Uno busca lleno de esperanzas
el camino que los sueños
prometieron a sus ansias
sabe que la lucha es cruel y es mucha
pero lucha y se desangra
por la fe que lo empecina...
Uno
E. Santos Discépolo
el camino que los sueños
prometieron a sus ansias
sabe que la lucha es cruel y es mucha
pero lucha y se desangra
por la fe que lo empecina...
Uno
E. Santos Discépolo
Martes 19 de mayo de 2009. Noche de lecturas. El sábado pasado me fijé la cantidad de lecturas que había y la ubicación exacta de cada una. También me fijé a cuántas podría ir esa misma noche para tratar de "cubrir" la mayor cantidad posible. Además de tomar cerveza con amigos, voy a conocer poetas que jamás había escuchado nombrar o, en muchos casos, veo a otros tantos escritores que conozco de leerlos pero no personalmente.
Es un buen ejercicio aunque a veces los resultados no siempre son positivos.
Bueh, me fijé en la agendita y en un momento me tuve que decidir. El orden cronológico era el siguiente:
Es un buen ejercicio aunque a veces los resultados no siempre son positivos.
Bueh, me fijé en la agendita y en un momento me tuve que decidir. El orden cronológico era el siguiente:
1-Eterna Cadencia (Palermo)
2-Casa de la Lectura (Villa Crespo)
3-Ultra Pop (Retiro)
4-Libario Rok (Villa Crespo)
En un mismo barrio tengo dos lecturas, pensé. Además, por la cantidad de invitados a leer no podía escaparle a "Bajando del blog" en la Casa de la Lectura (sumando a eso que nunca había ido a un Bajando...). Ahí ya me ubiqué. Como el viaje de Palermo a Villa Crespo era una goma, decidí no ir a Eterna Cadencia a pesar de perderme al amigo Diego Arbit. Y al Ciclo Manifiesto le iba a fallar realmente porque empezaba a la misma hora que la lectura en Libario así que una vez ordenado, preparé mis petates, mochilita con libros de la Editorial Funesiana y partí.
La culpa no es del chancho
Por la tarde, el ensayo de Los novios terminó antes de lo que imaginaba así que me alcanzó el tiempo para irme hasta Morena, el bar de Estado de Israel y Corrientes, a tomar una cervecita para entrar en calor. Lindo lugar, siempre atento. La primera vez, me llevaron el amigo Julián Urman y el otro amigo Federico Levín, habitués del lugar. Si pasan una tarde-tardecita-noche por las inmediaciones del local podrán verlos adentro tomando o afuera vociferando, depende la hora.
Me pedí una Vherde que me cobraron 15 points los cuales incluían unas papitas mojadas en detergente y agua. Una experiencia inolvidable que no me sorprendió: este bar tiene esas cosas. Si mal no recuerdo también tiene de las otras; es el mismo lugar dónde estableció las bases la relación de mis amigos Marian y Jorge.
Agarré el Clarín y saqué un par de ideas: uso las noticias para eso, ¿y qué?
Antes de ir al Morena había pasado por la Casa de la Lectura (dos horas antes) y me habían atendido dos señoras a quiénes les pregunté sobre la lectura y me repreguntaron ¿qué es un blog?
"Empezamos mal", pensé.
No fue tan puntual, la cosa. Los carteles anunciaban puntualidad pero ya todos sabemos que es una forma de decir y nada más. Puntual, para esta gente, es cuarenta minutos de atraso. No está mal. Los Mudos ha llegado al fabuloso número de dos horas, con sus minutos y sus segundos.
Hablamos con Ale Mendez, siempre tan elegante, aunque esta vez un poco caiducho; las buenas nuevas nos empatan y el horno no está para bollos. Igual, como siempre, un Duque; de tripas corazón, el pecho a las balas, póngase el casco que la guerra no terminó y recuerde siempre a su familia en caso de que muera en el campo de batalla supo mostrarse optimista porque, al fin y al cabo, son épocas tremebundas que se viven a 10 mil voltios en cada toma.
Me sorprendió ver poca gente. Pero también me sorprendió que faltaran algunos poetas invitados. En la información que me llegó había muchos nombres. Y para colmo decía "y otros" con lo cual asistí con mucha paciencia y terminé impacientado: solo siete poetas. Y el orden fue el siguiente:
1) Alejandro Mendez
está leyendo poemas de un libro nuevo y me quedé con ganas de más. Tiene un no se qué intrigante además de una envidiable calidad de imágenes.
2) Marina Mariasch
ya tiene fecha su nuevo libro y promete bastante. Tiene algo de ingenuidad muy inteligente que me dejó pensando dos o tres veces con un par de versos. Por algún lado me entraba, me desactivaba el reloj y me sumergía en una nube de pensamientos bizarros y profundos de los cuales no puedo disfrutar en éste momento.
