¿Será posible?
¿Qué pasaría si hubiera otra Editorial Funesiana? ¿Y si hubiera mil? Pongamos cien. Cien es un número imaginable. ¿Qué pasaría? Pensemos en detalle, paso a paso. Primero, habría que enseñarles a encuadernar a cien personas. Esas cien personas tendrían que conocer a diez escritores, cada uno, por lo menos. Escritores que estén dispuestos a publicar sus textos en cada una de las editoriales de las cuáles estamos hablando. Pongamos que tienen un nombre y están numeradas. Son como un grupo intercomunicado, ninguna publica los textos de la otra pero se conocen entre sí, se ayudan, están hechas las unas para las otras. Orgía editorial.