jueves, noviembre 15, 2007

Un pedazo de historia

Hace mucho tiempo, cuando teníamos muchas ganas de juntarnos, alguien dijo de ir a Córdoba a pasarle el trapo a los giles que se decían grandes jugadores de fútbol. El fulbito, para este blog y quien administra, es una parte importante que debe respetarse. Entonces, esos muchachos, que se la daban de furiosos representantes del jogo bonito, nos recibieron. Bueno. Fuímos.
Y perdimos.
No les pasamos el trapo pero ellos tampoco a nosotros. Nos abrazamos y amigamos en un asado en Unquillo que gestionó el maestro Federico Falco y de ese día estas fotos que arrancó Mairal después de atar con alambre el caño de escape del Glorioso Volkswagen para poder volvernos a Buenos Aires.


Al tiempo, ellos vienen a buscar la revancha. Y les pasamos el trapo. Extraño partido jugado después de muchísimas polémicas en la Casa de Carriego y demasiado fernet que, obviamente, tomaron los cordobeses. Y quedó la idea de la trampa, del engaño, del guacho me cagaste, me embebiste y me violaste. Pero no, fueron todos goles válidos.
Así fue que eligieron, por mayoría, la ciudad de Rosario para el desempate.
Me olvidaba: en cada ciudad se armó una lectura. Una especie de convocatoria que no podía escaparle a que todos somos escritores y queremos escribir. Aunque leer en público no es escribir... es difundir... o publicitar... o performar... o no se qué: pero leer en público decididamente NO ES escribir.
Bueno, pero jugamos desempate y perdimos.
Córdoba rules.
Y ahí entra Terranova. Pero aparte.

Aparte

A Juan le gustan los rinocerontes, todos lo saben. Los que visitan su blog lo saben. No se si lo entienden (yo no lo entiendo) pero cuando se armó la lectura en Rosario, apareció Gogui con un libro lleno de fotos con rinocerontes. Si mi memoria no falla, medía 7 x 5 cm, las hojas eran de un grosor de 1,5 mm y tendría unas 14 o 18 páginas. Un librito. Hermoso. Y con fotos de rinocerontes.
Gogui también es periodista y vive en la ciudad de Rafaela, provincia de Santa Fe. Para aquél encuentro se viajó los 230 kilómetros que hay entre Rafaela y Rosario. Llegó temprano y presenció esa lectura de sábado por la noche.
Grosso, el mono.
Con el tiempo pasó por este blog y por el de la Editorial Funesiana. Habló de Los Mudos y los libros además criticarme en algún que otro sentido que hoy agradezco. Criticar está bien porque te ayuda a pensar. Te saca del mambo number five que tenés en la cabeza. Y no te comés el trip de la impunidad que, reconozco, me lo como seguido.

Título en revista Gente:
"Me la como seguido en los trips que pego"

Gogui un día tiró la onda de llevar los libros de la Funesiana para... digamos... bueno, les copio y pego
Esta será entonces una mesa de exploración de posibilidades de edición para autores locales por un lado, y por otro lado se podrán conocer experiencias que posibiliten proyectar trabajos similares.

En Rafaela hoy existe una sola experiencia de edición a partir del trabajo de los escritores nucleados en la Asociación Civil Prima Liter. El objetivo de la mesa es que se exponga esta experiencia de edición a representantes de otras regiones del país, y a su vez conocer las experiencias que se llevan adelante en esas regiones
regiones que pueden ser cada vez más, no? La famosa exposición se hará con la presencia de los señores Luciano Lamberti, Juan Terranova y moi. La idea no es agarrarnos a piñas pero no estaría mal discutir bastante. Porque no todo termina en un blog pero tampoco termina en Buenos Aires ni en tres, diez, cien antologías que van a parar a una biblioteca en el Buenos Aires profundo.
Hace poco y con mucha pena, me enteré que falleció un librero viejo y peludo nomás. Raúl Izaguirre se llamaba ese buen hombre. Ese buen hombre vivía de comprar libros en una chacra en, ponele, 25 de mayo y venderlos a, ponele, el barbudo de la librería El Glyptodón. Un tipo cerrado, fumeta y amargado que (casi) vive en una librería hermosa que está en Ayacucho al setecientos.
Cuando comenzó el boom de las antologías se me venía a la cabeza la cara del loco Raulito tratando de convencer a una señora que se despegue de ese libro con veintipico de autores porque estaba uno de los primeros cuentos de ese autor (en mi sueño afiebrado) famoso que era conocido en toda latinoamérica y acababa de fallecer pisado por un tren cerca de la estación San Antonio de Padua del Sarmiento.

¿Qué sabés de Rafaela?

Por supuesto, el plan es leer, no solo exponer (no somos tan ladris). Este mismo sábado en el
Bar Arroba
// Sgto. Cabral y Belgrano //
// (03492) 433325 //

habría una gran convocatoria de gente dispuesta a oír nuestros cuenticos y los de escritores Rafaelinos; voy a llevar libros de la Funesiana y Lamberti también llevará varios de La Creciente (que se acaban rápido) y, como dice Gogui, seremos felices y nos embeberemos hasta el agua de los floreros.
Aunque todavía estamos a baño María; estaría confirmado.
Lo que sí está confirmado y podemos ir anunciando es que estaremos en Rafaela, ciudad que, curiosamente y para alegría de los bosteros, vio nacer al señor Gustavo Alfaro, este mismísimo sábado por la mañana. La exposición está confirmada

Sabado 17 // 16 hs


Librería Faber

Saavedra 52
Rafaela - Sta. Fe

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