Los vip's nos rodean

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Cuento: Un potus
Seudónimo: Julio Razzotti

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La casa de los padres de Juan, en la que vivía antes de empezar la facultad, estaba llena de plantas de todo tipo y variedad. Había pasto y césped, yuyo, hierba y clavel del viento, nunca se había muerto ninguna. Después de todo no podía ser tan difícil. Las mujeres vivieron sometidas a los quehaceres domésticos durante siglos. Bordaban, cosían, planchaban y regaban las plantas; nada más. Para ellas no había viajes de negocios, ni café con los amigos, ni partido de fútbol los sábados a la mañana. Si lo único que hacían era regar las plantas todo el día, es lógico que hayan inventado un montón de reglas ridículas que hay que cumplir sí o sí para que el vegetal no se muera. De alguna manera tenían que convencerse de que hacían algo importante. Si no hago todo esto la planta se muere, así que mi existencia en el Universo está más que justificada.

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Evidentemente Julio tiene cierto encono y fascinación morbosa por las mujeres y los homosexuales. Lo que por un momento parece una reflexión de un prejuicioso a punto de salir del closet se transforma en el chapoteo de un escritor que pretende ser gracioso en el menosprecio. Como no le alcanzó con que el personaje sea un pelotudo importante, se ayuda con la voz del narrador. Una pena.

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