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Cuento: Miller
Seudónimo: Bodum
[ fragmento ]
4
Un atardecer cualquiera, desde la terraza, lo vi entrar al galpón. Iba con las manos en los bolsillos estudiando el recorte del muro contra el cielo, dejando que el viento le diese en la cara, escuchando los ladridos que viajaban en la ventisca. Por su altura entraba agachándose. Es escondedor Miller, pensé; como si esa caminata me hubiera revelado algo. Al bajar a mi cuarto oí los perros del otro lado que chillaban de hambre. Éramos los únicos en la escuela, el colectivo de los chicos se los había llevado algunas horas antes. En el silenccio se escuchaban los aullidos cada vez más lejos, apagándose, campo adentro.
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En un adulto relato se exhiben los miedos y las escasas alegrías de un hombre adaptado por la fuerza a la vida en el campo. La meticulosa factoría de cada imagen, cada frase, descripción y ritmo hacen de Miller un cuento punta de iceberg. Detrás de este seudónimo hay un gran escritor. No sólo la extrañeza del registro sino la sutil sensibilidad con la que maneja la psicología de los personajes expone de piel y huesos a un grupo de hombres resignados que se cobijan en el temor ajeno. Ese poderoso manejo del misterio da relieve a una frase muy común: por allá la Pampa y, más allá, la nada. ¿Hasta dónde son capaces de llegar estos personajes? A mí me gustaría saberlo.
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