lunes, marzo 09, 2009

Capacidad pulmonar en disminución


El fin de semana fue una locura. Desde el viernes, que arrancó a diez mil por hora, se transformó en un raid que (me parece) llegó hasta reciencito, nomás. Pero bueh, acostumbrate y no te enloquezá. El viernes fue la editorial, después la captura de las llaves del Pacha y después el Pacha. Preparar, limpiar, pegar, acomodar. Después, la comida que cocinó Fede, había que servirla. Y la cerveza que trajo el chino había que venderla. Entonces todo eso. Que la noche en pañales y yo sin el capuchón. Conseguir capuchón. Conseguido. Lamparita, libros. Pinceles, libros. Anotadores, libros. Tarros, libros. Cerveza, libros. Vino, libros. Fernet, libros. ¡No había Gancia!, libros. Faltaron los mismos de siempre, libros. Hubo gente que dijo que venía y no vino, libros. Hubo gente que dijo que venía y no pudo venir, libros. Hubo gente que tuvo problemas y no vino, libros. Hay gente que tiene problemas y mejor que no vino, libros.
Digamos que así pasó la noche del viernes.
episodio I

Me hago cargo de las llaves y a las 4 de la mañana me las pide X. Se las devuelvo. X las guarda. Cinco minutos después me voy. Me paran en la puerta. Es el Señor G;
-¿Tenés las llaves?
Miro el techo. Pienso. Recuerdo.
-No, no las tengo; se las acabo de dar a X.
-X dice que no las tiene.
-¿Cómo que no las tiene? Acabo de dárselas. Porque me estoy yendo, encima.
-No, bueno... Nos vamos todos y nadie tiene las llaves.
-Preguntale a X, man. Si las perdió es asunto de ella.

episodio II

Todos beben cerveza cuando llego. Hay un living grande pero no queda más cerveza. Como estoy un ratito aviso que me voy a comprar mi propia birra que si alguno quiere les compro. Viene uno, el señor Orquesta.
-Te acompaño, pará que hago vaquita y vamos a comprar.
A la vuelta, les servimos a todos y me arrincono con mi cerveza. Tiempo después, se vuelven a terminar y vuelven a hacer la vaquita. Viene el señor G:
-Estamos haciendo vaca. ¿Ponés para la birra?
-No, gracias. Te agradezco.
Se va. Al rato vuelve.
-Quería saber una cosa: ¿por qué no ponés para la vaca si vos estuviste tomando? Yo te vi. Es para todos. Compartimos los gastos acá.
-Mirá, amigo, yo me pagué mi propia birra. Y ya me voy, por eso no pongo en la vaca. ¿Está mal?
-No, no, para nada. Es que no sabía. Perdón.

Visto y considerando los episodios I y II, el señor G me quiere hacer pisar el palito. No lo logrará. Somos muchos más que dos. No ganaré las batallas pero voy a ganar la guerra. Hasta entonces, nada más que contar acerca del señor G.


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