Un poco de historia
El Quinteto de la Muerte nace a mediados de 2006. Era habitual que al final de la Noche de Cuentos organizada por el Grupo Alejandría, la mayoría de los escritores (bloggers y no bloggers) nos juntáramos a tomar una cerveza en el restaurant Status o la parrillita de Cristian. A medida que se sucedían los encuentros nos dimos cuenta que éramos siempre los mismos 5 que quedaban hablando a los gritos y entusiasmados; Ignacio Molina, Federico Levín, Leonardo Oyola, Ricardo Romero y Lucas Funes Oliveira. Uno de esos días, Federico nos presentó a su amigo Facundo Gorostiza, guitarrista sutil y detallista además de rockero, y no nos quedó otra que enamorarnos de él y sus ideas musicales. No había terminado la noche que ya era parte del novísimo Quinteto de escritores.Con el tiempo, Noche de cuentos me pareció un poco aburrido y decido, en contra de ellos pero sin enemistarme, organizar un ciclo de lecturas que incluyera música (Facundo Palazzolo), performances y algún tipo de propuesta escénica por parte de los escritores invitados: así nacen Los Mudos.
La primera vez
Y, como primer grupo invitado, que además me cerraba por todos lados con la propuesta que tenía, estaban estos cinco escritores que después de largas y divertidas charlas sobre cómo mejorar las lecturas en vivo y cómo transformar una aburrida lectura de cuentos en una fiesta literaria, apareció El Quinteto de la Muerte. Fue un 9 de agosto de 2006 en un bar de Almagro: El Tano de Arriba. El nombre del grupo, dicen las malas lenguas, lo inventó Juan Terranova cuando escuchó hablar de ese quinteto de escritores que pensaban armar una lectura grupal (también integrante de los bravucones que íbamos a Status o la parrillita) y con su filoso poder de síntesis concluyó: "¿Ustedes un quinteto? Ustedes son El Quinteto de la Muerte" (aun no se sabe si en alusión a la no tan buena película de los hermanos Cohen o a elucubraciones peligrosas y dañinas nacidas de la pura envidia; este domingo Lanata estaría presentando una primera conclusión arrojando luces al entuerto).
Fechas
Lo cierto es que aquél 9 de agosto de 2006 en Almagro fue la primera de varias:
// 21 de septiembre en el Abasto - Bar Campamento Huno // 18 de octubre en Belgrano - Bar El Viejo Belgrano // 15 de noviembre en Villa Crespo - Centro Cultural Pachamama // 13 de diciembre en Almagro - El Tano de Arriba - otra vez Los Mudos
La intención ese año era itinerar. Leer en los 47 barrios porteños. Después vimos que no podíamos así que redujimos la lista a un bar por mes a partir de ese agosto de 2006. Terminamos el año invitados por el neuquino Alfredo Jaramillo para sus ya célebres Villancicos Vrutales; un encuentro de escritores de Buenos Aires y la capital patagónica a la que solo faltó Ignacio por compromisos familiares (la lectura se hace el 30 de diciembre a 1200 km de distancia de nuestras familias). Todos saben que Nacho no es tan desalmado como nosotros.
El año del Quinteto
En el 2007 y después de apreciar/disfrutar la bienvenida recibida en el Centro Cultural Pachamama el noviembre anterior, decidimos optar por ese lugar para "tocar en vivo" (como dice Oyola).
El Centro Cultural Pachamama había sido visitado por el 80% del Quinteto una noche de jueves a fines de octubre de 2006. En esa época no era conocido y estaba empezando (o terminando, según como sea que se lo mire) un espacio fresco y accesible en el medio de la Capital Federal. Para Levín, quien nos mostró ese lugar por primera vez, y para todo el grupo era importante ayudar al crecimiento del Centro Cultural porque nos parecía que podía funcionar. Luego de la lectura organizada a mediados de noviembre de 2006, la agenda del centro cultural para el 2007 estaba llena de propuestas (vinieron: Es a propósito, La Góndola, Varios autores importantes, y hasta )el asunto( y Diego Arbit con sus maratones literomusicales) surgidas en las noches de insomnio etílico post lectura del Quinteto de la Muerte por lo que decidimos, montados en la arrogancia venida de la mano del éxito rotundo, instalarnos una vez por mes allí y calar en el mapa cultural literario de la Cap. Fed. ese centro cultural caro a nuestros sentimientos durante todo el 2007.
