lunes, diciembre 14, 2009

José María Brindisi

[fragmento]


Entré y comprendí todo enseguida, inmediatamente. No sobre lo que veía, lo cual me llevó unos segudos más, sino sobre el mundo entero, soobre lo que podía ser el mundo para cualquiera de nosotros. Supe que no podía perder el tiempo y que de alguna forma ya estaba empezando a morirme. Tenía apenas ocho años, pero lo comprendí fácilmente, así como cualquiera comprendería el ladrido de un perro o la necesaidad de besar a una mujer hermosa. Comprendí que me estaba desarmando y que iba a desarmarme muchas veces más, a la espera de un aullido definitivo, de un trueno, de cualquier cosa (que me mantuviera vivo al menos un instante). Comprendí que ninguna cosa me sería explicada. Supe también que yo mismo era una excusa, una fuga, otra forma de perder el tiempo.

Página 15 de la novela Berlín
de José María Brindisi
[Editorial Sudamericana]