(Nota de jeropa: qué bien que le queda el collar de perlas)
3) Nicolás Castro
no conocía ni su nombre ni su poesía. Leyó un poema largo que me cautivó sobremanera. Hay que averiguar más de este chico. De algún lado su cara me suena...
4) Joaquín Valenzuela
Tampoco lo conocía y me gustó una frase de uno de sus poemas: "a mí del corazón me salen papas". Muy buena lectura y, citando a un gran croniquero, diría que fue sólida su performance.
5) Clara Muschietti
Qué decir más que reconocer públicamente que estoy enamorado de su próximo libro "Taquicardia" que saldrá dentro de muy poco. En la puerta, al final de la lectura, había una chica que tenía intenciones de sacar un blog con una frase que escuchó. Y, cual enamorado nuevo, cito una frase que particularmente me cachetea por todos lados:
festejos inaugurales
nosotras
nada
6) Nicolás Domínguez Bedini
al fin encontré un ejemplo para mi pequeña etiqueta, que por ahí no le importa a nadie, pero sí: es uno de los V.I.P. (Very Important Pelotudo) de los cuales vengo hablando hace rato. Lo salvó su amigo músico de quién solo capté su apodo "Mi amigo Gato". El Gato está por editar su primer disco y usa letras de Nicolás. Tiene muy buena voz y toca bárbaro la viola, suavecito; es un mágico el pibe. Lo ayudó la acústica, es cierto; sonó perfecto. Después el VIP se abusó de él y lo invitó a tocar otro tema: un queso total este VIP pero es que los VIP´s son así. Hay que reconocerle que el personaje de looser para explicar cómo escribió cada poema es muy gracioso aunque sus poemas no resistan una segunda lectura. A mí me parecieron medio obvios y se me ocurrió una pregunta; ¿su libro vendrá acompañado por las anécdotas de dónde surgieron los poemas a modo de notas al pie?
Algunos me dijeron que es buen pibe y escribe bien. Yo no me di cuenta.
7) Valeria Meiller
a quien tenía de vista, me sorprendió con el único poema que leyó. Uno largo. No quiso extenderse porque el VIP se había zarpado y no le pareció. Lo suyo fue sutil, sin estridencias. Se reconoció una chica tímida cuando le pregunté a la salida qué le había parecido estar ahí arriba. Le hice un retrato desde la fila 6. No la dibujé bien. Para consolarme digo que el dibujo me salió movido.
La lectura terminó cuando subió Juan Pablo, el chico que organizaba la noche, chiste mediante nos invitó a la próxima aunque no avisó cuándo sería.
Ro-k que te quiero tanto
El amigo Cristian De Nápoli está por presentar en una misma lectura 3 escritores que vienen de Chile y en la puerta nos pusimos a hablar y le conté que iba para otro lugar, súper copante, que tenía que conocer si estaba de scouting de lugares. Cuando entrás ya se huele poesía, le dije.
En un pequeña habitación, a manera de camarín, están metidos los músicos a los cuales ves por una cortina y te llama la atención la tranquilidad, el relajo con el que esperan que llegue su turno. Como es habitual, antes de hacer nada, voy a la barra a saludar a Gerardo y esta vez le comenté mis intenciones de que conociera personalmente a De Nápoli (Gerardo ya lo conocía de leerlo).
Fue un choque de planetas. Con esos dos hay leña para rato.
Hicieron tanda de 4 escritorxs, música, 3 escritorxs y música. Acá no tomé nota (porque estaba más prendido a la fiesta) pero creo que puedo decir el orden de la primera tanda que fue Ana Laura Rivara, Noelia Vera, Griselda García y Juan Pablo Lavagnino. Juani Jacinto fue quien amenizó el interludio acompañado con un bongó muy africano que te hacía sentir en New York (?).
Había un cierto clima festivo, dicharachero y, sin embargo, lograban que se oyera cada frase, la cadencia de los gestos, el aire y la respiración en el invitado. No volaba una mosca cuando leían.
Así da gusto leer.
Porque apenas terminada su lectura se escuchaban risas, comentarios, gritos. Mucha gente, eso también es cierto, que ayudaba al bardo. Mucha gente parada, al fondo, y todas las mesas ocupadas. No es un lugar chico así que estuvo muy bien verlo a punto caramelo.
En la barra del Libario dejé varios libros de la Editorial Funesiana, será nuestro punto de venta en Villa Crespo, solo que estarán disponibles un par de días en la semana. Pronto tendremos más novedades.
En la segunda tanda vinieron Flavia Antiocchi, Inés de Mendoça y Jorge Ignacio Huarte. Estuvieron concisos, certeros. Flavia casi hace un streep que volvió a toda la jauría un poco impertinente.
La culpa no es del chancho
Por la tarde, el ensayo de Los novios terminó antes de lo que imaginaba así que me alcanzó el tiempo para irme hasta Morena, el bar de Estado de Israel y Corrientes, a tomar una cervecita para entrar en calor. Lindo lugar, siempre atento. La primera vez, me llevaron el amigo Julián Urman y el otro amigo Federico Levín, habitués del lugar. Si pasan una tarde-tardecita-noche por las inmediaciones del local podrán verlos adentro tomando o afuera vociferando, depende la hora.
Me pedí una Vherde que me cobraron 15 points los cuales incluían unas papitas mojadas en detergente y agua. Una experiencia inolvidable que no me sorprendió: este bar tiene esas cosas. Si mal no recuerdo también tiene de las otras; es el mismo lugar dónde estableció las bases la relación de mis amigos Marian y Jorge.
Agarré el Clarín y saqué un par de ideas: uso las noticias para eso, ¿y qué?
Antes de ir al Morena había pasado por la Casa de la Lectura (dos horas antes) y me habían atendido dos señoras a quiénes les pregunté sobre la lectura y me repreguntaron ¿qué es un blog?
"Empezamos mal", pensé.
No fue tan puntual, la cosa. Los carteles anunciaban puntualidad pero ya todos sabemos que es una forma de decir y nada más. Puntual, para esta gente, es cuarenta minutos de atraso. No está mal. Los Mudos ha llegado al fabuloso número de dos horas, con sus minutos y sus segundos.
Hablamos con Ale Mendez, siempre tan elegante, aunque esta vez un poco caiducho; las buenas nuevas nos empatan y el horno no está para bollos. Igual, como siempre, un Duque; de tripas corazón, el pecho a las balas, póngase el casco que la guerra no terminó y recuerde siempre a su familia en caso de que muera en el campo de batalla supo mostrarse optimista porque, al fin y al cabo, son épocas tremebundas que se viven a 10 mil voltios en cada toma.
Me sorprendió ver poca gente. Pero también me sorprendió que faltaran algunos poetas invitados. En la información que me llegó había muchos nombres. Y para colmo decía "y otros" con lo cual asistí con mucha paciencia y terminé impacientado: solo siete poetas. Y el orden fue el siguiente:
1) Alejandro Mendez
está leyendo poemas de un libro nuevo y me quedé con ganas de más. Tiene un no se qué intrigante además de una envidiable calidad de imágenes.
2) Marina Mariasch
ya tiene fecha su nuevo libro y promete bastante. Tiene algo de ingenuidad muy inteligente que me dejó pensando dos o tres veces con un par de versos. Por algún lado me entraba, me desactivaba el reloj y me sumergía en una nube de pensamientos bizarros y profundos de los cuales no puedo disfrutar en éste momento.
(Nota de jeropa: qué bien que le queda el collar de perlas)
3) Nicolás Castro
no conocía ni su nombre ni su poesía. Leyó un poema largo que me cautivó sobremanera. Hay que averiguar más de este chico. De algún lado su cara me suena...
4) Joaquín Valenzuela
Tampoco lo conocía y me gustó una frase de uno de sus poemas: "a mí del corazón me salen papas". Muy buena lectura y, citando a un gran croniquero, diría que fue sólida su performance.
5) Clara Muschietti
Qué decir más que reconocer públicamente que estoy enamorado de su próximo libro "Taquicardia" que saldrá dentro de muy poco. En la puerta, al final de la lectura, había una chica que tenía intenciones de sacar un blog con una frase que escuchó. Y, cual enamorado nuevo, cito una frase que particularmente me cachetea por todos lados:
festejos inaugurales
nosotras
nada
6) Nicolás Domínguez Bedini
al fin encontré un ejemplo para mi pequeña etiqueta, que por ahí no le importa a nadie, pero sí: es uno de los V.I.P. (Very Important Pelotudo) de los cuales vengo hablando hace rato. Lo salvó su amigo músico de quién solo capté su apodo "Mi amigo Gato". El Gato está por editar su primer disco y usa letras de Nicolás. Tiene muy buena voz y toca bárbaro la viola, suavecito; es un mágico el pibe. Lo ayudó la acústica, es cierto; sonó perfecto. Después el VIP se abusó de él y lo invitó a tocar otro tema: un queso total este VIP pero es que los VIP´s son así. Hay que reconocerle que el personaje de looser para explicar cómo escribió cada poema es muy gracioso aunque sus poemas no resistan una segunda lectura. A mí me parecieron medio obvios y se me ocurrió una pregunta; ¿su libro vendrá acompañado por las anécdotas de dónde surgieron los poemas a modo de notas al pie?
