El músico frustrado

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Cuento: Balance terminado a las cuatro de la mañana
Seudónimo: Juan José Lorden

[ fragmento ]

El rock nacional da para todo, para que cuatro tipos que no tienen ni idea se hagan los cantores comprometidos, los rebeldes, qué pueden tener de rebeldes estos, al revés, habría que ser rebeldes en contra de ellos. Cada tanto quiero verlos para odiarlos más. El de la batería es como todos los bateristas, las mangas de la remera negra arremangadas hasta los hombros, dejando relucir dos enormes tatuajes en cada brazo, con referencias al demonio y a algún club de fútbol, que para el caso es lo mismo; los músculos le sobresalen, bien trabajados, inflados. El tipo golpea los platillos haciéndose el violento, el duro, y por supuesto, cómo no iba a serlo, es pelado. Eso le confiere más personalidad, presencia; porque el tipo mira fijo los platillos que golpea y mira fijo a la gente, se hace el profundo, el interesante.

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Mal editado. Incoherente. Con un verosímil paupérrimo y ningún tipo de conflicto literario. La lectura se vuelve tortuosa y más que nada aburrida.

SIN PUNTUACIÓN

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