Por Ricardo Romero
¿Y a la gente qué le digo? A la gente no le digo nada, la digo porque esa es la forma de dialogar con los muchos que somos. Decirnos un poco.
La gente, la gente que cada vez llega más tarde, como si supieran que una fiesta no tiene hora de inicio para no tener que tener hora de final. Nuestra pequeña trampa de algún viernes al mes, que nos permite seguir festejando y amontonando tiempo, para nosotros y para el que quiera compartirlo.
Por Marina Gersberg
Terminamos la botella de vino. Sentí mi boca hinchada. Los labios secos.
Mientras, D. se paró y se fue. Me quedé diez minutos más chusmeando con B. Después salí a la calle y me subí a un taxi.
Mientras, D. se paró y se fue. Me quedé diez minutos más chusmeando con B. Después salí a la calle y me subí a un taxi.