martes, octubre 23, 2007

Se me ajusta la p...

SMS


“Feliz dia, Mama”

Le mandé. Me respondió que no me conocía. No sabía quién era.
“Quién sos?”

Pensé obvio que no me conocés. Si me reconocieras se te derretiría la piel de solo pensa en mí, en nosotros, revolcándonos en el piso de baldosas de tu living. Por eso no te conviene hacerte cargo. Si por casualidad me reconocés, tenés que hacerte cargo...
“Soy Funes, Mama”

Ahora es cuando me gustaría estar al lado tuyo. En el momento que te aumentan las palpitaciones. Empezás a transpirar y el celular se te resbala de las manos, quizás. Porque ahora sí me reconocés, ahora sí sabés quién soy, ahora sí te acordás de todo lo que te hice y de lo que no sabías que te gustaba que también te hice. Te acordás que murmurabas no lo puedo creer. Te acordás de tus hijas que oyeron todo porque te convencí diciendo que aprendan, perra. Que aprendan cuánto le gusta gozar a Mamá. Abrí la boca, te deía mientras te golpeaba desde bien adentro y mi lengua te invadía.
“Que gracioso, justo pensaba en vos...”

me respondiste. Siempre pienso en vos, dijiste un día. Hace unos años. Las nenas eran más chicas. Cuando no te importaba gemir como un volcán en erupción. Cuando no te importaba darme cachetadas para verme reaccionar. Cuando no te importaba que nuestros fluídos se impregnaran en los muebles. Te importaba más quedarnos de espaldas en la baldosa fría del living, el cigarrillo quemando nuestras bocas, lijándonos los dientes, la lengua. Te importaba más quitarme el aliento a Phillip y me dabas la tanga húmeda; siempre estirada, sin elástico. Me besabas con la boca abierta, después, chorreando saliva, sos un pervertido asqueroso, susurrabas mientras masticaba tu lengua y la tanga sin elástico. Soy tu pervertido asqueroso, aclaraba y dejabas de mirarme porque cerrabas los ojos y lagrimeabas
“No podría olvidarme de vos aunque quisiera. soy tu perro fiel...”

Te imaginé en el baño. Te gustaba fingir que estabas desesperada por entrar al baño. Hacer pis. Hacer caca. Era lo mismo para vos; palabras. Un oscuro guiño de lujuria te metía a zancadas. Te morías por tocarte, no?, te pregunté un día que irrumpí golpeando la puerta y te vi tirada, boca arriba, chupándote los brazos, enterrándote los dedos rojos. ¡Sh, que las nenas duermen! Y yo estaba tan pero tan pero tan duro que ni lo dudaste. Me implorabas vos también, vos también, vos también y sacaba mi lengua, te obedecía, fiel canino a tu servicio; el jabón, el poco jabón blanco que tenías lo querías adentro y después...
“Ay, no digas así, perrito que hoy no se cuál es mi límite...”

después me exigías con el sexo fruncido por qué me demoraba tanto en darte vuelta y entrar; ah, no querés, acaso, perro, me gritabas al oído.
“Las nenas duermen?”

Y ese día te saqué del baño, te levanté de la cintura, te reías, te ponías colorada, te tiré en la baldosa del living y te soltaste, te diste la nuca contra tu fría baldosa grisásea y te hice sangrar pero cuando entré con el pedazo más grande que habías visto hasta ese entonces no te importó nada más. Ni gritar que sí, que así, que qué hijo de puta la reconcha de tu madre, más fuerte, agarrame la cabeza.
“cuando fueron un problema las nenas? estas solo?”

y solo, con mi alma de testigo, con tus lágrimas como prueba, me acusabas de ser asesino de tu piel, culpable de tu baja autoestima, verdugo de guillotina desafilada, sádico irreversible, me murmurabas insultos absurdos después de acabar, cuando gritabas con ese volcán en la garganta basta basta, basta hijo de puta; porque te gustaba insultarme cuando acababas; porque te gustaba decirme perro; ¿querés un cigarrillo, perro?, me decías con lágrimas en los ojos
“no, mama. estoy con amigos. no se a que hora termino”

Fumabas boca abajo. Porque yo no acababa enseguida. Porque me gustaba pasarte la lengua por toda toda toda la espalda, la mariposa de la cintura y la raya. Porque me gustaba acabar mientras estabas boca abajo, con tu piel dormida, exhausta, húmeda y frágil.
“como quieras, perro. Yo te espero en el baño, vos sabés,
me acuesto tarde y las nenas ya están dormidas... ;)”

12 comentarios:

Anónimo dijo...

Aplausos

Unknown dijo...

¿muy masculino?
Andaaaa...

Unknown dijo...

Graxs, Goguis. Pero tenemos que hablar.

Anónimo dijo...

A ver/ ¿acá era?

el manual de hombres dice:

a) masturbación femenina
b) escena lésbica
c) etc

una amiga tiene un amante al que le manda peliculitas (pussy movies)/ me cuenta:

"él me dice: vos sí que sabés lo que me gusta"

reímos. si está en el manual básico del hombre!

a lo que voy:

me gusta el texto: las dos voces, el que esté escrito en segunda persona, en lo absurdo de la intimidad sexual (toda intimidad, aún la más aburrida, es absurda. o, mejor: toda intimidad digna de contarse en un texto tiene que ser absurda)

le critico al texto: ese detalle masculino de buscar la manera de ser testigo de una masturbación femenina.
al narrador le falta un poco más de hilacha (too much winner, for my taste)

A ver/ ¿así era? ¿así es creíble?

Anónimo dijo...

ahhhhh. cuando se me pase la calentura, te hago el analisis "objetivo" literario.
Cariños. Sil Att

Unknown dijo...

¡Esa Kordo!

Vale: lo del amante de tu amiga, una generalización fuera de lugar. No todxs son de manual. Algunos ni siquiera sabían que tal cosa existía. del tu mach winner no me puedo hacer cargo, más asunto tuyo, me pa.

¡Más, más! ¡Quiero más opiniones!

Anónimo dijo...

Todas son generalizaciones. Pero no tan fuera de lugar. Era anécdota, pero yendo al texto: digo que a mí me suena a eso y, por tanto, me distancia como lectora.

No me distancian, por ejemplo, las escenas en que la lastima, ni que ella acabe primero, fume mientras él sigue dale que dale. Ésas las compro al contado y sin regatear.



Lo del tu mach winer no lo digo como asunto mío, lo digo desde la dinámica del texto también. Un narrador en primera persona que no muestra un coco de vulnerabilidad puede dejar un poco afuera al lector. Todos tenemos nuestras miserias, y (como también pasa en el teatro, por ejemplo) está bueno ver hacer agua a los otros.

Eso

Anónimo dijo...

Está perfecto Funes, no hay mucho más que decir. Buen cuento, me conmovió, muy bien la intermitencia de los mensajes con la narración, muy natural todo, fluye como mendicrim en una tostada. Hasta me hizo acordar a una señora que frecuentaba.
Eso sí: si el título es "SMS", no me gusta. Yo le pondría "Mamita". Pero claro, no lo escribí. Saludos!

Anónimo dijo...

Otra cosa que se me ocurre ahora:

“Feliz dia, Mama”

Le mandé. Me respondió que no me conocía. No sabía quién era.

“Quién sos?”



Acá desaprovechás el cambio de medio y de voz repitiendo lo mismo.

No como acá, que realmente van pasando dos cosas diferentes:

después me exigías con el sexo fruncido por qué me demoraba tanto en darte vuelta y entrar; ah, no querés, acaso, perro, me gritabas al oído.

“Las nenas duermen?”

Y ese día te saqué del baño, te levanté de la cintura, te reías, te ponías colorada, te tiré en la baldosa del living y te soltaste, te diste la nuca contra tu fría baldosa grisásea y te hice sangrar pero cuando entré con el pedazo más grande que habías visto hasta ese entonces no te importó nada más. Ni gritar que sí, que así, que qué hijo de puta la reconcha de tu madre, más fuerte, agarrame la cabeza.

arsenica dijo...

a mí me calentó. si tiene errores de ortografía, o gramaticales, o semánticos, o sintácticos, qué mierda me importa.

Unknown dijo...

interesante opinión

arsenica dijo...

ha visto, y no bardee a la alumna que yo la banco a muerte (suya)