viernes, noviembre 20, 2009

Mi amigo personal

Ciudad de Rosario
La Florida
7 nov 2009




Gervasio Monchietti nos llevó a Levín y a mí hasta una fonda que te servían el pescado de dieciocho maneras distintas. Un tenedor libre de río. No sé si fue por el olor a pantalón húmedo o a cigarrillo barato, pero la moza nos sacó la ficha al toque. Apenas se acercó con la papeleta (o comanda, como dirían los especialistas) sonreía sin evitar la falta de respeto. Lo arreglaba tratándonos de usted. O eso creía. Porque cuando trajo la comida le pedí por favor que, por lo menos a mí, me tuteara.
Se dio vuelta y escupió una carcajada.
En ese momento calculamos; 18 años como mucho.

Aquél sábado fuimos a ver a Newells contra River. La lepra ganó 2 a 1 pero Federico perdió unos años con la amargura que se agarró haciéndole el aguante a los dirigidos por Boquita.
En este momento del día, Gervasio nos explica qué siente al vivir rodeado de tanta belleza, tanto pescado, tanta poesía. Se lo puede ver admirando la lontanza. Lo que no sale acá es el vendedor ambulante que nos sacó la ficha, al igual que la moza, de inmediato.
Pero buen... esas son cosas viejas.

*

No hay comentarios.: