viernes, julio 06, 2007

Al fin alguien copado que me odia

Los bloggers que dicen que no se la creen pero se vuelven locos por saber cuál es el número de visitantes a su blog. A pesar de ello estos especímenes no ponen un contador para no perder esa pose cool y por miedo a que alguno de sus seguidores le señale que en el verano del 2005 había escrito algo al respecto de lo presuntuoso que le parecía tener estadísticas de su blog.


1 comentario:

Nina London dijo...

Ah, claro, significarían años de terapia admitir que el blogger (yo no, claro está!) revisa diariamente su contador de visitas.