domingo, mayo 09, 2010

La primera vez, la tenemos todos...

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Cuento: Algo se mueve
Seudónimo: Boris G.

[ fragmento ]

Cuando te enteraste de que tenías a Mateo adentro, tenías más miedo de volverte loca que otra cosa. La abstinencia no te dejaba pensar. Perdiste tu escepticismo creador y formaste una familia moderna, formada por dos personas: madre e hijo. Ni padre, ni abuelos, ni hermanos, ni tíos. Alguna amiga que intentaba salvarse. Como Anita, que buscaba escapar estudiando. Por más que pienses que la capacidad no es algo que se adquiera en ningún aula, te parecía bien. Por eso aceptaste cortarte el pelo, para que practicara. Necesitás devolver la ayuda que te dio Mateo. Por eso tus manos están al servicio del que quiera lo necesite. Tus manos o tu cabeza. Y pensás si no te estás volviendo eso que nunca quisiste ser, pero no te preocupás demasiado. En realidad nunca quisiste nada. Ahora sos madre. Y no está tan mal. Por más que siempre te haya parecido una estupidez. No lo planificaste, y eso te tranquiliza. Se dio así, como todo lo que te pasó en estos treinta y siete años. Madre, ex-adicta, ex-estudiante de arquitectura, diseño de indumentaria, canto, ex-hija, ex-hermana, ex, sobre todo ex de un montón de hombres que seguro te recuerdan.

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Un relato sutil de frases cortas que de alguna extraña manera me hacen creer que el personaje sigue luchando contra las “secuelas” de su vida. Un relato humilde, sin estridencias y con el poder de quien tiene una personalidad definida. El título es malísimo y hay dos o tres acentos que corregir. Los personajes se muestran con la verosimilitud del homenaje y logran empatía.


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