[...] “En unas 18 horas me vuelvo a ir de casa. Mañana a la noche mi madre pasará por esta puerta y su manito hará fuerza contra el marco. Mi hermano se quedará dormido en el sillón del living, con alguna película clase Z de fondo. Mi perro se rascará en la cocina y golpeará sin querer la madera de la puerta, pero no me despertará, porque ya no voy a estar acá, porque voy a estar en la otra pieza en la que me toca dormir, pensando en ésta, y esos cardos que voy a ver rodando” [...]
martes, febrero 06, 2007
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