme con un argentino viviendo en Brasil porque decía que era peor que Maradona hablando de Química. Mi primera úlcera, mi primer polvo por Internet, mis primeras frustradas primeras citas por Internet, mi primera vez por Internet, mi primer primera cita, mi enorme corazón solitario más solitario aún. Oxímoron: mientras más conocido me hacía por Internet, más solo me sentía.
Todavía me preguntaba quién me leería pero ya no interactuaba. Para ese entonces, eran tantos los cuentos enviados que decidí ponerme a seleccionar. Armar mi propia antología, ser mi propio editor. ¡Qué grave error! Porque en la furia de la euforia vi que tenía un libro listo para que una gran editorial me descubriera. Que penoso entusiasmo (aunque es típico, sano; siempre que puedo lo recomiendo). Y después están los que dicen ignorancia es salud. Ignorancia es ignorancia, qué joder. Y de ignorante, gasté mucha suela. Caminé y caminé. Puerta a puerta. Buscaba que se tomen un tiempo para responder por qué. Por qué no era tan bueno. Por qué no merecía publicación si ya tenía mi grupo de lectores; escuchame, 3000 son 3000 acá y en la China donde podrían ser tres millones. Ahora que lo pienso, hoy que se venden apenas 300 ejemplares por cada libro “bueno”, 3000 no es un mal número. Es más, ¡soy un autor! Pero claro, ¿quién me iba a creer?
Hoy pasa lo mismo. Pero todavía no llego a hoy. Todavía estoy en ayer.

Tenía un grave problema. Uno de tantos que tienen tantos que son tontos. Tenía un problema serio: creía que estaba solo en este mundo. Creía que estar solo en este mundo estaba bien. Creía que sentirse bien estando solo, era lo mejor. Qué pedazo de autor al que su soledad no le importa un bledo; ¡es más! ¡lo cree genial!
Error, muñe; diría Casas.
Después me enojaba porque no podía hacer nada. No conocía escritores. No pensaba que hubiera otros con el poder de la palabra. Y los de poder de publicación me parecían poco menos que estrellas de Bollywood. Un desastre. Entonces era un idiota que se veía y creía solo, se sentía bien con eso pero no podía modificar más que un html en una de miles de páginas de Ciudad punto com punto ar que, para colmo, ya no existe más o usan el sistema CCS que no entiendo para nada. Y por otro lado, miraba revistas culturales y decía “esto debe pasar en otro país”, “esto es Europa” refiriéndome a libros, autores, lecturas. Estaba como en una nube de pedos. Me sentía lejísimos.

Y llegaron los blogs.

Nunca había entrado a uno. Y de diseñar en html en una página pedorra (quien quiera buscar la encuentra, por pudor ya no la linkeo más) pasé a pisarla y colgarla en el ángulo en cada tiro libre: diseñar blogs es más fácil que para el Di(o)z agarrar una pelotita de golf y hacer jueguito con los cordones desatados. Siempre digo, en mi arrogancia de pendejo (porque hay que ser arrogante si uno quiere parecer pendejo y levantarse nenas como en su momento lo hice con mi Lunita) que diseñar blogs es para idiotas. Y no, no es para idiotas pero es fácil; hay que prestar atención.

Entonces; blogs.
La mayoría eran diarios de vida, bitácoras, intimistas.

