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domingo, julio 24, 2011

Epilepsia olímpica

Por W. OPPENHEIMER / C. SERRA
para El País




Pocas veces un logotipo ha producido tanta polémica como el de Londres 2012, desvelado el lunes en medio de un debate que confirma la trascendencia que tienen los Juegos Olímpicos como depositarios del orgullo nacional. En estos tiempos, el diseño tampoco es ajeno a estas cuestiones de orgullo.
Durante los próximos cinco años, Londres estará extremadamente asociado al logotipo de los Juegos, imagen corporativa que inundará el mercado económico y mediático. Los Juegos Olímpicos han trascendido cualquier idea deportiva para convertirse en el acontecimiento popular más importante del mundo, y quizá el de mayores consecuencias políticas y económicas.

Cuando Londres, París, Madrid, Nueva York y Moscú se presentaron a la elección de la sede de 2012, se proclamaron los Juegos como la cima del prestigio planetario. Ganó Londres en un fascinante ejercicio de convicción y estrategia política. Desde aquel 6 de julio de 2005, el nuevo logo es lo más visible del trabajo de los organizadores. Si tiene éxito o no, lo dirá el tiempo, como ha ocurrido en ediciones anteriores. El diseño acompaña a los Juegos Olímpicos casi desde sus inicios, pero su importancia ha crecido exponencialmente desde Tokio 64. En algunos casos, su trascendencia es irrebatible. El logotipo de Múnich 1972 y los maravillosos pictogramas de Otl Aicher figuran todavía como un ejemplo de eficacia, belleza y sencillez. Lo mismo ocurre con el diseño del norteamericano Lance Wyman, cuya colaboración con el arquitecto Pedro Ramírez Vázquez introdujo sin complejos la estética del pop-art en los Juegos de México 68. O el diseño de Josep María Trias para los Juegos de Barcelona 92, un logo alejado de las formas geométricas anteriores, destinado a exportar una idea mediterránea del acontecimiento, estela que siguieron Sidney 2000 y Atenas 2004.

Resulta frecuente la controversia en la elección de logotipos y mascotas -el denostado y muy kitsch Naranjito del Mundial de 1982 cumple 25 años y no hay manera de borrarlo de la memoria-, pero también es cierto que en ocasiones los diseños más criticados acaban por triunfar sobre los críticos. A la vista de las reacciones en el Reino Unido, se podría pensar en un fracaso rotundo. El logo de Londres 2012 ha causado un enorme revuelo en el Reino Unido y ha provocado una catarata de críticas en los medios y reacciones adversas de lectores y televidentes. Ayer a media tarde se habían recogido 41.789 firmas en apoyo de una resolución que pide que el logo sea cambiado. El diseño, que se basa en la cifra 2012 y parece aludir a un atleta a punto de arrancar una carrera, es obra de la agencia Wolff Olins -responsable del último diseño de Movistar, que también tiene entre sus clientes a E.ON, Tate, General Electric Orange, el British Council, Repsol, Renault y Unicef- y recuerda estéticamente y en sus colores a un dibujo de graffiti.

Las críticas se basan en la estética -la inmensa mayoría de los oponentes creen que es feo-, en la agresividad que destila e incluso en cuestiones de salud. Los destellos de la versión animada, con repentinos cambios de color precedidos de una especie de parpadeo, han provocado problemas a una veintena de personas que padecen un tipo de epilepsia llamada fotosensible. La controversia también tiene carácter político: a algunos ciudadanos el logo de Londres 2012 les recordó de inmediato la cruz gamada de la Alemania nazi. No faltan las quejas por el precio del diseño, unos 600.000 euros. La BBC ha recibido docenas de propuestas alternativas, desde las que se basan en la bandera británica y recuerdan diseños de entreguerras a dibujos infantiles, parodias del logo de Wolff Olins a una excepcionalmente simple basada en el logo del metro de Londres.

Sin embargo, Josep María Trias, creador del logo de Barcelona 92, considera que la imagen de Londres 2012 es un ejemplo de la creatividad de la capital británica, tanto por su estética contemporánea como por su ruptura con modelos anteriores. "El logotipo de Londres me parece una propuesta muy interesante. No me extraña porque los ingleses siempre están atentos a las innovaciones creativas. Me parece lógico que quieran imprimir un nuevo estilo. Todo lo que viene de Londres tenemos que verlo con respeto. Seguro que generan un estilo gráfico innovador". Trias considera que Londres pone fin a un ciclo de 20 años, como Barcelona cerró el periodo de Múnich 72. "Para mí está claro que es Múnich 72, Barcelona 92 y ahora Londres 2012. Cada 20 años se produce la misma evolución. Y en medio de estas fechas hay más o menos seguidores de estas líneas, combinándolas o apostando por una o por otra".

Ahora el logotipo de Londres parece que vuelve a romper. Ya no se trata de la vena artística y lúdica, sino de una propuesta más tecnológica y global.

