martes, mayo 04, 2010

Montá tu editorial

nueve puntos
para tener en cuenta
aquí el octavo


Un octavo punto a tener en cuenta es que cuando enseño encuadernación, enseño por una cuota mensual. Una cantidad de guita que varía según quién tome las clases. En el caso de ustedes, que van a montar una editorial, y como siempre digo: no les voy a cobrar por aprender a encuadernar. Peor. Les voy a cobrar con especias. Desde mails larguísimos arengándolos a que continúen con un trabajo que no trae resultados inmediatamente hasta que me alojen una noche en un rincón de una casa en el hipotético caso de que me pelee con mi polola, les voy a quemar el gorro para que salgan adelante con el proyecto. La única regla que hay que tener en cuenta es PACIENCIA. Porque esto puede estar buenísimo (de hecho, lo recomiendo, recomiendo que la gente se ponga una editorial autogestiva y artesanal, todos los días y dos veces los domingos) sí, buenísimo, buenísimo; pero requiere de trabajo. Requiere que aprendan y conozcan gente o se muevan para conocerla. Que a veces no duerman preocupados por algo que no sale. ¿Plata? La plata la van a ver; que entra y sale. Y, seguro, más será la que entrará que la que saldrá. Pero si están pensando que esto de hacer una editorial es "un negocio" están fritos, mis amigos. Acá no hay ni fama ni plata. Lo que hay es un gran esfuerzo que muchos como ustedes pueden valorarlo. Y un esfuerzo que tiene como capital lo simbólico. El proyecto en sí garpa. A nivel dinero nunca perdí. Pero a nivel editorial se pierde y se gana, como en la vida. Así que está buenísmo que sean varios pero eso también obliga a que las decisiones tarden más en acordarse por lo que hay que abrigarse de PACIENCIA y dar pasos de elefante (como dice Juan Terranova, el primer socio que tuve y con quien arranqué todo esto): paso lento, pero seguro; donde se avanzó, no se retrocede.


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