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Cuento: Tierra de nadie
Seudónimo: Chicamigraña
[ fragmento ]
Pero hoy estamos más intrépidos, quizás por la adrenalina de haber mandado a tres viejas a lavarse el culo. Y nos subimos a la silla de su escritorio, que se mueve como el samba del italpark y chirría. Agarrados del cajón, no nos caemos y descubrimos los largavistas.
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El cuento es pulcro y no le falta dominio del oficio. Es de manual en el sentido más conservador de la palabra. Si bien está correctamente escrito, la historia no supera el pantanoso terreno de la anécdota personal. Tiene casi todos los elementos de la cuentística tradicional, comprometida, y denunciadora. Eso mismo le juega en contra para llegar a una adultez literaria.
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