Javier Mariscal, creador de Cobi, la mascota de los Juegos de Barcelona 92, coincide con Trias en su opinión favorable. "El logotipo de Londres me parece muy chulo. Me gusta porque tiene mucha identidad y porque la primera vez que lo ves ya no lo olvidas. Además, es rupturista. Rompe con lo que había y, además, te obliga a hacer un esfuerzo para poder leerlo, y eso siempre es agradable porque el cerebro dice: ¡mira qué listo soy: me he dado cuenta de que estas manchitas hacen referencia a Londres! Es dinámico, sugiere un acontecimiento, algo en movimiento. Y tampoco entra en los tópicos de los Juegos Olímpicos y los deportes y los chicos que corren en calzoncillos...". Sin embargo, Mariscal no ahorra calificativos para criticar el logotipo de los próximos Juegos de Pekín: "No tengo ni idea de cómo era, o sí, casi lo había olvidado. Es una imagen sin personalidad, puro estándar".


***

viernes, mayo 20, 2011

Ascensor repleto

foto:
santiago del estero
2009


Esta mañana me desperté porque los de Telecentro abrían un guraco en la pared y el ruido fue peor que esos despertadores a tres pesos que se venden por la estación Once. Un tipo con un arnés de color negro, tiradores y anteojos de plástico transparentes sostenía un taladro mecánico que debía ser de tres millones de watts. Se sacudía la cama. Este es un edificio, vistes. Acá las cosas se saben porque en los edificios todo se sabe. Ahora, por ejemplo, la vecina está discutiendo otra vez con su hija. La nena tiene 6 o 7 años, no más. Una quiere ver la novela y la otra un documental sobre los pulpos. Adiviná quién quiere qué. Como siempre que estoy lesionado y estoy de reposo escucho la discusión de mis vecinas. Pero como arranqué la mañana con un dolor simbólico en los huevos no estoy para aguantar sus disfuncionales gritos.
Ponele que por eso volví a escribir en el blog. Porque a veces me pasa cada cosa que me gustaría contarlo, ver si alguien lo lee (digo "ver" porque recién estaba chequeando las estadísticas y algún que otro tipo pasa por aca, tipas) y asi puedo sacármelo de la memoria. Porque esa es otra muy divina: lo que escribo acá lo olvido. Para qué recordarlo; ya lo tengo acá. Ahora quisiera olvidarme del dolor del muslo izquierdo pero eso no se puede. Tampoco soy boludo.
Ayer, mientras revisaba los mails, pensaba que sí soy un boludo. Para un tipo que dice que todas las mañanas se levanta, desayuna y me putea. Recién miraba un video donde Juan Cruz Sanchez dice que todas las mañana se hace una paja antes de ir al trabajo. Y este otro pajero, en lugar de sacudirse la gallineta, me putea.

Mirá que hay gente para todo, eh.





*

jueves, febrero 04, 2010

La punta del iceberg

Cualquier parecido con la realidad que veas
es porque estás bastante informado, informada
o sea: aflojá un poco.


Ellos no terminaron tan mal... Tuvieron una relación de 5 años que, según sus propias palabras, no quisieron terminar. En parte porque no podían soportarse, en parte porque eran inteligentes y sabían que si no se potenciaban mutuamente ninguno de los dos crecería.
Una de las gotas que rebalsó el vaso fue que en lugar de llamarlo por su nombre lo etiquetaban según su entorno. Entonces no era Darío Betul sino el novio de Luz Santana o el hijo de Tamara Costanzo o el amigo de Ismael Nóbrega. Y habiendo luchado durante años para tocar en bares de mala muerte, conseguir músicos que no lo prejuzgaran y armar sus distintas bandas hasta encontrar el tono, el timming, la fórmula para transitar el camino del rock, no servió para nada que ni su novia ni su familia lo ayudaran; nadie lo tomaba en serio.
Y esos problemas sumando y sumando horadaron la relación hasta que Luz le dijo Bichi, yo te quiero bien pero no me podés atajar en casa con ese humor de mierda, esa bronca, ese resentimiento. Yo estoy creciendo, sumando, como decís vos. Necesito un entorno más creativo, más libre, más estimulante. Tu envidia no me ayuda.

Y Bichi, cansado de que ni su novia usara su nombre, apagó la máquina de pensar en Gladys y recapacitó una semana encerrado en la pieza. Al salir, Luz ya tenía las valijas hechas. Se abrazaron y se despidieron triste y lentamente.

Con el tiempo, las semanas, se dieron cuenta de que no había sido una gran decisión. Se extrañaban como nadie, como nunca. El camino de la soledad era más amargo de lo que creían y eso los perjudicó tanto que los planes habían salido mal: tampoco estaban creciendo. Se llamaban por teléfono para hablar durante horas. Se mimaban en secreto, con esperanza y dolor al mismo tiempo.

Hasta que idearon un plan para que él también despegara.

