miércoles, noviembre 25, 2009

Una tarde de té

crónica de una lectura
como en las viejas épocas


Básicamente, escribo por una sola razón: Alejandro Guyot. Porque cuando lo escuché leer dije... este de arriba no se la lleva. Ustedes se preguntarán quién es. Y sí, en el flyer no estaba y yo no lo conocía así que nunca sabremos quién es. O pueden seguir leyendo.
La verdad es que no pude escuchar muy bien su poesía porque al principio no me pareció gran cosa. Sí me pareció que tiene una opinión y no se molesta en pedir permiso para expresarla. En ese sentido, me saco el sombrero. Arrebatados de las ideas hay por todos lados pero uno con los huevos para leer durante 40 minutos su primer libro publicado; no hay tantos. Pero como siempre digo, la culpa no es del chancho; las chicas que organizan el Festi Té pecaron de ingenuas.
O no.
Lo cierto es que el evento, que como todo evento que se precie de tal en esta ciudad de mierda empezó tarde, amenazaba con ser un poco gris ya que la llovizna que se empecinaba en ir y venir sobre las cabezas de los que visitábamos el hermoso patio, cascoteaba las esperanzas de ver un gran público. Sin embargo, el gran público apareció.
Por lo que pude ver, entender, revisar y sopesar, el Festi-Té es un evento para contrarrestar la amargura suicida de los domingos: y lo logra con creces. La gran cantidad de comida, colorida y variada, los diversos gustos de té que se ofrecen, la feria de ropa, el patio acogedor, la presencia de mujeres y hombres realmente hermosos hacen que uno quiera pasar todos los domingos en esa casa. Para mí fue una sorpresa, realmente, ver tantas personas un domingo en Flores, Viva Flores. Y no miento si digo que si ustedes van, la van a pasar muuuy bien.
Eso si no hay un Guyot de por medio.
Al parecer, este buen muchacho es un cantor. A las chicas les gusta porque es rubio, alto y canta tangos no misóginos. Ahora también puede decirse poeta ya que sacó "Brumarios", una serie de poemas que repiten una misma idea todo el tiempo y, por si no quedara claro, tiene imágenes bastante previsibles y de un nivel de lugar común que asombran. Asombran porque nadie lo editó... o porque tal vez, su Excelencia no merecía edición.
No pongo link a su libro porque no lo encuentro pero si pueden revisarlo podrán opinar qué les parece. (update: gracias a la Maga que me pasó el link de Brumarios)
El tipo leyó todo el libro. O casi. De 70 páginas habrá leído 50. En un momento me lo crucé y le dije, "loco, sos un zarpado, te leíste todo el libro". Y me agradeció pensando que era un admirador: no, man, sos un aparato, no daba leer todo el libro. Pero, al parecer, acostumbrado a las hordas de admiradores enajenados, no me registró... sólo se sonrió.



Después estuvo Sherman.
Sherman es un músico. Escribe sus propias canciones y están buenísimas. Tocó muy tarde pero era tarde para mí porque para todos no había noción del tiempo. Eso está bueno del Festi Té; nadie sabe qué hora es. A las chicas se las vio un poco atribuladas, el efecto Guyot no fue fácil de tragar, mucho menos cuando yo les decía, a cada rato, qué aparato tu amigo. Y se enojaban. Pero lo que sí hizo Sherman fue cantarnos con el corazón y la cabeza. Su mini show quedó corto porque eso sí que se disfrutó: todos aplaudiendo, fanáticos pidiéndoles temas, yo grabando con mi celular lo que se podía, muchas sacando fotos. Sus ideas y su forma de expresarlas dejan en evidencia una gran verdad: este chico pronto va a ser masivo. Pero bueno... lamentablemente, chicas, tiene novia. Una hermosa mujer merecedora de un tema muy bueno.
Las letras de Sherman generan la sensación de que uno está echado en un colchón, fumando un porrito y descansando mientras un amigo nos cuenta anécdotas muy divertidas, otra veces tristes pero siempre sinceras. Su tema ecologista, el que le hace "a una ex-novia", el del perro Canción... geniales. Así nomás: ge-nia-les. El mejor, por supuesto, el del mundo del rock y los que saben un montón. TREMENDO MANIFIESTO. Un punch a la mandíbula y desde lejos... porque esa es otra cosa, a Sherman no lo ves venir pero de repente te puso un cross en la mandíbula y ahí estás, reloco buscando de dónde vino la piña.

Desgraciadamente me perdí la lectura de Incardona. Siempre admiré su estirpe al momento de leer. No es performer pero tiene una presencia, una autoridad al momento de contar que uno quisiera escucharlo durante horas. Contate algo, che.

A quien sí escuché, y muy contento, fue a mi amigo personal Ignacio Molina. Me dieron la feliz noticia de que sacará un libro de poesía (¡Oh, no! ¡¡Otro poeta!!). El dice que escribió un libro de poesías porque quiere que lo inviten a lecturas de poetas. Pero él dice eso porque es medio boludo a veces. Porque sus poesías tienen una expresión de ternura, tristeza y densidad que espeluznan (si es que existe semejante palabra). Su poesía es humilde y a la vez clara. Se nota el trazo molinesco. Uno que lo leyó tanto se da más cuenta, obvio. Su libro, "Viajemos juntos en subte a China", saldrá por una nueva editorial, muy pronto, que se llamará Pánico el Pánico. Está a cargo de Marina Gersberg quien también editará su libro por esa editorial y otro más que no recuerdo.

Como ven, cada lectura tiene su lado bueno y su lado Guyot. Pero tampoco exageremos, sólo integra la lista de V.I.P´s de la poesía: los very important pelotudos.

De lo que no queda duda es que el próximo Festi Té (que no será Festi Té pero será Chori Fest) habrá de todo y para todos. Nuevo lugar, nueva movida y cierre de fin de año. Dicen que en Facebook la están rompiendo y también rompen un poco las pelotas con tanto mensaje. Estrategias de márketing. Yo lo único que les critico a las chicas es que abren los mailings en lugar de enviarlos cerrados. Pero bueh, toda acción tiene sus consecuencias y, si son mayorcitas, sabrán aceptarlas.

Repito, cuando se enteren del Chori Fest, hagan una sola cosa: ¡vayan!


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