Lunes: En Celo de Sudamericana. Martes: Guadalupe Muro por Huesos de Jibia. Miércoles: Fabián Lebenglick, Valeria Castro y Juan José Becerra hablando de lo bien y mal que está editar hoy en día. (Y pensar que nosotros ya tenemos la Escolástica Peronista Ilustrada a $ 22 y a su disposición; pídala por mail o comment).
Entonces, lunes:
Llegué puntual y me crucé con María de Eloísa. Estaba en la puerta. Los caretas del Tasso no querían que se ponga con una mesita adentro del local a vender libros. Forros. Podría haberse quedado al lado de la barra. Si no jodía a nadie. Y bueno, después dicen que Eloísa ya se consagró: qué ganas de hablar al pedo.
Estaban todos. Porque se suponía que no podías faltar. Y no faltó nadie. Bueno, sí, faltaron pero se entiende lo que quiero decir. No recuerdo exactamente quiénes faltaron pero me vienen a la mente Mariasch, Enríquez, Oliverio y se me secó.
La gente, bien. Linda. Caretona, ¿no?, pero linda al fin. Por eso estuvo bueno. Porque la gente linda te acaricia el iris, viste. Ah, no, pero eran todos escritorxs. Bueno; y familiares. No había caretas. Los caretas vendrían a ser una categoría sociológica un poco audaz. Los caretas vendrían a ser los del Tasso.
Llegué con la Attwood.
Uy, todavía no fui a buscar la mesa, Attwood.
Y empezamos a rosquear. Bah, ella. Yo me fui al fondo. Y pregunté a cuánto la birra: careta. Okey. Lo vale. Si jugás a la mancha bancate las reglas, pirata.
Siempre dije que la literatura me iba a pasear por el mundo. Se lo decía a mi viejo cuando le explicaba que escribir era mejor que estudiar abogacía. Nunca me creyó hasta que viajé a Córdoba. Después fue Neuquén. Mendoza. La Plata (cuando Luciana se ponga las pilas). Montevideo. Paraná. San Martín. Olivos. Acassusso.
Y el Tasso. Creo que no me da el pinet para visitar el Tasso. Pero ahí estaba, me hizo entrar Mirtha Literatura. Supongo que a Eloísa tampoco. Riquelme casi se tatúa al dueño. Pero no, hay amigos, hay formas, hay que caretearla.
Y empezó.
Salió redondito salvo cuando el Rino se fue a mear. Como que zafó del debate.
Ah, pará:
Porque fue así.
Era un escenario y estaban todos muy contentos: los treintipico autores ahí arriba. Una mesa al costadito en un rincón... bah, mirá la foto.
¿Viste?
Bueno y empezó. Un poco tarde como se acostumbra pero no tanto como lo acostumbrado. Media hora es lo normal, no? Eso. Y arrancó Moret. ¿Qué onda? Siempre me pregunto: ¿cuánto hay que demorar para empezar y ser el más kul?
La lectura, genial. El Rino hizo de Platero, ese papel codiciado. El cuento, una joya. Me rio siempre. El sonido: profesional. Se te paraba de escucharlos leer.
Bardo
Como se acostumbra, como lo planeado, empezaron los presentadores.
Y estuvo grosso, diría el Nacho. Porque cada uno se despachó a su manera. Becerra, Schmidt, Ramos y Figueras. Cada uno a su estilo.
Hubo extremistas: Ramos no leyó nada, Schmidt leyó demasiado. Ni muy muy ni tan tan. Pero fue como un ruido raro lo de ambos. Schmidt acostumbrado a larguear y Ramos a improvisar armaron bardo. No estuvo tan bueno. Porque hubo que caretearla. Trillo Gruba(¿Si le dicen El Chueco por qué no puedo decirle Trillo Gruba? Ah, porque no lo conozco: la confianza y eso) dice que no dio para armar bardo en ese momento: había que festejar. Y se festejó. Todos nos reímos con Schmidt y de Ramos.
Festejando te la mando.
De onda, chabón.
Empanadas.
Vino.
¡Su ruta!
Me pasó algo parecido el miércoles en la Boutique del Libro. Siento que falta sangre. Pero Esteban no quiere más. Entonces me quedo tirando puteadas de resentido al aire. Solo. Desubicado. Trillo le hace la segunda y ahí andan, discutiendo como lords ingleses. En la Boutique parecía que iban a volar solapas pero como Díaz no fue, Lebenglick es un maricón y Valeria tímida, el único que "desentonó" fue Becerra tirando paredes con Adamo (qué linda que es Adamo, che, me hace acordar a la prima de la Fedorowicz). Del resto: flan. Del público: flan. Salvo un pibe que le dijo a Hidalgo´s Sucker: cuchame, acá hay editoriales independientes pero a vos te distribuye Tusquets: ¿qué onda?
Y después me enteré del cuentito: que Hidalgo´s Proyect se financia con intereses de una guita que manda un banco suizo. Clink, caja, su ruta. Así cualquiera. ¿Entropía tendrá cuenta en el Nación? ¿En el Provincia? ¿En el Loyds Bank? Seguro que no. ¿Quién está ahora en Interzona? Ah, este pibe, como se llama... Damian Tabarovsky. Bueno, Damián, se te escapó la tortuga ahí. Igual está bien, somos todos Cabezas, somos todos Editoriales Independientes.
Hay que caretearla.
Y después veo esta foto:
me pregunto qué será de nosotros cuando publiquemos en una Editorial Independiente.
Bueno, Nacho ya publicó. ¿En qué anda él? Ah, y Levín también publicó en una Editorial Independiente. Bueno y si reviso el CV de Oyola publicó en ¡dos! Editoriales Independientes. Y ni hablar de Ricardo otro editor independiente además de escritor.
¿Quién falta?
Y claro, falto yo.
Después ahí anda el Opinador diciendo que me tiren un hueso.
¿Para qué Opinador? Si con el fulbito y las fotos con los famosos me arreglo (lo de la foto es un muy buen chiste, Opinador: así como hay autores que se repiten en las antologías, yo me repito en las fotoantologías) Me armo un blog. Me armo un libro. Lo vendo a 25 points. Me hago un nombre. De abajo, ¿tendés? Porque la onda es no vender tu alma al diablo. La onda es no traicionar los valores del Gran Escritor de la Periferia. La onda es bailar con la más fea y que se enamore de vos y mostrarla con orgullo.
¡Andá!
Ese discurso es viejísimo. El Che se murió pero antes lo recontra re cagaron. Seamos serios. Editar un libro está bueno. Que sean cuentos está bueno. Que el antologador la pifie qué importa. Está bueno también. No todo puede ser perfección. Aunque sea Sudamericana, tengo que darle la mano, viejo. Lo que me hincha las bolas es que el antologador no busque sino que opere. ¿Pero qué? ¿Te vas a sorprender ahora? ¿Resulta que "Los mejores narradores de esta generación" ahora es ofensivo?
¡Dejese de joder, Bernazi!
Todos la tienen peluda, viejo. Calzoncillo o bombacha, los dos esconden lo mismo: pelos.
Ya lo dijo el esenio: ¡el que esté libre de pecado que arroje el 1º post!
Me hincha las bolas que se armen los personajes pero estááááá biééééé. De algo hay que vivir. Y discutir de qué lo hace cada uno es medio una agachada.
Sí, yo no tengo computadora. ¿Y qué? ¿Me creció la pija? ¿Tengo mails de groupies desesperadas por oler mi olor a chivo? ¿Leo en otro tono? ¿Entiendo de qué se ríe Jaime Baily?
¡Déjese de joder, Bernazi!
Sí, yo no leo blogs. ¿Y qué? ¿Me creció el chinchulín?
Sí, me fui al carajo. ¿Y qué? ¿Vas a demandarme? ¿Vas a escribir? ¿Vas a dejar de escribir? ¿Vas a clavarte una pastilla? ¿Un whisky? ¿Vas a dejar de clavartela?
¡Andá!
7 comentarios:
Cumplimenti por el libro de Godoy, lo ví en el señor de abajo!! guardame uno para el 29.
Todo bien? Hoy es sabado... buscaste la mesa,culiadín?
bacione!!! la sil
Se le fue toda la gracia a la charla en la Boutique cuando se supo que el de Emecé no iba a ir.
La mina de Entropía, demasiado tímida. Hace falta un poquito de coraje, no mucho: deben haber habido 50 personas como máximo y la chabona estaba nerviosa como si estuviera por tocar en el carnegie hall.
No se sacó ninguna conclusión, no se puso en duda una mierda, no sirvió para un carajo.
Divina la muchacha que coordinaba, eso sí.
saludos!
Funes, autorizado el Trillo Gruba.
al fin una crónica!
y con onda!
Y que no sea mía!
Grosso, Funes, como siempre, superior a todo/s.
Querido:
Soy el "pibe que le dijo a Hidalgo´s Sucker". Formo parte del staff que organiza el ciclo. Creo que es posible un diálogo interesante entre las partes y estoy muy de acuerdo con vos: Adamo es linda y nadie desentonó. Cabe recalcar: vos tampoco. Todos tenemos un blog, pero hay que agarrar el micrófono, dulce.
Fue una pena que A. Díaz no se presentara (razones de fuerza mayor, obviamente). Confiamos (cuando uno está en una empresa siempre plural, siempre) en que las próximas charlas van a satisfacer y desbordar las expectativas de todos.
Tuyo, siempre.
jose.n@boutiquedellibro.com.ar
Trillo: adelante pues.
Jota: graxs.
Jose: no entiendo lo de agarrar el micrófono. Si es por eso, lo agarré y fui correspondido (digamos).
Seguramente, las próximas serán las primeras. Por lo pronto el 29 les fallo porque hago mi ciclo pero a los siguientes, iré gustoso para agarrar el micrófono, entre otras cosas.
Ah, y otra cosa: muy buen sonido, viejo. Ahora, no tienen miedo que les afanen libros.
Bueno, no es cosa de avivar giles, pero es admirable y evidente que ahí también corren un riesgo.
Otro abrazo.
Ah, Silvia, te guardo un ejemplar.
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