-Bichi, necesitamos dos pibes iguales. Yo conozco un par; Ian y Lautaro. De Lautaro me encargo yo. A Ian lo vas a tener que afilar vos.
-¿Vas a hacer todo esto por mí, Luz?
-Bichi, no te puedo ver así. Además me cubre hasta mi jefe. Es manejable. Vos despreocupate que yo me encargo de todo.
-Pero es peligroso.
-Sí. Ya lo sé, Bichi.
-Ay, Luz... yo te extraño, te necesito... pero así no.
-Vos dejame a mí. Nos conviene a los dos.
-Pero Lautaro...
-Lautaro no va a sufrir.
- . . .
-Bichi, te lo juro. Lautaro no va a sufrir.



*

martes, septiembre 08, 2009

¡Ápa!

¿Lo dijo en serio?

Lo cierto es que Berlusconi aclaró porque si no oscurece:

Y varias rutilantes figuras del jet set argentino porteño e internacional opinaron al respecto:

Maradona:
"¿Ah? ¿Dijo eso? Yo creo que a la mayoría de los argentinos les gustaría haberse papeado un cuarto de lo que me papié yo".

Nuestro tremendo ex-Presidente también fue consultado:
"Eshee esshj un grande... que me devuelva los pelpa de Los Antiguos que lo mando a buscar. Ando con problemas de cashj y a más de uno le gustaría tener las tierras que tenía yo".

Dijo Magnetto:
"Qué van a querer ser como Berlusconi... si me conocieran un poco más, querrían ser como yo: digo lo que se me canta la chota peluda, Funes"

También opinó Evo:
"No voy a hacer comentarios... qué pelotudo este tano..."

Alfredo Casero pasó y dejó un comment en otro post pero al respecto de este tema:
"Berlusconi es un surundrule. Le pondría un carazcroto en el tremibundo para que aprenda que no se puede ser tan copotrole como Zip Zroque. Igual, me gustaría tener su Andromuchito, chiquito, chiquito, como el suyo."

Susana Giménez, en Ezeiza y antes de partir hacia Miami a comprar una licuadora de oferta de su amigo Hugo Peralta, el cubano, incluyó su pensamiento al respecto:
"¿Berlusconi? ¿Está vivo?"

La querida Xuxa:
"No seré italiana pero bien que me enfiestaría con más de una de las bajiñas con las que se enfiestó; por lo menos teim bon gusto"

Diego Capusotto también opinó:
"¡¡Renuncie Montonero Berlusconi!!"

Mi prima de Chacabuco:
"¿Ese al final es Presidente o no es Presidente? ¿Quién lo votó? ¿No les da vergüenza a los tanos ese asqueroso?"

Y finalmente le preguntamos a Fogwill, siempre atento a las frases polémicas, quien nos dijo:
"Salí, negro de mierda, no ves que me estoy haciendo la paja."


Próximamente
más encuestas y entrevistas
en éste que ha dado en llamarse
el programa de...

*

jueves, julio 02, 2009

A mí no me engañás

Las redes cerebrales
del paranoico delarruista



-Che, pa, se murió, Miguel.
-Sí, viste. Garrón. Cuchame, me llamó la hermana.
-Esa perra.
-Sí, bueh, me pidió que nos reuniéramos y fui.
-¿Cómo fuiste?
-Sí, fui. A ver qué quería.
-¡Traidor!
-Bajá un cambio. Escuchá. ¿Viste que ahora van a salir a tocar temas suyos, recitales, iban a hacer 50 por sus 50 años?
-No, no sabía nada.
-Sí, sabías, boludo. No te hagás el zota.
-Bueno, sí, sabía. ¿Qué tiene que ver conmigo?
-Tenés que decir que no te hizo nada. Tenés que salir a decir que nunca te tocó. Que fue una mentira.
-¡Pero si es verdad!
-Ya sé, ya sé, hijo. Pero haceme caso, querés. Tenés que decirlo por todos los medios. La idea es que tu "arrepentimiento" se de a escala mundial. Van a salir a hacer recitales por todos lados y la idea es que vuelva a tener una imagen favorable para que la gente llene los estadios...
-¡Pero Papá! ¡Qué decís! ¡Yo lo odio a Miguel!
-Bien que gastaste los 22 palos que le saqué... sin decir ni "a".
-¡No, no y no!
-Cuchame hijo... les saqué el 25%. Nos van a dar el 25% de todo lo recaudado, hijo. Eso es mucha plata. Pensá en tu familia, tus amigos. Pensá en que vas a poder hacer lo que realmente querés sin ningún tipo de traba.
-¡No, no y no!
-¡¡Jordan Chandler!! ¡O hacés lo que te digo o te mando al frente!

