domingo, septiembre 02, 2007

Pablo Ramos

La ley de la ferocidad
Editorial Alfaguara - página 139
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Salgo del cuarto y cruzo la sala. Hay cosas que son difíciles de creer y ésta es una de esas cosas. En la sala principal, en la que cada vez hay más gente, mis tres ex mujeres, Liliana, Belén y Sofía conversan con mi madre. Mi actual mujer, ya casi ex, Roxana, está sentada en un banco contra la pared. La cara que tiene no hace falta describirla. La visión del harén hace que me olvide de la muerte que llevo en la garganta y que la vida renazca en mi entrepierna. Son todas mis mujeres, están juntas, hablan plácidamente entre ellas.


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