miércoles, diciembre 05, 2007

El Teje

La revista se regala. La diseña y fue pensada en el Purgatorio. Es desmesurada como travesti en fiesta de casamiento, enorme, grandotota, a color, casi perfecta si no fuera porque no la puedo guardar en el morral cuando viajo en subte. Tampoco sirve mucho para leer en colectivos llenos; es muy muy grande la revista.
En la librería ponemos folletos de mierda que traen algunos pibes que están trabajando en obras o la revista semanal que edita el Gobierno de Telerman que trae la lista de eventos que se hacen. Es de una calidad penosa pero por lo menos sacan una buena guía para el fin de seman.
Entonces pensé: ¿y si me dan unas revistas lindas El Teje para regalarle a la gente que pasa por la librería? Y lo pensé porque está bueno dar algo con un poco de calidad. Leí la entrevista a Flor de la V y el texto de Lemebel y la verdad que me sorprendió gratamente; antes que esos folletos de mierda...

Pero

Vino una señora a dejarme las revistas. Me trajo 5. Me habían dicho que imprimieron pocos ejemplares y no querían dejarme en la librería porque se irían enseguida y había que "repartir" entre "algunas personas". Entonces la señora que me trajo las revistas me dijo
-Mirá, te dejo 6. Una es para consultas. Que la gente la revise y la lea si quiere. Pero estas que están acá se las das a travestis o gay o lesbianas. No es para todos. Porque se nos acaban. Mejor a travestis, si, a los otros no.
-¿Cómo? No está bien, dejá. Dame una que la dejo "para consulta". Las otras llevátelas. No voy a andar discriminando entre travestis y no travestis.
-No, no, guardálas ahí que no deben venir muchos travestis. Tenélas.
-No, te dije. Te las llevas. No me puedo dar cuenta si una persona es gay o no es gay por la cara que tiene.

Agarró las revistas y con cara de culo; se fue.

1 comentario:

Perso dijo...

Te las hubieras quedado che, si pasaban travestis se las daban y si no se las dabas a otros