*

viernes, junio 26, 2009

Un abusador de menores menos

a-dios
a-dios


no lo vas a ver
turro

Saludos al cornudo
del Diablo

avisale que tengo una habitación
conminombre
que no se haga el boludo

*

jueves, junio 18, 2009

Me sacaron la red

Sobre el levante

No uso el facebook. Entro muy cada tanto para ver si mandan invitación a una lectura. Como no me importa mucho nada (en general) les digo a todas las otras fiestas, reuniones, reclamos, marchas, grupos, bandas, amigos, que sí, que los acepto, que los voy a ver. A los grupos no me sumo porque hay que leer y no me copa mucho ver qué opinan sobre quedarse horas abajo de la ducha de agua caliente en invierno.
Casi ni leo lo que mandan... bah: no, no leo lo que mandan. O sí, porque, si no, ¿cómo me doy cuenta de que es una lectura o no? Bueno, sí, los leo. Pero no les doy bola. Y les pongo "sí, sí, voy: chau".
Ahora se me pasó la etapa de ofendido. Porque en un momento alguien decidió que si te invitaba a la lectura te ibas a enterar por el facebook y no más por el mail. Así me perdí varias lecturas. Porque, repito, no entro muy seguido.
Ojo, tampoco es que voy. Las agrego a la agendita.
No me alcanza el tiempo para ir a cuatro lecturas en una franja de tres horas. Es medio como un poquitín imposible.
Pero yo los cuelgo acá. En la agendita. Está todo más que bien.
Empecé a entrar más seguido al FB. Ponele dos veces por semana. Y noté que varias personas no actualizan mucho su perfil así que en un rapto medio sociópata de entrometimientismo puro les pregunté por qué:
-Es que estoy a full con mi perfil alternativo,
Funardo.
-¿Perfil alternativo?
-Claro... el de los levantes.
Y me acordé que el FB a muchos les sirve para levantar en pala.
-Además tenés todo: Blog, Twitter, flog, estado... todo. No se pueden escapar.
Y volví a pensar en que estoy un poco viejardo porque no entiendo mucho. ¿Qué tiene de hot tener varios soportes en uno sólo? ¿Qué onda? ¿En la calle ya no hay más levantes? ¿Una mina no le puede decir, en la calle, a otro tipo que está bueno, que por qué no tomamos una birrina en el bar?
¿Qué pasó?
Y ahí le pregunté de vuelta.
-¿Qué pasó, che?
-Se reconoce más fácil la histeria, Funardo.
-Ah, mirá vos... y cómo... ¿Cómo es más "fácil"?
-Claro, si le tirás un piropo en la foto, si le decís algo
por mensaje privado, si le tirás un toque y te lo devuelve pero hasta por ahí
nomás, está histeriqueando. Le estás haciendo el caldo gordo. La otra persona es
histérica. En cambio, si agarra viaje al toque: cero histeria.
-Mmmmh.
-Probá.
Y no sé si probar o no. Pero me sigue superando que en la calle nadie tenga un levante.
¿Vos te levantaste a alguien en la calle, alguna vez?
*

domingo, abril 05, 2009

Guat

made in
Argentina



Resulta que me llevé tres botellas de cerveza, vacías, al super de mi barrio para comprarme unas Stout de Quilmes. Como estaba solo daba para disfrutar de un poco de negra, la que más me gusta. Cuando llegué al súper me llega mensajito: "voy a comer, preparate algo". Lunita con hambre me cambiaba los planes así que para reconquistarla, como siempre hago cuando cocino, le preparé unos fideos a los cuatro quesos, más mi toque mágico.
Para acompañar, un Cabernet Merlot de Marcus a unos 16 ° puede ablandar el corazón de cualquiera así que tenía dos noticias:
1-ya resolví la cena, comemos pastas
2-qué hago con los tres envases

Respuesta obvia: volvés a tu casa con los envases vacíos. Salvo que se te ocurra pedirle al hijo de la cajera, el que apenas habla castellano, que te haga un ticket por 3 envases de cerveza para llevar otro día y comprar 3 litros de esa rica negra.

El problema es la cantidad de letras que escribió: porque ahí... ¿qué dice? ¿Qué puso? ¿Alguien entiende este idioma? ¿Me podría traducir? ¿Dice que estoy habilitado para comprar 3 cervezas sin presentar envases porque ya los traje en otro momento o dice el que traiga este papel tiene que conocer "el fondo"?


por favor
dejen su comentario
gracias


*

jueves, febrero 26, 2009

¿Quieres ser John...

Grisham?


Libros que muerden subió un interesante post. Para arrancar, para tener en cuenta, para una opinión, para despegar los deditos, para fantasear. Es como cuando el Diego hacía jueguito con la pelota de golf. Eso "no sirve para nada". Puede ser. Hay dos o tre momentos cada seis partidos en los que podés tirar un lujo o tirar un caño o algo así. Lo peor de todo es que uno se aviva una milésima después de que se cierra el portal del éxito.
Entonces, este interesante, no necesariamente sirve para algo.
Pero para algo sirve. Son varias partes. Acá cuelgo la primera.

Parte 1:
Lo básico de los personajes

1. ¿Cuál es tu nombre completo?
2. ¿Dónde y cuándo has nacido?
3. ¿Quiénes son o eran tus padres? (nombres, profesiones, personalidad...)
4. ¿Tienes hermanos? ¿Cómo son?
5. ¿Dónde vive ahora y con quién? Describe el lugar y las personas que viven con él.
6. ¿A qué se dedica?
7. ¿Escribe una descripción completa sobre ti. Debes considerar altura, peso, raza, color de pelo, ojos y tatuajes, cicatrices o cualquier otra marca que le diferencie.
8. ¿A qué clase social perteneces?
9. ¿Tienes alergias, enfermedades u otras debilidades físicas?
10. ¿Eres diestro o zurdo?
11. ¿Cómo suena tu voz?
12. ¿Qué frases o palabras usas con frecuencia?
13. ¿Qué llevas en sus bolsillos?
14. ¿Tienes tics, manías, hábitos extraños u otras características que le definan?


*

[ todas las partes, mi querido Jack ]

*

jueves, diciembre 18, 2008

Tipo jodido

*

Es como cuando te piden perdón sólo para averiguar si sos de los que dicen 'nah, todo bien' o te callás y se te insufla la cabeza.

*

viernes, noviembre 14, 2008

El tubo de fin de año

una de tantas
teorías

¿Viste que cuando arrancás el año mirás para adelante y decís, bueh, genial, ahora pilas? Te subís los pantalones, ajustás el cinturón y de ahí en adelante es puro espadeo. A veces con clase, otras con torpeza pero siempre impiadosamente certero. Como dice un amigo, más vale que me cortes la cabeza porque si me levanto te voy a buscar.
Y así, vas tirando, entre Samurais amateurs, tipo de los que se ponen la vincha en el bíceps porque se creen capitanes o mandan afilar la katana porque "si no, no me corta, vistess" o te recitan el libro del guerrero de memoria sin entender de qué goma están hablando. Samurais con canilleras o protector solar. ¡Qué grosso Samurai que soy!
Bueh.
Resulta que llega fin de año y no hay maestro yoda que aguante tanto agite, man. Tonces te ponés las piletas y decís "vamos, Tiburón, se vienen los últimos dos meses, no queda mucho, un poquito más".

Y te metés en el tubo.

Es como que entrás en el tubo, casi con los ojos cerrados, y después mirás el almanaque y es 10 de enero y decís "uy, me perdí las fiestas" justo justo cuando pasa un amigo que te toca el hombro y te dice "no, no, querido, tenías la mamúa de los 20: ¡¡un espectáculo tremendo lo tuyo!!"

¿Cómo puede ser?
Me lo re perdí.

El tubo de fin de año.
Entrás y no salís hasta bien entrado el verano. Por ahí te despertás en alguna playa o montaña, si tenés suerte. Todo por afuera. Nada te pega profundamente, nada te importa mucho porque hoy vas a la presentación de mongo pichu y mañana te metés en una fiesta electrónica, que la pegás justo con un baby shower de mediodía de la prima Kitty para terminar cerca de casa, dormir una siesta y enchufarte al msn con el nick "¿adónde vamos esta noche?" y respondés las 23 ventanitas que te dicen que con ese lomo y esas ganas podés venir a mi casa, a mi fiesta, a mi cumple, a mi graduación, a mi recital o qué se yo... a mi quinta.

-¿Vamos a la pileta?
-¡Uy, dale, hace mil que no voy a una pileta!
-¿No te acordás cuándo fue la última vez?
-No.
-El sábado que viene hace un año.
-¿En serio? ¡Qué memoria!
-¡Fuiste conmigo, salame!
-Uh.

El tubo de fin de año.
También aplicable a la cantidad de alcohol que uno bebe en el mes de diciembre. Todas las botellas condensadas en un gran tubo en el que entran todo tipo de festejos. De martes a domingo es viernes. Los lunes no existen porque el dolor de cabeza, la resaca, el sol, que te pica la espalda porque no llevaste protector, la panza hinchada, los ojos rojos porque dormiste dos horas y media y te despertó el vecino que llegó en pedo de la fiesta de fin de año de la empresa donde trabaja y no calculó que vos seguís laburando como cualquier carlitos y no tenés fiesta de fin de año porque no te invitan porque no invitan a los que trabajan en negro ¡pero qué hijos de puta! Sí, no me hagás acordar que me clavo un salamín vencido y me leo la Paparazzi de puta a puta.

El tubo de fin de año.
El nene termina el colegio y te empieza a romper las pelotas que circo, que zoológico, que regalo de navidad, que el arbolito este año más grande, que la mar en coche... y tus amigos actores, esos guachos reventados, reponen Alicia en el País de la Maravilla por quincoagésima novena vez pero esta te dicen "loco, todos los años te invito; pagá la entrada una vez" y no te podés negar porque abusaste siempre de su amistad y si no fuera por ellos los pendex de dónde sacan la sonrisa si a vos no te sale un chiste ni que Susana te ponga trescientas lucardas arriba del plato.

