miércoles, agosto 12, 2009

Sebastian Kirzner

sin título


Supongamos que no,
que no fue así,
que nadie dijo,
nadie indagó,
lo que yo oí.

Supongamos que no,
que nadie entró a mi casa,
la misma de mi madre,
en pleno día y escribió
con aerosol en las paredes
de los pasillos,
la merca se paga;
ni amenazaron con matarla,
si no nos mudábamos del edificio,
por culpa de tener un hijo,
drogadicto, vago y poco proactivo.

Supongamos que no,
que no progresó,
no se formó,
ni concluyó,
lo que perdí.

Supongamos que no,
que nadie muere diariamente
si no es de alguna gripe famosa,
que a todo lo publico, aquí dentro,
se lo termina tragando la tierra,
que la mayoría de los
poetas jóvenes argentinos,
son piezas de un ajedrez mediocre,
piezas de clase media,
barnizadas con algo de estilo pop
y no alcanzando nunca avanzar
más que un casillero a la vez.

Supongamos que no,
que no se deshizo,
no supuró,
ni detonó,
lo que yo vi.

Supongamos que no,
que no nos hizo mierda el desgano,
que el pseudo arcángel que lleva encima
el típico empleado estatal protoperonista
no me afectó
y que los últimos taxistas con los
que hablé, no aseguraron que las madres
de plaza de mayo mentían
y que los desaparecidos estaban en Miami,
ni que hacía falta mano dura.

Supongamos que no,
que no encontré tirada en la calle,
una carpeta con pinturas de alguien
a quien no conozco,
pero estimo como un cercano
ya que la obra sin cuerpo,
es toda obra.

Supongamos que no,
que no se mantuvo,
nadie avanzo,
nadie afirmó,
lo que viví.

Supongamos que no,
que no estuvieron los actos,
ni las palabras,
incluso supongamos,
que tampoco estuvieron
los momentos,
los espacios,
los lenguajes.

Supongamos que no ha quedado nada,
ni siquiera la duda.

Supongamos
que
finalmente
hemos
sido
soldados
a
la
misma
estructura.

Que ya no tiene
sentido,
discutir los cómos
o los porqués
y que el agua
que bebemos
no es más,
que un sistema
digital
con colorante.

Supongamos
que esta noche estrellada,
antes de vernos las caras,
ya era cuarto menguante,
que las fibras de tu ropa
no son las mismas que fueron antes,
que la gente de tu barrio
se detiene al mismo instante,
que la tierra girando
nunca fue para delante,
que con los rezos que gritás
no hacés más que arrodillarte,
que el eco del poema
es el arte de los amantes,
que los sueños de unos pocos
son la cuna de gigantes,
que los crímenes de guerra
los pagan los estudiantes,
que intentar conmoverte con esto
es tratar de volver el carbón en diamantes.


*

7 comentarios:

Che Pereyra dijo...

Excelente este poema!!! Este muchacho, Sebastián, no tiene blog o alguna página dónde leerlo???

Abrazo Funes.

tanto amor empalaga dijo...

kirzner rulea!
-asi, bien blogger mi comentario-
besos funes.

Fabiana dijo...

muy-muy bueno.

Anónimo dijo...

Funes, muy bueno el poema. Gracias por acercarnos cosas como esta que en mi caso yo no lo conocia.
www.poetizandocabizbajo2009.blogspot.com

encontre buena poesia ahi tambien, Sabes quien es el autor?
Saludos
Cecilia

Anónimo dijo...

bellisimo

Julieta dijo...

me gustó mucho leer esto,
saludos!

m a r i e dijo...

este me gusta mucho.