En cada noche, en cada lectura, en cada encuentro el maestro cocinero Federico Levín preparaba una cena (comida de postguerra, fue llamada) para convidar a los invitados que vinieran a escucharnos leer.
Entonces, podía ser que llegaras puntual y nos vieras a sus ayudantes pelando papas, salando arroz o picando cebollas al grito de ¡Fuera, canejo, lágrimas ahijunas! y a Federico luchando cuerpo a cuerpo contra los misteriosos fantasmas del Pacha en busca de engreídos condimentos que se empecinaban en no aparecer tratando de arruinar el exquisito gusto del maestro cocinero. Las noches del 2007 que no lo lograron fueron:
// 20 de abril // 18 de mayo // 29 de junio // 27 de julio
Después de la presentación de julio amagamos terminar con nuestras fiestas de la narrativa pero volvimos, contra todo lo pensado, a leer en un lugar que para la mayoría de la gente era otra cosa: el restaurant de comida peruana Status sito en Virrey Ceballos y Adolfo Alsina. Fue un 21 de septiembre, otra vez, y llenamos el lugar de comensales que escucharon atentamente la lectura de los cinco desde las once de la noche a las 3 de la mañana.
Los textos leídos
Lucas Funes Oliveira, o sea yo, durante 2006 y 2007 leía cuentos escritos exclusivamente para esas noches próximos a editarse por Editorial Funesiana, editorial que armamos con Juan Terranova.
Federico Levín leyó, durante las presentaciones de 2006, partes de su novela Igor que luego fue publicada en la Editorial Gárgola Colección Laura Palmer no ha muerto y, durante el 2007, partes de su próxima novela Rafael.
Ignacio Molina leyó, durante 2006 y 2007, cuentos de su libro Los estantes vacíos editado a principios de 2006 por Editorial Entropía y textos de su blog.
Ricardo Romero leyó, durante 2006 y 2007, cuentos de lo que sería su segundo libro Tantas noches como sean necesarias también editado por la Editorial Gárgola Colección Laura Palmer no ha muerto de la cual, además, es editor y partes de su novela inédita Perros de la lluvia.
Leonardo Oyola leyó, durante 2006, partes de su novela Chamamé que luego fue publicada por Editorial Salto de Página en España (en Argentina pronto será distribuida) y, durante 2007, cuentos y partes de su novela
Golgota próximo a editarse también en España.
Los blogs
Cada uno tiene un blog.
Bah, Federico abandonó un blog y Ricardo Romero se empecina en no sacar uno. Sin embargo, al Quinteto de la Muerte, la palabra blog le suena bastante familiar.
Funes: boah... este mismo, verdá?
Oyola: Tigre Harapiento
Molina: Unidad Funcional
Sus libros publicados
apodos por Oyola
El tucu
Papel (2006) en primera edición de lujo y segunda completamente digital.
El Nene
Historias Higiénicas (2000) en primera edición de Nuevo Hacer
Igor (2006) primera edición por Editorial Gárgola Colección Laura Palmer no ha muerto
El Flaco
Los estantes vacíos (2006) primera edición por Editorial Entropía.
Richard
Ninguna parte (2003) primera edición por Editorial De los cuatro vientos
Tantas noches como sean necesarias (2006) primera edición por Editorial Gárgola Colección Laura Palmer no ha muerto
El Tigre
Siete y el Tigre harapiento (2005) primera edición por Editorial Gárgola Colección Laura Palmer no ha muerto
Chamamé (2007) primera edición por Editorial Salto de Página (España)
El otro Nene
Chiches Chiquitos (2007) su primer disco solista.
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fotos
Magalí Flaks
Lunita
y otrxs
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Magalí Flaks
Lunita
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4 comentarios:
hola quinteto
(los saludo a todos o sólo a Funes?)
algo puntual: quiero entrar al blog de Romina Paula, porque leí su novela y me gustó mucho, pero sólo acceden lectores invitados.
Ud pueden entrar?
a mi me gustaría
entrar...
si me hacen la pata, les agradezco.
salute
Sol (La Gaviota)
Sol, el blog de Romi está cerrado, nadie puede entrar, aparece eso porque no supo como hacer para cerrarlo y no perderlo.
Saludos.
He allí una respuesta, Sol.
Saludos a P.
Perdón, pero lo que dice acá de cómo se formó el Quinteto de la Muerte es todo mentira. A ver si la cuentan bien la historia. Acordate, si no, del cumpleaños del Chapu comiendo enpanadas en San Telmo. Ah, por no decir el nombre y el taxista que los quería llevar a un cabarulo de la muerte.
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