lunes, mayo 10, 2010

La corona quedó en Argentina

por lo menos por ahora





Mi amigo personal, Nicolás Garcette, et moi, nos clavamos las cervezas más caras de Villa Crespo por el simple gusto de jugar un buen rato al ping pong en un lugar copado aunque de categoría dudosa.
El San Bernardo queda sobre la avenida Corrientes entre Acevedo y Gurruchaga. Hasta ahí fuimos el pasado sábado a despuntar el vicio durantes 2 horas 35 minutos. El dice que el tenis lo ayudó a mejorar su técnica. Para los remates no estuvo muy afinado pero para el resto de los tiros sí. Es muy bueno jugando al ping pong. Me recordaba, por momentos, a Jotita. El único rival al cual no he podido vencer jamás; otro grande.

Por lo que pueden ver, los maníes del lado izquierdo pertenecen a la Argentina. Los maníes del lado derecho a Francia. Si cuentan se darán una idea pero, para los rigurosos de siempre, les dejo la estadístia del enfrentamiento:

  1. 24 a 22, Francia || 0-1
  2. 21 a 16, Argentina || 1-1
  3. 21 a 18, Francia || 1-2
  4. 21 a 16, Francia || 1-3
  5. 21 a 16, Argentina || 2-3
  6. 22 a 20, Argentina || 3-3
  7. 21 a 17, Francia || 3-4
  8. 21 a 13, Argentina || 4-4
  9. 21 a 7, Francia || 4-5
  10. 21 a 14, Argentina || 5-5
  11. 21 a 19, Francia || 5-6
  12. 24 a 22, Argentina || 6-6
  13. 21 a 19, Francia || 6-7
  14. 21 a 18, Argentina || 7-7
  15. 21 a 19, Argentina || 8-7
Corona para la Argentina.
O él; el argentino.
En dos horas y treinta y cinco minutos pasaron algo así como tres litros de cerveza y más de dos docenas de cargadas mutuas. Bien infla bolas, la hinchada argentina se puso la bandera de gorrita y empezó a agitar una levantada que, de a ratos, pareció heroica.
Muchísimos errores por parte de ambos jugadores que han demostrado con creces que tienen muchísimas razones para volver a desafiarse en próximos días.

Tercer tiempo
Para festejar la unión franco-argentina, dejando en claro que nos une la pasión por el deporte, festejamos junto a Guido sus 22 pequeños años hablando de René Orlando Houseman y Thierry Daniel Henry; dos dignos representantes de apasionadas contiendas.


*

No hay comentarios.: