domingo, diciembre 28, 2008

Premios Pacha 2008

feliz feliz, felisa

En mi vida he trabajado de varias cosas. ¿Quién no fue canillita, por ejemplo? ¿O delivery boy? Repartía diarios en Lugano y empanadas Gourmet en Lacroze y Cabildo. Laburos; mil. También, quién me iba a decir que terminaría haciendo un blog, ¿no?

Jugué al fútbol hasta la 3ra del Deportivo Español con tanta mala pata que un mes antes de firmar contrato, me esguincé la rodilla y chau fútbol. Eso lo hice. Entrenaba para jugar en primera. Eso me pasó. Todavía lo recuerdo y me emociono.

También actué.
Muchas muestras de fin de año en teatro. Cortos, medios y dos largos. Desde extra a protagonista, pasé por todos los puestos. En un corto, además, hice de vestuarista y en otro de sonidista. Eso también lo hice. Y fue muy divertido. Ahora voy a ser El Dragón en la peli del Ale. La dirige Villegas. Y ya están casi todos.

Publiqué un par de libros.
Estoy casi casi a punto de empezar a trabajar full time para mi propia editorial.
He viajado más de lo que pensaba... aunque siempre quedan lugares donde ir.

Di clases de encuadernación... eso está bueno.
Sí, eso está bueno.

Y armé un blog que visitan muchos amigos y algún que otro pelotudo.
Eso también está bueno.

Hice varias jodas el día de los inocentes (como que un millonario anda buscando autores para editar, como que me gané un primer premio de primera novela, como la de esconder archivos que son de vida o muerte) y siempre fue buena onda todo. Alguno que otro se calentó mucho, obvio, pero después se le pasó. Una chanza, Alvarez.

Anoche, en la fiesta del año del Centro Cultural Pachamama, se realizó la entrega de premios Pacha 2008. Estoy muy contento porque me nominaron en varias categorías y lo que más me gustó fue estar nominado con La Reina en mejor pareja. La idea no es demostrar quién es mejor que otro ni blablablabla. Si no fuiste, te la perdiste. La idea era estar presentes. La idea era que la monada se divirtiera y el premio en realidad era un detalle simbólico, algo lindo para recordar, que dure y que sea todo muy feliz.

Eso pasó anoche.
Y eso será agregado a mis recuerdos felices (y no tanto), de cosas que hice y que volvería a hacer si pudiera: asistir a los Premios Pacha.

Yo quiero que el año que viene se repita.
Y quiero que Bolívar sea lugar obligado el año que viene. Habrá que laburarlo pero tiene todo para ser el campeón. Pasta, espacio, estética. Todo.

Así que, cuando tenga hijos y mis hijos tengan nietos, les voy a contar la historia de mi plantita;

Había una vez, un señor muy muy inquieto llamado Simón. Simón tenía muuuuuchos amigos, a saber; El Poeta, El Elegante, El Conversador, El Dúo Dinámico, Las Perras, El Filósofo, El Cuentista, La Plástica, El Cocinero, El Ladrón, su mujer y su amante. Todos ellos, juntos, inventaron un mundo nuevo, distinto al anterior, con colores que nunca jamás se habían visto antes y con muecas y sonidos que a muchos les costaba comprender. Con ese mundo nuevo, abrieron caminos hermosos para que la gente los transite con amor y también abrieron la heladera para que otros amigos se relajaran más rápido y también pudieran amar sin inhibiciones...


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