Entonces; ¡el tubo de fin de año!
Cerrás los ojos y te ponés.
40 acá
35 allá
¡Vamos a comer! (45 per cápita)
25 pal estacionamiento ("Pasa que fraccionamos cada 8 horas, flaco")
2 para el helado
-Ay... ¿y a mí no me comprás?
Okey, 4 en el helado

Y hacer las cuentas es un garrón.
Ja.
Qué paliza, nene, dice el Bambino y mirás la tele y está comentando la final de la Copa Sudamericana entre Estudiantes e Internacional y vos te pensabas que se refería a vos y decís "sí, Bambi, total, como dice Gentile, me tiraron un caño con una tortuga y no lo pude esquivar". Te comés el último pesto del año.

-Qué rico, ñam ñam.
-Ponele queso.
-Nonay.

El tubo de fin de año.
¡Qué película!
Porque si mirás ahora mismo tu fin de año anterior decís: grosso, ¿todo eso pasó? Y ahora que te acordás te causa gracia, te calienta, te pone meloso, te alegra la tarde.

¡Qué tubo, Fin de Año!
Y así, mirando el almanaque, te corrés un toque, te mirás al espejo y decís "faaaaaa; una cana!" Y yo no te voy a decir dónde puse el espejo ni dónde me encontré la cana pero te juro, fue así, dije "faaaaaa; una cana! ¿Es posible que te salgan canas ahí?"

Y sí, todo es posible.
Y mucho más durante...
...el tubo de fin de año.


*

martes, septiembre 23, 2008

Garching eater...



Tuve una jefa que se la pasaba todo el día con el celular en la mano. Para cerrar una fecha, para llamar a un artista; siempre por celular. Vivía muy lejos, a pasitos de la estación de tren de Lomas de Zamora, por lo que necesitaba estar al tanto de todo usando su celular ya que en la oficina estaba poco y nada.
Ganábamos buena plata contactando empresas que auspiciaban recitales, presentaciones de libros, fiestas temáticas y demás negocios inverosímiles como Baby Shower o Bar Mitzbas (creo que no se escribe así).
Paula (no podría decir su apellido) me encargaba a mí de mandar mails, hacer llamados a proovedores o abrir y cerrar la oficina pero más que nada debía encargarme de soportar sus rabietas cuando no le salía un negocio o faltaba una persona que había anunciado su presencia. Eso, obviamente, no estaba acompañado de un premio ni estímulo en el sueldo.

En esa época, llamar por teléfono en lugar de mandar mensajes de texto no era tan raro. Es más, los mensajes de texto eran bastante novedadosos y cool (algo que no le interesaba a Paula si no tenía que ver con alguno de nuestros eventos).

Después de dos o tres reveses (fechas canceladas y pérdida de sponsors) agarró viaje con los sms porque se nos venía la noche y la cuenta del celular era un dolor en la nuca porque se inflaba como gorda comiendo pan.

Para colmo, solterona y workoholica como era, olvidate de que tuviera un chongo. Nada. Más sola no podía estar. Se conectaba con mil personas pero no conectaba con ninguna. Salvo conmigo, claro. Mandaba esos mensajes de texto largos, como de conversación, monólogos sobre el estado de la cuenta en el banco, los precios de los catering y su relación con un evento de envergadura, etc, etc, etc.

Una vez, la vez que me decidí abandonar ese trabajo, fue un sábado. Los sábados me quemaba la gorra con tanto esfuerzo que me fumaba dos porros en el día: uno al levantarme, después de morfar dos o tres medialunas mientras revisaba suplementos culturales y otro a las 5 de la tarde, en el pasaje Aníbal Troilo, ahí por Villa Crespo, antes de bajar al subte. Esas dos cuadras fumando eran la calma previa a la tormenta. El subte me dejaba en la esquina de mi trabajo y arrancar fumado era lo mejor que me podía pasar porque apenas llegaba me enchufaba 2 o 3 carpetas con recortes de diarios y me pedía que revise por qué solo esos diarios hacían crónicas o reseñas de nuestros eventos cuando yo debía lograr que todos los diarios publicaran algo.

Ese sábado, decía, no fui a trabajar. Terminé el porro en la escalera de Angel Gallardo y me pregunté qué pasaría si no iba. Nada. ¿Qué iba a pasar? No iba a ser ni el primer ni el último empleado que mintiera para no ir a trabajar. Y yo podría estar con mi novia un sábado a la tarde que era su único día libre.
Así que apenas me vio entrar de vuelta, no le di ni tiempo a preguntar nada ni sorprenderse que ya nos revolcábamos en la cama y nos reíamos de las excusas que podría haberle dicho a la insoportable de Paula.

