Qué clase de amigo te regala cigarrillos. Qué clase de amigo no sabe que dejaste de fumar. Qué clase de amigo te regala el vicio que tanto trabajás para abandonar. Porque es abandono la palabra. Abandoné nuestra amistad y me olvidé que preguntar no era tan caro. Y me contás que ya dejaste de fumar. Que seis meses es un montón. Y yo como un idiota con una caja de Gitanes sin filtro.
No se lo merece la caja. No se lo merece quien me regaló la caja. No se lo merece nuestra amistad. No te lo merecés vos.
Y con esa ternura que da gusto hablarte, amigo, me decís que bueno, que tampoco es que lo vas a dejar, que siempre decís que lo vas a dejar pero nunca cumplís. Manipulando la caja y peleando con el deseo a capa y espada me mirás y tengo esa cara, cara de gorila de circo, cara de hastío, cara de embadurnado en mierda, cara de no puedo evitar ser tan hijo de puta, cara de por favor, no me claves esta en el culo, decíme que no, que ya dejaste, que no querés, decíme que la próxima, decíme que gracias pero no, decíme que soy un boludo, decíme que no te llamo ni te pregunto en qué andás
y acá, luchando
ah, sí?
tratando de dejar de fumar
decíme que no querés, que soy un desubicado, que la próxima pregunto...
pero no
¿qué me decís?
el sábado tengo un cumple, por ahí me fumo uno
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