Después me di cuenta; la mitad de los diarios son inventos de un escritor probando. Son inventos de un escritor como D´s manda. Son inventos de personas que juegan a crear personajes. Pero claro, no se puede andar diciendo por ahí que tenés un blog donde ponés que te garchaste a un toro en Santa Fe y Pueyrredón porque ¿qué van a decir tus hijos? ¿Qué va a decir tu editor (en el caso de que seas un autor ya publicado)? ¿Dónde queda tu credibilidad para señoras gordas que te leen en un café sobre Avenida Alvear?
Los blogs para mí fueron una salvación. (Qué buen titular si esto fuera Gente). Fue la salvación porque cuando conocí, ponele que a Fabián Casas, me di cuenta que este mundo es un muy buen lugar para pasarla bien. Hay una frase de él que siempre cito que no importa si es de él o de la vanguardia literaria Open Gallo: antes, en los bares se juntaban para armar una revolución, ahora se juntan para bombardear de comments un post. Y otra que no me olvido: hay muy poco sentido del humor entre los escritores.
La mayoría se pone un poco inflabolas con eso de que “el nuevo mundo sin libros será arrasado por los blogs”. Una imbecilidad que no se por dónde empezar para rebatir. Una forma de atraso comparable a, no recuerdo bien si una revista virtual o un blog, que dijo las lecturas en vivo atrasan. (Sí me acuerdo, pero tengo códigos… otra cosa que habría que enseñar en Puán).
Las lecturas en vivo se transformaron en la transmisión en vivo de un autor que ni en pedo ibas a conocer vos que sos un Indiana Jones de las librerías de saldo. Acá, por lo menos en mi barrio, las lecturas en vivo eran un entuerto surgido de una mente afiebrada que cada tanto no tomaba la pastillita: hoy en día es el lugar a donde tenés que ir para conocer escritores. Hoy en día es el lugar que tenés que ocupar si querés levantarte entre la aburrida y pegajosa cantidad de escritores que ocupan las mesas de editores que están hartos de recibir textos de gente completa y lamentablemente desconocida.
¿Cuántos editores conocés que se arriesguen a levantar de la pila un manuscrito? ¿Cuántos de esos editores (que ya contamos con los dedos de las manos y los pies) tienen la suerte de hallar un escrito más o menos legible o más o menos seductor a nivel comercial? Y para romperte la cabeza; ¿cuántos editores conocés?

Ahí la cagaste. Ahí está la cosa.

Conocer editores no puede ser parte del trabajo del escritor. El trabajo del escritor es escribir. El trabajo del autor es crear una obra. El trabajo del autor es pensar su literatura y la literatura de autores que lo estimulan, interpelan, atraen, aburren, degradan. El trabajo del escritor… El trabajo del escritor también es conocer editores. No seamos ingenuos.

Hace poco, en el escritorio de mi famosa y pequeña editorial, recibí un mail de un pibe que tenía ganas de editar un libro y decía;

Estimado editor general:

El proposito de esta carta electronica es basico y conciso. Me interesaria saber cuales son las posibilidades reales de que su editorial se encarge de la publicacion de un libro de mi autoria. La palabra encargue, no refiere solo a terminos economicos ya que entiendo que es sumamente dificil que una editorail ponga dinero en solventar un libro primerizo de una persona totalmente desconocida.


Al final saludaba y chau pinela. En el mail no decía ni quién era. No decía ni el nombre (la dirección de mail era algo así como rockybalboa1985). No decía si escribía libros de 500 páginas o plaquetas de 30 poemas. No se presentaba y yo no sabía quién era… o peor; él no sabía quién era yo.
Saber a quién le mandás un mail es importante. No podés ser tan queso. Tenés que, por lo menos, evitar las erratas, poner acentos, averiguar si hay editor general o no hay editor general. Tenés que saber si es una editorial de ensayo, narrativa, poesía, lo que venga. Si te cobran para editar, si te pagan por adelantado o te hacen un contrato (en este caso, cuánto dura el contrato), si no te cobran nada, si los libros los venden en librerías o por encargo o por Lulú (tenés que conocer Lulú). Saber si se despegan de la edición o te guardan libros en un depósito a la espera de que los vengan a buscar. Tenés que saber si los distribuyen en tu ciudad o solo en los centros urbanos. Saber si la editorial consigue reseñas en medios gráficos, virtuales o diarios. Y si eso te interesa.
Tenés que saber si el guante que buscás te calza, básicamente.
Y en el camino te vas a dar cuenta quién te da vuelta la cara, quién te inventa datos, quién habla por hablar, quién dice una cosa y hace otra, quién te ayuda desinteresadamente y quién no (es obvio que nadie ayuda desinteresadamente; sabelo).
¿Y quién te dice eso? Nadie. Nadie te cuenta “che, averiguá estas cosas”. Si tenés suerte o le pagás la merca o marihuana a un amigo, por ahí te tira un (un) dato de todos estos. Entonces se hace difícil publicar porque vos no estás para esas cosas, vos estás para escribir y nada más.
Y no. Estás para estas cosas también. Porque cuando ves que otro las hace te querés matar; porque de esa forma publica. No tenés que ser editor, tenés que averiguar, tener los datos. Entonces, en lugar de encabezar el mail con un “editor general”, conseguís un nombre de pila. En lugar de poner “términos económicos” (bah, terminos economicos), ponés si estás o no de acuerdo con el porcentaje que asegura el contrato. Te interesás por tu libro que ya terminaste y que, por supuesto, el editor va a retocar. Y ya oigo comentarios del tipo: al que me toca una coma, se la corto. No, muñe, también pasa que te “retocan”.
Averiguar demuestra interés por la editorial, por el trabajo del editor, porque tu trabajo salga publicado, en hacer las cosas lo mejor, más rápido y beneficiosamente posible. Si vos estás feliz, todos están felices.
Ah, bueno, sos tímidx. Te da vergüenza acercarte y hablar. No sos bueno para charlar con la gente, por eso escribís. Entonces digo, estás cagado. ¡Pero no! ¡Todavía queda otra! Conseguís que un amigo se haga pasar por vos, otro amigo que acerque tus libros al supuesto editor, una amiga seduzca a un editor o editora y le comente tu libro. Y me decís; ah, pero eso no está bien. ¡Y claro que no está bien pero qué te queda! ¿¡Querés editar o no!?
Y no, así no. Entonces quedás afuera.
Duele. Porque de repente surge mi trabajo, el trabajo de otros como yo, que buscamos autores que son ninguneados o autoninguneados y nos reciben con la misma bronca que los ecuatorianos a los colombianos. Nos reciben con recelo. ¿Recelo por qué? ¡Te vengo a leer, boludx! Pero no, porque vos te juntás con ese o con aquél. ¿Y qué tiene que ver? Y lo peor es cuando, regalando tu trabajo, recibís la humillación del sociópata que te dice “eh, pero es re caro tu libro, ¿a quién te comiste?”. ¿A quién me comí? A nadie, me voy a otro lado, no molesto.
Y así pasa. Te alejás, te separás de un grupo en lugar de afianzarlo. Trabajamos separados. Nos quejamos por separado. Porque para eso no faltan caracteres; ¡maten a Planeta! ¡Enciendan Sudamericana!
Por D´s, ¿tanto lío es ponerse de acuerdo?
Y sí, tampoco voy a pecar yo de ingenuo. Pero no abandono el trabajo y entonces sigo leyendo, sigo escribiendo, sigo buscando, pero con actitud de encontrar, no solamente rebotando.
Y vuelvo al principio; ¿quién me va a leer? No sé. Pero está bueno saber, para mí, que trato de que muchos otros lean no solo lo mío (que está buenísimo) sino también lo de otros (que también está requete chupete). Trato de repartir la torta, muchachxs.
Y cuesta.
Pero… te cuento un secreto; me tomo una cerveza y se me pasa.


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viernes, diciembre 18, 2009

La última...

y no jodemos más



Como pueden ver vamos a compartir stand con todas estas grandes editoriales, a saber: Caja Negra, Editorial Del Diego: Colección Chapita, Casi Incendio La Casa, Loco Rabia, Zorra Poesía, Proveedora de droga, El fin de la noche, Editorial Mancha de Aceite, El Niño Stanton, Milena Caserola, Editorial Mil Botellas, Eloísa Cartonera.

Empieza a las 12 del mediodía.
Se extiende hasta pasadas las 00 horas.

Traé protector solar y una onda bárbara.
Nos vamos a cagar de calor pero con qué gustito a verano.


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