Pero claro; empezaron los mensajitos.
No respondí ningún mensaje. Después podría decir que me quedé dormido por alguna droga suministrada por un médico o algo así.

El primero me desubicó: "no me podes aser esto".
Esa burrada me neutralizó: el mensaje no podía ser cierto. Cuchame una cosita, ¿para esta pelotuda no me puedo enfermar? ¿Qué le pasa? Como la burrada me causó gracia y mi novia me hacía cosquillas con la lengua en la planta de los pies (una debilidad desde mi primera novia) el asunto no pasó a mayores.
Después vinieron algunos menos agresivos y todavía más graciosos:
"Abrigate y vení"
"Podrías ponerte una inyección en la farmacia de Tomás, acá a la vuelta"
"Decime cómo hago para sacar el encabezado del mail que no encuentro el txt con las instrucciones"
"Llamaste a La Nación?"
"A quién llamaste, decime por lo menos"
"Marta no viene a cubrir la obra, dice que no puede salir de la redacción"

Mi novia se enojó conmigo porque había dejado prendido el celular. Al rato se arrepintió de haberme dicho eso. Con el vibrador poderoso de mi Samsung E-256 logramos que cada mensaje de texto fuera una experiencia inolvidablemente divertida.
Paula seguía mandando mensajes y yo seguía sin responder.
Cuanto más tiempo pasaba, más nos divertíamos. Y Paula, más se engranaba.

Los últimos mensajes rayan la obsesión perversa:
"te voy a comprar actimel"
"te lo descuento de tu sueldo pero me lo vas a agradecer, soy buena mina en el fondo, sabés"
"vas a venir mañanaaaaaaa?"
"adónde te llevo el sobre para Coca? Tengo a mi hermana que está enferma también, no puedo ir a ver cómo sale todo, podés ir un ratito aunque sea?"
"todo bien, me encargo yo, andá pensando cómo compensar esto"


11 mensajes; uno atrás del otro con diferencia de 5 minutos cada uno. Mi novia no podía más.
Y yo decidí renunciar. Brindamos con un licuado de naranja, para reponer energías y me sentí liberado como nunca antes me había sentido.

Porque para policía, ya está la policía.



jueves, junio 12, 2008

La teoría del hijo de puta

Unos

Suena terrible, ¿no?
Tengo una teoría, hace rato, sobre las personas. No soy de los que dividen a la gente en dos tipos pero existen dos tipos de personas; las que son hijxs de puta y las que no lo son.
Por ahí te ha pasado muy seguido que, ponele, hacés unos fideos de la conchitumá. Entonces, un día, te invitan a comer unos fideos. Y te carcomen el cerebelo toda la cena aclarando que bueno, que no serán tus fideos pero que los hicieron con amor. Al final de la cena y después de tomarse los cuatro vinos que había en la mesa quedan para un próximo encuentro en el que vos aceptaste cocinar los fideos de la conchitumá.
escribo mal y con malas palabras
porque no quiero que me roben
el post y lo pongan en la revista
Cosmopolitan u Oh! La! La!
como ya le ha pasado al amigo Zunini
en varias ocasiones

Ese día llegan los invitados a tu casa con tanto entusiasmo que te cuentan todos los elogios que hicieron de tus manos de Cheff a sus respectivos amigos y te avisan (son amigos, ellos no amenazan) que van a catar con suma atención cada uno de los sabores de tus fideos porque te quieren sacar la ficha, adivinar tus secretos.
Obviamente, no pueden. Ese día los fideos te salen como el anocontranatura de Bernardo Neustadt y los primeros comentarios, después de un silencio atronador, son tristemente desfavorables. Tanto que te ponen mal sus comentarios. Pero prometés una segunda cena.
Y te vuelven a salir como el sereno culo.
La operación se repite dos veces más aunque salen muy bien. Y una quinta sale perfecta. Pero la sexta vez que te proponen hacer fideos vos pensás que ya está, que probemos Ceviche.
-Que no, que tus fideos, mejor...
-Pero me paso dos horas en la cocina...
-Y claro, si te salen perfectos... Dale... llevo el Bonfanti Malbec Roble 2004.
-¿Y cómo lo conseguís si a Baires no lo traen?
-Si vos cocinás, te lo consigo...
Tu mejor receta.
¡Cuántos beneficios que trae!
¡Qué alegría que valoren tu...
...pero hay un límite.
Porque todos tenemos un límite.
Porque es necesario equivocarse.
Otros

A vos te gusta chupar. Pero el hígado te tomó el tiempo y te pegó un gancho que te dobló en dos en el mejor momento de la noche. Todo bien. Una semana de descanso y tólis. Recibís una invitación. Es tu mejor amigo. Está pasando un mal momento. Lo invitás a tu casa porque se acaba de separar; garrón. Cae con un whisky y un kilo de limones.
-Uh, qué trajiste... me vas a matar...
-¿Eh? ¿Por los limones?
Pasa que te puede el pulso y le hacés la segunda. Y otra vez el gancho pero ahora quedás amarillo dos días. Tu novia se sorprende por la facilidad que tenés para decirle que no al Hospital. Y era letal; matar o morir.