Algunos me dijeron que es buen pibe y escribe bien. Yo no me di cuenta.
7) Valeria Meiller
a quien tenía de vista, me sorprendió con el único poema que leyó. Uno largo. No quiso extenderse porque el VIP se había zarpado y no le pareció. Lo suyo fue sutil, sin estridencias. Se reconoció una chica tímida cuando le pregunté a la salida qué le había parecido estar ahí arriba. Le hice un retrato desde la fila 6. No la dibujé bien. Para consolarme digo que el dibujo me salió movido.
La lectura terminó cuando subió Juan Pablo, el chico que organizaba la noche, chiste mediante nos invitó a la próxima aunque no avisó cuándo sería.
Ro-k que te quiero tanto
El amigo Cristian De Nápoli está por presentar en una misma lectura 3 escritores que vienen de Chile y en la puerta nos pusimos a hablar y le conté que iba para otro lugar, súper copante, que tenía que conocer si estaba de scouting de lugares. Cuando entrás ya se huele poesía, le dije.
En un pequeña habitación, a manera de camarín, están metidos los músicos a los cuales ves por una cortina y te llama la atención la tranquilidad, el relajo con el que esperan que llegue su turno. Como es habitual, antes de hacer nada, voy a la barra a saludar a Gerardo y esta vez le comenté mis intenciones de que conociera personalmente a De Nápoli (Gerardo ya lo conocía de leerlo).
Fue un choque de planetas. Con esos dos hay leña para rato.
Hicieron tanda de 4 escritorxs, música, 3 escritorxs y música. Acá no tomé nota (porque estaba más prendido a la fiesta) pero creo que puedo decir el orden de la primera tanda que fue Ana Laura Rivara, Noelia Vera, Griselda García y Juan Pablo Lavagnino. Juani Jacinto fue quien amenizó el interludio acompañado con un bongó muy africano que te hacía sentir en New York (?).
Había un cierto clima festivo, dicharachero y, sin embargo, lograban que se oyera cada frase, la cadencia de los gestos, el aire y la respiración en el invitado. No volaba una mosca cuando leían.
Así da gusto leer.
Porque apenas terminada su lectura se escuchaban risas, comentarios, gritos. Mucha gente, eso también es cierto, que ayudaba al bardo. Mucha gente parada, al fondo, y todas las mesas ocupadas. No es un lugar chico así que estuvo muy bien verlo a punto caramelo.
En la barra del Libario dejé varios libros de la Editorial Funesiana, será nuestro punto de venta en Villa Crespo, solo que estarán disponibles un par de días en la semana. Pronto tendremos más novedades.
En la segunda tanda vinieron Flavia Antiocchi, Inés de Mendoça y Jorge Ignacio Huarte. Estuvieron concisos, certeros. Flavia casi hace un streep que volvió a toda la jauría un poco impertinente.
A esta altura de la noche, ya cansado por el rotundo viaje que me tocaba de vuelta a casa, emprendí la retirada y me puse a pensar un par de cosas que me llamaron la atención.
La Todo Mal Orquesta sonó excelente - mente festiva (en parte gracias al muy buen sonido de Libario).
Y la mejor frase, que repercutió en mi almohada antes de quedar profundamente dormido fue "Hoy no te podés matar". La fiebre porcina de la mala onda, una banda anti - age. Aquí les dejo, para antes de irme, una muestra, dos botón: sitio + videitos.
La Todo Mal Orquesta sonó excelente - mente festiva (en parte gracias al muy buen sonido de Libario).
Y la mejor frase, que repercutió en mi almohada antes de quedar profundamente dormido fue "Hoy no te podés matar". La fiebre porcina de la mala onda, una banda anti - age. Aquí les dejo, para antes de irme, una muestra, dos botón: sitio + videitos.
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6 comentarios:
lo mas triste de vos es que tus amigos de fierro dicen a tus espaldas lo boludo que sos, que triste cuando estes agarrando el aire en un puño de dolor, ochenta años o menos capaz, sentimiento de haber sido estafado por quienes creiste amistad.
Max, esa es una acusación muy seria la que está haciendo. Debería nombrarse.
Abz
los anónimos que hablan de TUS amigos, Funes, son muy graciosos...
Slds
raúl
Sí, bueh...
Max podría tener razón pero nunca lo sabremos, según él: ¡tengo 30 recién!
Abz, Raúl.
no hablés así de domínguez bedini....
primero decis que te gusta todo y cada uno de los que leyó y como para cortar lo insultás sin decir nada ni explicar, solo diciendo que el es un pelotudo. nada que ver.
muy malo lo tuyo.
Malo es Kirchner, Vip.
Las cosas en su lugar.
Saludos
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