viernes, febrero 20, 2009

Apaguen los celulares

Rodaje de Ocio

El Dragón, que vendría a ser mi personaje, no se lleva muy bien con Andrés (o eso es lo que tengo en la cabeza cuando dicen "acción"). No es lo mismo entre Lucas y Nahuel, los actores que le ponen el cuerpo, los cuales se llevan bastante bien. A pesar de que Nahuel es de Atlanta y es un puto como los tirapiedra de Saavedra, podría decirse que sí, que todo bien.
El otro día, El Dragón tenía que dejar una pizza arriba de la mesa (donde ya se encontraba Andrés, muerto de hambre) y meterse en la cocina. A la vuelta El Dragón lo tiene que ver a Andrés con cara de culo porque abre toma una porción sin pedir permiso pero se sienta igual porque, después de todo, es el hermano.

Para el ensayo me dieron un tupper rectangular grandote bien cerrado. La idea era que Nahuel abriera el tupper como se abre una caja de pizza y empezara a comer.
Antes de entrar a escena metí el celular dentro del tupper con la camarita prendida apuntando hacia arriba. Quería ver su cara de "muerto de hambre" pero más que eso quería filmarlo cuando descubriera el celular adentro. Para eso, ensayamos tres veces; a la cuarta metería el celu.

Chasco.
En el movimiento, la cámara se corrió y lo único que se ve (apenas) es el techo corredizo de la casa.
No salió.
Pero menos mal porque me hubiera entusiasmado y me hubiera puesto a hacer más boludeces.

Si tienen Ocio, de Fabián Casas
[Santiago Arcos Editor] ,
pueden identificar al toque
cuál es la escena.



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