Pero seamos más chotos

Tenés que cuidar a tus viejos. Porque están enfermos. Porque sí. Por un mandato social. Si no los cuidás sos un malagradecido y un hijo de puta. Pasan los años y ya tenés la barba de Cristo y mirás la cruz con ganas de que te lleve a mejor vida. No pudiste bancar ninguna mina porque todas te pidieron por favor que hagas la tuya pero tus viejos, en un uppercut sin piedad y con un timming demoledor te dejaban en el horno de tanto recriminar que cómo vamos a hacer para sobrevivir, qué quién nos va a cuidar, que la inseguridad, que tu hermano está en España y se borró, que no seas así, que la puta que los parió a todos.
Y te quedás.
Porque no sos un hijo de puta.

Hablando del asunto

Una vez le dije a Jota. Hace mucho ya.
-No escribas crónicas de los lugares a los que vas.
-¿Por qué, Pitufo Celoso?
-Porque después te van a obligar a que las escribas aunque no quieras.
Yo estuve ahí. Le gritaron con toda el alma y la envidia ¡eh, Jota, escribí una crónica de esto mañana en tu blog!
Esos son unos hijos de puta.
Una cosa es que esté exagerando y me confunda yo. Otra cosa es que te confundas vos. Pero la muy otra cosa es que un tipo que siempre te lee y que sabe que si te gustó el evento al que fuiste le hacés una crónica te pida ¡eh, loco, hacete una crónica o te recago a trompadas!
La crónica la escribo si se me canta el quinto forro de las pelotas, hijo de puta.
Eh... pero cómo le vas a contestar así, che...
es un lector de tu blog...
y un amigo...

Libritos y libretes
cuidate el ojete

-Si escribo algo muy complejo la gente no lo entiende.
-Los best sellers son complejos y se venden a cagar.
-No, nene. Complejo es otra cosa. Estimulante digo yo.
-¿Nuevo?
-No, no. Nuevo, nuevo; no. Es algo así como vanguardista...
-Ah, pero la vanguardia se murió con Federico Klemm, amigo.
-Ya lo sé. Pero me aburre escribir como el culo para que la gente me entienda y me compre los libros.
-Vos no escribís como el culo.
-Mirá, si me vas a chupar las medias, hacé la fila que hay gente con mejor aliento y culo sin celulitis.
-No, no... bueh... no te enojes.
-No, todo bien, qué va. Pero no me chamuyés.
-¿Sabés cuál es el problema? Que piden piden piden pero no dan nada a cambio.
-Puede ser. Igual yo no pido más que un poco de tiempo para mí.
-... no dan nada a cambio, che. Si digo nada es nada.
-Encima si no vendo, no como. Y si cambio o pruebo me lo tiran por el bocho. Pedazo de negocio que hice, ¿no?

No es mala onda

Hace rato que actualizo una agenda que de a poco tiene de todo. Y de todo lo que me gusta o me interesa. A veces me pasa que me olvido de subir alguna fecha. Y otras veces me pasa que no me interesa la gente que va a esa fecha así que no la subo. Es así, soy hincha de Nueva Chicago así que soy re jodido. Pero no soy jodido. Soy buena onda porque mientras pueda te doy una mano. Pero, como diría la maestra Ciruela, ¿cuál es el dicho?
Críííía cueeeervos que te comerán los ooooojos
Bueh, no... en realidad yo pensaba en la otra; les doy la mano y ustedes se toman el codo.
Pero no, yo soy súper macho. A mí nadie blablablablabla...
-Ah, que ortiva que sos.
-Sacate la gorra, topu.
-Andá, garca.
Y te digo; me miro los cordones y me pregunto ¿qué pasó? ¿Cómo llegué a garca de un día para el otro? Algo me pierdo.
Y sí, algo te perdés, Madonna.

Ahora vos

De a ratos me cebo y quiero hacerlo todo y de a ratos me taro y no puedo hacer ni la cama. Entonces pido ayuda. Tengo un amigo que me marca de cerca y cada tanto me dice bajá un cambio. Mi chica es un bastión.
Pero ustedes... ustedes piden piden piden piden (¿cuántos cola de paja habrá en la sala?) y piden. Lo único que saben hacer. Y con todos; no se salva ni tu Mamá.
Hay un blog que se llama Criticar es fácil y está genial. Tiendo a exagerarlo todo y eso también está genial. Porque en los extremos están los límites. Pero yo me pregunto.
O mejor dicho.
Les pregunto a ustedes, mis queridos hijos de puta, ¿nunca les pasó que les hayan tirado de la cuerda hasta romperla?
¿Y qué opinan?
¿Qué les pasó?
Eso es algo que quiero saber.


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